(Minghui.org) ¡Saludos Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes! Estoy cultivando Falun Dafa, y como pidió el Maestro Li (fundador de Dafa) estoy haciendo las tres cosas. A lo largo de los años he estado haciendo llamadas telefónicas para aclarar la verdad, con la esperanza de despertar la conciencia de la gente.

Salvar a la gente a pesar del viento y la lluvia

Al principio, mis proyectos de aclaración de la verdad sobre Dafa se centraban en elaborar y distribuir materiales informativos sobre Dafa. Luego, con la ayuda de otros practicantes, me uní al proyecto de llamadas telefónicas, mientras producía y distribuía materiales informativos de Dafa.

El Maestro Li siempre me guió al hacer las llamadas telefónicas para aclarar la verdad y salvar a los seres conscientes. De no saber cómo hablar en un principio, pasé a saber cómo hablar y aclarar la verdad con sabiduría. Cuando empecé a hacer llamadas telefónicas, mi voz era fuerte y mi tono era rígido. Estaba influenciado por el adoctrinamiento del Partido Comunista Chino (PCCh). Durante la primera semana, ni una sola persona con la que hablé aceptó renunciar al PCCh y sus organizaciones juveniles.

Me sentí decepcionado y desanimado. Sin embargo, mis compañeros practicantes me animaron, así que seguí haciendo llamadas. Al cabo de ocho días, me armé de valor y marqué un número. Un señor respondió a la llamada. Para mi sorpresa, aceptó renunciar al PCCh y sus organizaciones juveniles. Me sentí muy agradecido por el estímulo del Maestro.

Aclarar la verdad mediante llamadas telefónicas requiere que mi xinxing sea alto. Estudiar bien el Fa se convierte en una necesidad. Si no me concentraba y dejaba que mis pensamientos vagaran durante el estudio del Fa, lo que dijera durante las llamadas telefónicas no tenía el poder del Fa. Por lo tanto, el resultado no era tan bueno. También requiere que uno tenga un corazón puro y fuertes pensamientos rectos. Cuando iba a cualquier lugar para hacer desde allí las llamadas telefónicas, enviaba pensamientos rectos frecuentemente. También enviaba pensamientos rectos mientras hacía las llamadas telefónicas para disolver todos los elementos malignos que impedían que la gente se salvara.

Por razones de seguridad, a menudo cambiábamos de lugar para hacer las llamadas. A veces estaba lejos, y salía de casa muy temprano para llegar a tiempo. A veces había una gran pendiente y tenía que subirla empujando la bicicleta. En los días calurosos, me envolvía una toalla alrededor del cuello para evitar que el sudor resbalara.

Un día, empezó a llover en cuanto empezamos a hacer las llamadas. Pronto se convirtió en un aguacero y los truenos nos interferían. Nunca había visto una tormenta tan fuerte en mi vida. Abrí mi pequeño paraguas, me metí debajo de un árbol y marqué un número. Muy pronto mi paraguas empezó a gotear y me empapé. La persona que estaba al otro lado no me oía bien debido a los truenos. Levanté la voz: "¡Te estoy llamando en medio de una tormenta! Solo quiero que renuncies a los Jóvenes Pioneros del PCCh a los que te has unido". La persona entendió y accedió a renunciar.

Aunque mi teléfono móvil se mojaba completamente con la lluvia, seguía funcionando bien.

En primavera suele hacer mucho viento. No podíamos encontrar un lugar donde refugiarnos del viento, así que nos limitábamos a hacer llamadas contra el viento. Un día muy ventoso, la persona al otro lado de la línea oyó un fuerte ruido de viento y preguntó: "¿Estás surcando el cielo?".

Me reí a carcajadas: "Aquí hace mucho viento. Te llamo por tu bien. ¿Qué tal si te ayudo a renunciar a los Jóvenes Pioneros a los que te uniste?". La persona aceptó. A veces, hacer llamadas para aclarar la verdad también puede ser divertido.

De regreso a Dafa

En ocasiones, la persona que responde al teléfono antes practicaba Dafa. Dejaron de practicar porque la persecución del PCCh los atemorizó. Les contaba la verdad. Muchos volvieron a practicarlo.

Un joven me dijo que practicaba cuando era niño. "Solía ver las noticias después de romper el bloqueo de Internet. Pero después, el software le dejó de funcionar". Le dije dónde descargar el nuevo software. También le dije que "los practicantes de Dafa siguen manteniendo sus creencias", y le dije que recordara que "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Compasión-Tolerancia es buena!". Se puso muy contento y dijo que lo recordaría. El Maestro Misericordioso nunca lo abandonó.

Al hacer las llamadas telefónicas para aclarar la verdad, sentía una gran compasión hacia la gente y derramaba lágrimas. Aunque solo escuchaba sus voces, los sentía como si fueran mis familiares. Un joven de la provincia de Fujian creía en el PCCh y rechazó la verdad. Se me llenaron los ojos de lágrimas. "Amigo mío", le dije sinceramente: "eres tan joven. ¿Qué harás cuando te sobrevenga la gran catástrofe, cuando los Cielos eliminen al PCCh?". Tal vez se sintió conmovido por la compasión de un practicante de Dafa. Aceptó renunciar a los Jóvenes Pioneros del PCCh.

El invierno pasado fue uno de los más fríos en muchos años. Cada vez que salía a hacer llamadas telefónicas para aclarar la verdad, tenía que ponerme un abrigo largo, zapatos de invierno extra gruesos y varias capas de pantalones. Pesaban mucho. Cuando llegaba a casa y me los quitaba, ¡sentía que mi cuerpo se volvía muy ligero!

El invierno no era tan malo durante los días soleados, aunque teníamos muchos días de nieve. El viento me lanzaba nieve a la cara y me dolía como un cuchillo. A veces incluso se me congelaba la boca y se me ponía la lengua rígida. Seguí haciendo llamadas telefónicas, incluso durante los días más fríos. Todos los días había personas que accedían a renunciar al PCCh y aceptaban la verdad de Dafa.

Un día de nieve, me caí de la bicicleta al hacer un giro. Mi bicicleta eléctrica pesaba mucho pero, milagrosamente, la bicicleta se deslizó sin caérseme encima. No me hice ningún daño. ¡Agradezco mucho la protección del Maestro!

Rompiendo la interferencia de la eliminación del yeli (karma)

Comprendí que debo hacer bien las tres cosas, y mientras tanto, el Maestro seguirá limpiando y purificando mi cuerpo continuamente. Durante la cultivación, mantuve pensamientos rectos y mejoré mi xinxing. Traté todos los síntomas de eliminación del yeli como cosas buenas, y nunca dejé de aclarar la verdad.

Antes de la práctica de Dafa tenía sobrepeso. El simple hecho de caminar me dejaba sin aliento. Al hacer las llamadas telefónicas, soportaba las dificultades, y el Maestro limpiaba mi cuerpo. Perdí 20 kilos. Me sentía tan ligero que casi flotaba al caminar.

Durante algún tiempo, tuve un síntoma de eliminación del yeli (karma): sentía sed constantemente. Tenía la garganta tan seca que me dolía al hablar. Tenía que beber entre una y otra llamada telefónica. Llevaba una gran botella de agua conmigo. Esta situación duró cerca de un año.

En ocasiones, me dolía tanto la garganta que sentía como si me la cortaran con un cuchillo. Lo soporté y seguí haciendo llamadas telefónicas. Al cabo de unos días, el Maestro me sacó de la boca una masa de una sustancia blanca. Inmediatamente sentí alivio. Esto me ocurrió varias veces. Le doy las gracias al Maestro por haberme limpiado el cuerpo.

El síntoma del yeli que más me duró fue la somnolencia. Durante un largo período de tiempo, siempre me sentía somnoliento, incluso durante el estudio del Fa. No dejaba de bostezar cuando hacía llamadas telefónicas. Un día, tenía tanto sueño que casi me caí de la bicicleta. La  incesante somnolencia me resultaba dolorosa.

Durante el estudio del Fa, leía cada frase con gran concentración. Si tenía sueño al leer una frase, la volvía a leer varias veces. Si me sentía somnoliento durante la aclaración de la verdad, me recordaba que mi conciencia principal debe tener el control de mi boca. Aclararía la verdad con mi corazón. Gracias al estudio y la memorización del Fa, gradualmente pasé este estado de sueño.

Equilibrio entre el trabajo, la familia y la aclaración de la verdad

Cuando empecé a salir para hacer llamadas de aclaración de la verdad, la primera prueba a la que me enfrenté fue el beneficio personal. Tengo un negocio. Muchos de mis clientes vienen por las mañanas. Así que al principio, deseaba que las llamadas de aclaración de la verdad no se hicieran por las mañanas. Tenía miedo de que mi negocio se viera perjudicado.

El Maestro nos enseñó:

"... nosotros los cultivadores hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Llegué a comprender que lo más importante es salvar a la gente. El Maestro nos enseñó a "seguir el curso de la naturaleza", así que haría lo que nos dijo. Reorganicé mi horario. Todas las mañanas salía a hacer las llamadas de aclaración de la verdad, y todas las tardes me ocupaba del servicio al cliente y de los envíos que tenían que ver con mi negocio.

Después de apartar mi egoísmo, mi negocio no se ha visto afectado negativamente. Por el contrario, está mejorando. Durante la época de mayor actividad, a veces trabajaba en cuestiones de atención al cliente hasta las 2 de la madrugada.

Mi mujer siempre pedía una casa más grande, ya que la anterior era pequeña y no tenía salón. Cuando compramos una más grande, mi padre vino a remodelarnos la casa. Todas las mañanas, después de hacer llamadas para aclarar la verdad, tenía que apresurarme a hacer la compra, cocinar y luego entregarle el almuerzo a mi padre.

De repente, me sentía muy ocupado. Mis familiares no entendían por qué  le dedicaba tiempo a aclarar la verdad. En su opinión, debería emplear el tiempo de aclarar la verdad en remodelar la casa.

Mantuve firmes mis pensamientos rectos, y no dudé a pesar de las opiniones de los demás. Sé lo que estoy haciendo, y sé que lo que estoy haciendo es correcto. Debo aclarar la verdad y salvar a más personas.

Volví a reorganizar mi agenda y traté de equilibrar mejor las cosas. También empecé a copiar a mano Zhuan Falun. Después del almuerzo, mientras todos dormían la siesta, me sentaba a copiar las páginas de Zhuan Falun. Dafa me dio fuerzas. Superé todos los obstáculos, uno tras otro.

Ayudar a los practicantes cuando se unen al proyecto de esclarecimiento de la verdad

Después de mejorar en nuestras llamadas telefónicas de aclaración de la verdad, muchos más practicantes se unieron al proyecto. Por mi propia experiencia, sabía que el mayor reto para un principiante es no saber qué decir cuando habla con la gente. Escribí detalladamente lo que había que decir, por ejemplo, cómo empezar la conversación, los materiales que había que emplear y las frases para instar a la gente a renunciar al PCCh.

Imprimí lo que escribí y entregué el material a los practicantes que acababan de unirse al proyecto de aclaración de la verdad. Eso les ayudó. Al principio, se limitaban a leer lo impreso. Poco a poco, aprendieron y mejoraron en lo que debían decir. A menudo, cuando salía con un recién llegado, intentaba quedarme cerca, para poder darles algunos consejos para mejorar después de que hacían las llamadas.

Al mismo tiempo que ayudaba a los practicantes recién llegados a empezar a hacer llamadas de aclaración de la verdad, los practicantes también me ayudaban a eliminar muchos de mis apegos, como el egoísmo y la pereza.

Recordé un incidente. Un practicante no sabía cómo añadir dinero a su tarjeta telefónica. Intenté hacerlo por él mientras yo mismo hacía una llamada de aclaración de la verdad. Fue una mala idea. Ni la persona al teléfono abandonó el PCCh, ni conseguí añadir dinero a la tarjeta. Me di cuenta de que debía concentrarme en lo que hago. Así que colgué y ayudé al practicante a añadir dinero, en primer lugar. Esta vez funcionó inmediatamente. Después, llamé a la persona que había colgado. Esta vez, la persona aceptó renunciar al PCCh.

En este incidente, al principio, había puesto el "yo" en primer lugar. No quería que me retrasara y hacer la llamada de aclaración de la verdad. Cuando puse las necesidades de los demás en primer lugar, cumplí con el estándar de Dafa, entonces todo se volvió fácil.

Seguir aclarando la verdad sin importar cómo cambie el mundo

Durante la pandemia del virus del PCCh, mis compañeros practicantes y yo seguimos saliendo a aclarar la verdad, a pesar de la orden de confinamiento.

Al principio de la pandemia, Wuhan era la zona más afectada. Nos centramos en hacer llamadas telefónicas para aclarar la verdad en Wuhan. Cuando la gente de Wuhan escuchó las palabras de la suerte: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", pude sentir su felicidad y que agradecían nuestra sugerencia.

El PCCh trató de impedir que aclaráramos la verdad inhabilitando nuestras tarjetas telefónicas. A veces nos cancelaban las tarjetas telefónicas después de hacer algunas llamadas. A veces las tarjetas se bloqueaban incluso antes de que las usáramos. Dejamos de lado nuestro apego a las ganancias personales y seguimos haciendo las llamadas para aclarar la verdad.

Cuando nos enfrentábamos al peligro, le pedíamos al Maestro que nos fortaleciera y seguíamos enviando pensamientos rectos. Poco a poco se resolvió el problema del bloqueo de las tarjetas telefónicas. Seguimos diciendo a la gente la verdad de Dafa, y les pedimos que recordaran que "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas!", y que eso les traería bendiciones.

El año pasado, las elecciones presidenciales de Estados Unidos afectaron a mucha gente. Nos mantuvimos firmes y seguimos aclarando la verdad.

El Maestro dijo:

"Aunque es una lucha entre lo recto y lo perverso, ustedes tienen que asegurarse de que no sean interferidos, y al mismo tiempo aclaren aun más la verdad para salvar a la gente del mundo" (Al Fahui de Taiwán).

Entendimos que nosotros, los practicantes, no debemos vernos afectados por los cambios de la sociedad humana. Lo único que debemos hacer es salvar a más personas.

Bajo la campaña "reducción a cero" del PCCh, el ambiente se volvió tenso. Aun así, continuamos con nuestras llamadas telefónicas para aclarar la verdad.

Para obligarme a firmar una declaración de que dejaría de practicar Dafa, los funcionarios del PCCh acosaron a mi esposa y a mis padres. Intentaron que los miembros de mi familia firmaran la declaración por mí. Me alegró ver que los miembros de mi familia se resistieron a la campaña del PCCh y se negaron a firmar.

En julio, los funcionarios del PCCh llamaron a mi mujer y le preguntaron dónde estaba. Se negó a decirles nada. Me alegro de que tuviera pensamientos rectos y tomara la decisión correcta.

Después de hacer llamadas telefónicas para aclarar la verdad durante años, de alguna manera nos dimos cuenta de que el número de personas que podíamos salvar al día había disminuido. Antes podíamos salvar al menos a 20 personas al día. ¿Por qué está disminuyendo?

La nueva conferencia del Maestro muestra claramente lo que debemos hacer. Comprendí que debíamos cultivarnos, estudiar el Fa y aclarar la verdad. Nos recordamos que no debemos apegarnos al número de personas que renuncian al PCCh. Lo que debemos hacer es seguir aclarando la verdad y salvando a la gente cada día.

En el camino de la cultivación, hay momentos en los que me siento perdido y solo. En cada ocasión, el Maestro me insinuó que avanzara. Cada progreso que hice provino de Dafa. Cada mejora fue el resultado del fortalecimiento del Maestro. Cuanto más tiempo practico Dafa, más siento que Dafa es amplio y profundo. Siempre que afronto alguna dificultad o algún peligro, el Maestro está cerca de mí y me guía. Seguiré al Maestro, me cultivaré bien y cumpliré mi voto prehistórico.

¡Gracias Maestro de nuevo! Gracias, compañeros practicantes.

(18.º Fahui de China en Minghui.org)

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