(Minghui.org) Ronald Dworkin, un famoso estudioso del derecho constitucional estadounidense, dijo en una ocasión: "Somos súbditos del imperio de la ley, dependientes de sus métodos e ideales, por tanto, atados en espíritu mientras debatimos lo que debemos hacer".
Traducida del término hebreo shofet, la palabra "juez" también tiene el significado de "gobernante" en hebreo. Junto con los poderes legislativo y administrativo de Estados Unidos, el poder judicial es el tercer pilar que estabiliza una sociedad con la ley y el orden y un cimiento fundamental de la civilización moderna.
En los casos individuales, los jueces tienen un poder y una responsabilidad extraordinarios para determinar el destino de una persona. Pero cuando se trata de casos más significativos que conciernen al destino o a la dirección futura de un país, cualquier decisión que tomen los jueces influirá en la vida de todos en ese país.
Un buen juez debe interpretar la ley tal como está escrita y no dejarse influir por ningún poder político o financiero. Si los propios jueces son corruptos y se pliegan a los intereses propios o al poder autoritario, suele significar que la sociedad ya no es libre y no se rige por ningún sentido del orden adecuado.
A lo largo de la historia, cuando un país cae en manos de tiranos, los jueces suelen convertirse en herramientas de represión para promover los intereses de la clase dirigente, abandonando su sagrado deber de defender la justicia y mantener los controles y equilibrios.
Tomemos el ejemplo de China. Tras más de 70 años de gobierno del partido comunista chino, la mayoría de los jueces se han convertido en sellos de goma para el gobierno. Esto es especialmente cierto en la persecución de Falun Dafa, que dura ya 22 años, en la que los jueces han desempeñado un papel importante en la condena de practicantes inocentes que se mantienen firmes en su fe.
En la película Juicio en Nuremberg, un juez alemán decía: "Seguí el concepto que creía más elevado en mi profesión: sacrificar el propio sentido de la justicia a la autoridad del ordenamiento jurídico, preguntar solo qué es la ley- y no si hay también justicia". Los jueces de China dirían hoy lo mismo.
El primer juez que condenó a los practicantes de Falun Dafa muere de cáncer de pulmón
El 12 de noviembre de 1999, el primer caso de Falun Dafa en China se llevó a cabo en la ciudad de Haikou, provincia de Hainan, y Chen Yuanchao, del tribunal intermedio de la ciudad de Haikou, fue el juez que lo presidió. Condenó a cuatro practicantes de Falun Dafa a penas de entre dos y doce años de cárcel.
Poco después de la sentencia, Chen fue elogiado por el tribunal popular supremo y por Luo Gan, exjefe del comité de asuntos políticos y legales, un organismo clandestino que supervisa las ramas judicial y de seguridad pública.
Siguiendo las instrucciones de Luo, el primer tribunal penal de la ciudad de Haikou y el tribunal popular intermedio recibieron un premio grupal de segunda clase y Chen recibió un premio individual de segunda clase.
El 18 de marzo de 2002, a Chen se le diagnosticó un cáncer de pulmón y quedó postrado en la cama. Aun así, Luo emitió órdenes para promover su historia como el primer juez que juzgaba a practicantes de Falun Dafa en China. El tribunal supremo popular honró entonces a Chen con el título de "Juez Modelo Nacional", el tribunal supremo de la provincia de Hainan le concedió el "Premio Individual de Primera Clase" y el comité del partido comunista de la ciudad de Haikou reconoció a Chen como "Miembro Modelo del Partido Comunista".
Los premios no salvaron la vida de Chen. Murió el 2 de septiembre de 2003, a la edad de 52 años.
Recordatorio celestial para dejar de hacer el mal
Chen no fue el único juez en China que sufrió consecuencias por participar en la persecución de Falun Dafa.
Según la información recopilada por Minghui.org, que ha estado publicando relatos de primera mano de la persecución de Falun Dafa cada día durante los últimos 21 años, al menos 70 jueces que han participado en la persecución de Falun Dafa han muerto, la mayoría estaban en la cima de sus carreras. Algunos fueron alcanzados por un rayo, otros murieron de cáncer u otras enfermedades terminales, otros sufrieron graves accidentes de tráfico, otros cayeron al vacío y otros murieron de un disparo. En algunos casos, ni siquiera sus familias se salvaron.
En la cultura tradicional china, se cree que la muerte prematura o la desgracia son a menudo el resultado de una mala acción. Esta retribución de yeli se considera un recordatorio del Cielo para no cometer más actos malos.
Los jueces que violan su conciencia y condenan a los practicantes de Falun Dafa no solo persiguen a las personas buenas que simplemente tratan de vivir según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Tales decisiones sacuden la confianza de la gente en la ley y el orden y su fe en lo divino, lo que conduce a un rápido descenso de las normas morales en general.
A continuación, se detallan las muertes de cinco de estos jueces chinos.
1. Chen Jingqiang murió tras ser alcanzado por un rayo
Chen Jingqiang, ex vicepresidente del tribunal del condado de Kangping, en la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning, murió tras ser alcanzado por un rayo cuando se dirigía a pescar el 15 de agosto de 2014. Su muerte se produjo poco después de que utilizara sus contactos para obtener una condena suspendida de tres años por aceptar sobornos de mafiosos locales.
Un mes antes de su juicio, Chen, de 48 años, y otro juez, Fan Bin, condenaron a los practicantes de Falun Dafa, la Sra. Wang Jinfeng, a siete años de prisión y al Sr. Li Xiaoping a tres años. Fan Bin fue condenado a prisión en el mismo caso de soborno que Chen eludió.
2. Zhang Haitao murió de un ataque al corazón
En 2002, Zhang Haitao, el juez que presidía el tribunal del distrito de Jinshantun en la ciudad de Yichun, provincia de Heilongjiang, condenó a 21 practicantes de Falun Dafa a prisión. Entre ellos, el Sr. Qin Yueming, condenado a diez años, fue perseguido hasta la muerte en la prisión de Jiamusi. La Sra. Fu Guichun y el Sr. Li Changsheng también fallecieron por las secuelas de la tortura poco después de ser liberados.
Sus muertes no inquietaron a Zhang. El 18 de junio de 2009, condenó a tres practicantes a penas de entre ocho y once años. Un año más tarde, Zhang condenó a otros cuatro practicantes a entre tres y 12 años y luego condenó a otros dos practicantes a dos y cuatro años en 2014.
El 11 de enero de 2015, Zhang salió a comer con unos amigos. Mientras hablaban en el coche, bajó repentinamente la cabeza y murió de un ataque al corazón.
3. Chen Shuigen y Tang Chengji murieron de un derrame cerebral
Menos de un mes después de que el juez Chen Shuigen del tribunal de Qingyunpu en la ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, condenara a los practicantes de Falun Dafa, al Sr. Chen Xiangyang a 11 años, y a la Sra. Zhang Shujun a 10 años, se desplomó y murió de una hemorragia cerebral durante un receso del tribunal el 17 de noviembre de 2006. Tenía 50 años.
El juez Tang Chengji, del tribunal del condado de Pingjiang, en la provincia de Hunan, firmó una orden de confiscación de 60.000 yuanes en ahorros de la señora Jiang Xianyan el 7 de diciembre de 2006. A principios de febrero de 2007, Tang se desplomó y murió de un derrame cerebral. Tenía 42 años.
4. Gao Shanghui murió en un accidente de coche
Entre 2003 y 2006, Gao Shanghui, presidente del tribunal del condado de Jidong, en la provincia de Heilongjiang, condenó a prisión a varios practicantes de Falun Dafa.
El 3 de agosto de 2007, Gao y su esposa Deng Yujie, jueza del tribunal del distrito de Jiguan, llevaban a su hija a Harbin para que fuera examinada por un supuesto cáncer de mama. De camino a casa, un camión cargado con 12 toneladas de mercancías chocó contra el coche de Gao. Él, su esposa y el conductor Wang Jicai murieron en el lugar de los hechos.
5. Wang Fei murió de cáncer de hígado
A Wang Fei, presidente del tribunal intermedio de Nongbashi, en la ciudad de Shihezi, provincia de Xinjiang, se le diagnosticó cáncer de hígado el 8 de septiembre de 2007. Solo estuvo en el hospital tres días antes de morir el 13 de septiembre.
Wang conspiró con Huang Jun, funcionario de la pocuraduría local, para amenazar a sus subordinados con violencia y tentarlos con beneficios económicos (de 3.000 a 10.000 yuanes por caso de Falun Dafa) para obligarlos a tramitar casos de Falun Dafa.
En una ocasión, Wang apuntó con una pistola a la cabeza de un funcionario subordinado y lo amenazó diciéndole que tenía que ocuparse de los casos de Falun Dafa. El funcionario se negó a obedecer a Wang porque sabía que la persecución de Falun Dafa era ilegal.
Otros jueces sufrieron una retribución de yeli en forma de procesamiento, degradación o multas.
El juez Shu Pinghua, del tribunal intermedio de la ciudad de Xianning, en la provincia de Hubei, rechazó todos los casos de apelación presentados por los practicantes de Falun Dafa. En 2011, fue despedido de su cargo y condenado a 11 años por aceptar un soborno de 1,2 millones de yuanes.
Solo dos meses después de que Li Qingxin, presidente del tribunal del distrito de Sujiatun, en la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning, se jubilara en enero de 2012, fue investigado por malversación de fondos y corrupción y posteriormente condenado a prisión.
Mientras Li estaba en el cargo, participó activamente en la persecución de Falun Dafa y condenó personalmente a varios practicantes a largas penas de prisión.
Jueces de buen corazón perseguidos
Para muchos jueces chinos, participar en la persecución de Falun Dafa es un requisito previo para ascender o mejorar.
Los que se niegan a participar en la persecución o los que practican Falun Dafa se enfrentan a las represalias de las autoridades.
El Sr. Huang Jinchun era juez de la división civil del tribunal intermedio de la ciudad de Beihai, provincia de Guangxi. Como fue a Beijing a hacer un llamamiento a favor de Falun Dafa en septiembre de 1999, el jefe del comité de asuntos políticos y jurídicos de la Región Autónoma de Guangxi se mostró muy molesto con él.
Después de que el Sr. Huang fuera arrestado en Beijing, fue llevado de vuelta a Beihai y detenido durante 15 días. El tribunal lo despidió el 8 de noviembre porque se negó a dejar de practicar Falun Dafa. Una semana después, el 15 de noviembre de 2001, dos agentes de policía obligaron al Sr. Huang a ingresar en un hospital psiquiátrico, diciendo que cumplían órdenes de los dirigentes de la oficina provincial de seguridad pública.
En el hospital, le inyectaron tranquilizantes que le producían sueño todos los días.
Otro juez, el Sr. Hu Qingyun, atribuyó a Falun Dafa la curación de sus numerosas dolencias, como la leucemia aguda, hepatitis B, hepatitis C y tuberculosis, a pesar de que muchos expertos médicos le pronosticaron que solo le quedaban de uno a tres meses de vida.
El Sr. Hu dijo que la medicina moderna no ayudó. Sus células cancerosas aumentaron del 30% al 65% tras la quimioterapia. Perdió casi 12 kilos. No podía comer y solo podía tomar líquidos. Tenía un dolor constante y no podía moverse.
Para entonces, había decidido dejar la quimioterapia y otros tratamientos y centrarse en la práctica de Falun Dafa. Hizo los ejercicios de Falun Dafa en su cama de hospital. Dos meses después, su estado mejoró.
Después de que el régimen comunista ordenara la persecución de Falun Dafa, el Sr. Hu, que era el exjefe de departamento del tribunal superior de la provincia de Jiangxi, escribió en varias ocasiones cartas a los dirigentes del estado en las que describía cómo Falun Dafa había restaurado su maltrecho cuerpo. Por ello, fue detenido en julio y de nuevo en octubre de 1999. Posteriormente fue condenado a prisión y no se le permitió practicar Falun Dafa. Su leucemia recayó cuando estaba en prisión y murió el 22 de marzo de 2001 en el hospital de la prisión de Jiangxi.
Antes de fallecer, Hu escribió una carta abierta en la que instaba a las autoridades a dejar de perseguir a Falun Dafa. Dijo: "Como cultivador, nos beneficiamos de primera mano de la práctica. Sabemos claramente cómo ser una persona noble y moral, no alguien que sigue ciegamente o es controlado por alguien, como la propaganda calumniosa del gobierno difama a los practicantes de Falun Dafa. No es nada parecido a lo que han pensado los que no practican Falun Dafa. Para nosotros, que hemos despertado a la verdad del universo, no hay manera de renunciar a nuestra fe. Por favor, compréndanos".
Epílogo
La persecución de Falun Dafa ha entrado en su vigésimo segundo año. Con la supresión de los valores universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, las normas sociales y los estándares morales en China disminuyeron bruscamente: desde la leche en polvo tóxica hasta el "aceite de alcantarilla", desde los bollos rellenos de cartón hasta las vacunas falsas, la gente no se detiene ante ninguna maldad para ganar dinero y perseguir la fama personal.
De hecho, no solo la corrupción de los jueces perjudica a la sociedad, sino también los profesores y los médicos. Cuando los maestros de escuela se convierten en portavoces del régimen comunista e inculcan falsedades, odio e ideologías de lucha de clases en las mentes de los jóvenes, y cuando los médicos, que se supone que deben salvar vidas, se convierten en asesinos que matan a los practicantes de Falun Dafa por sus órganos, el daño que hacen a la sociedad en su conjunto es simplemente demasiado profundo para describirlo.
Antes de morir, Tuo Yuying, una jueza del tribunal del condado de Huining, en la provincia de Gansu, se disculpó con su familia, diciendo que fue por haber perseguido a los practicantes de Falun Dafa que desarrolló un cáncer, que era una retribución del yeli.
De hecho, cada vida es preciosa. El castigo en forma de muerte puede no ser lo que la divinidad pretende realmente para las personas. Durante los últimos 22 años, los practicantes de Falun Dafa han perseverado en la concienciación sobre la persecución y han intentado persuadir a los autores para que dejen de cometer más crímenes, quieren evitar estas trágicas muertes.
El partido comunista chino ha determinado su propio destino al elegir un camino malvado que va en contra de la humanidad. Pero a todas las personas que viven bajo este sistema, lo divino les sigue dando la oportunidad de tomar su propia decisión: seguir los pasos del juez Chen Yuanchao o elegir ser un alma libre y dejar de estar controlada por el régimen comunista.
Ahora que la humanidad se encuentra en un momento tan crítico de la historia, el camino que elijamos puede ser la elección más importante para todos nosotros.
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Categoría: El mal sufre castigo