(Minghui.org) Me hice practicante de Falun Dafa en marzo de 1997. Los esfuerzos de esclarecimiento de la verdad de los practicantes han permitido que muchas personas comprendan de qué se trata Dafa y por qué somos perseguidos. He notado que nuestra amabilidad ha impactado a la gente de forma positiva, y me gustaría compartir algunas historias con los lectores.

Mi marido y yo íbamos caminando a casa después de hablar con la gente sobre Falun Dafa y yo iba detrás de mi marido cuando pasó un hombre por delante. Le saludé y le entregué un folleto. Se bajó de la bicicleta para hablar conmigo y pareció tener una idea sobre Dafa. Entonces le di más información sobre la práctica, la persecución y la importancia de renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

El hombre estuvo de acuerdo en renunciar al Partido y a sus organizaciones afiliadas, y dijo: "¡Estás haciendo algo bueno! Pero ten cuidado". Se dio cuenta de que mi marido había girado la cabeza para mirarme y le preguntó quién era y por qué me miraba. "Es mi marido", le dije. "¡Oh! Lo vi mirándote y me preocupé por ti", dijo el hombre.

Sus palabras me alegraron el corazón. Todavía hay gente buena que se preocupa por los practicantes de Dafa a pesar de las mentiras y la persecución del PCCh.

En otra ocasión, fui a comprar a un gran mercado. Una vendedora me dio 10 yuanes de más. Inmediatamente le devolví el dinero y le hablé de Dafa y de la persecución. Ella aceptó renunciar al Partido y a sus organizaciones afiliadas.

Otra vendedora había oído nuestra conversación, así que le aclaré la verdad mientras le compraba fideos. Me dijo que ya había renunciado al Partido. Llevaba siete bolsas pequeñas de comida, y ella me ayudó a meterlas todas en una bolsa grande.

"¡Estás haciendo algo bueno!"

Mientras distribuía el libro El objetivo final del comunismo en un pequeño parque comunitario, me encontré con alguien que me resultaba familiar. No recordaba dónde le había conocido, así que le di un ejemplar. Tomó el libro y, tras una breve pausa, dijo: "¡Es un buen libro, un muy buen libro!".

Le dije que podía quedarse con el libro si quería. "Ya tengo un ejemplar", respondió. "¿Por qué no se lo das a otra persona y dejas que lo lea? ¡Estás haciendo algo bueno! Yo he prestado el mío a mis parientes y me lo han devuelto cuando han terminado. Mi ejemplar está bastante viejo y gastado".

Era una buena persona. Pensé que, gracias a que compartió el libro con otros, más personas llegaron a comprender la verdadera naturaleza del PCCh. ¡La gente nos ayuda a correr la voz!

La gente acude a nosotros para oír hablar de Dafa

Cuando salimos a esclarecer la verdad, no sabía por qué la gente se acercaba a menudo a nosotros, pero luego me di cuenta de que tenían relaciones predestinadas a escuchar sobre Falun Dafa.

Hace poco me encontré con una docena de trabajadores, y uno de ellos salió de la multitud, así que lo llamé. Me miró, algo sorprendido. Le hablé de Dafa y de la persecución y le ayudé a renunciar al PCCh. También aceptó dos amuletos y volvió al grupo.

Le pregunté al practicante que estaba a mi lado: "¿Por qué dejó el grupo para venir hasta nosotros?". El practicante respondió: "¡Ha venido a escuchar la verdad y a ser despertado!".

Los practicantes de Dafa están aquí para ofrecer la salvación a las personas buenas y a las que están perdidas y no conocen la verdad. Debo hacerlo mejor con el poco tiempo que me queda. Estudiaré el Fa diligentemente, me cultivaré bien, aclararé la verdad a más personas y haré bien las tres cosas.

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