(Minghui.org) El 9 de junio de 2019, yendo de camino a la escuela para recoger a mi nieta, me encontré con la madre de una de sus compañeras de clase. Caminamos juntas y hablamos durante todo el trayecto. Ella tosía mucho cada vez que hablaba. Me dio pena y la insté a que hiciera una consulta médica.

Me dijo: "He ido a los mejores médicos. Todos dijeron que no tenían cura para mi tos. Solo podían ofrecerme un tratamiento conservador y el resultado dependería del azar. La tos es así todos los días. No puedo evitarlo. Me siento muy incómoda. No puedo dormir bien. Tengo que levantarme en mitad de la noche, porque si no me quedaría sin aliento. A veces, me pregunto por qué mi vida es tan amarga. No tengo confianza en que pueda sobrevivir. ¿Qué debo hacer?".

Continuó diciendo: "No me atrevo a ponerme entre la multitud para recoger a mi hija después del colegio porque no puedo controlar mi tos incesante. La tos incomoda a los demás y me miran con caras raras. Espero en un lugar donde no haya nadie y recojo a mi hija cuando los demás padres y niños se han ido. Por lo tanto, siempre la recojo la última. Ella no lo entiende y a veces se enfada. Pero no se puede hacer de otra manera. No sé cuándo acabará este problema".

Le hablé de los beneficios para la salud de Falun Dafa y de cómo el Partido Comunista Chino (PCCh) lo ha estado persiguiendo. También la insté a que renunciara al PCCh y aceptó de inmediato.

Antes de despedirnos, le dije que si recitaba con sinceridad las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", sería bendecida. Y me dijo que lo intentaría.

Una semana después, nos volvimos a encontrar. Me saludó desde lejos: "¡Quiero contarte un milagro! Mi tos ha desaparecido sin necesidad de tomar ninguna medicina. Solo recité las frases auspiciosas cada día y la tos desapareció".

Le dije: "No tienes que darme las gracias. Solo te conté cuáles eran las palabras. Fue el Maestro de Dafa quien realmente te ayudó. Puedes darle las gracias a Él, el fundador de Falun Dafa".

Hay otra historia sobre mi hermana menor. Mi hermana empezó a fumar a los veinte años. En ese entonces tenía mala salud y siempre le dolía el pecho. Le faltaba el aire a menudo, sobre todo cuando se enfadaba. Tomaba medicamentos todos los días.

Un día fui a su casa. Me dijo: "Estos días me volvió a faltar el aire. Me siento cansada después de caminar unos pocos pasos. Es realmente molesto".

Le dije que recitara sinceramente las frases auspiciosas. Me dijo que lo haría, pero no me pareció que hablara en serio, sino que solo trataba de ser educada.

Un día, salió a hacer un recado. El problema surgió a mitad de camino. Se quedó sin aliento y se puso en cuclillas para recuperarlo. En ese momento, pensó en las benditas palabras que le había dicho y las recitó sinceramente unas cuantas veces. Pronto pudo respirar y ponerse de pie.

Estaba muy emocionada e inmediatamente me llamó. Me dijo: "¡Hermana, Falun Dafa es realmente milagroso! Me quedé sin aliento y casi me desmayé. Entonces recité las frases auspiciosas que me dijiste y funcionó. El milagro realmente ocurrió. ¡Esta vez sí creo en Dafa!".

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