(Minghui.org) Recientemente Minghui.org confirmó que dos residentes de la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang, fallecieron en 2018 y 2019, respectivamente, como resultado de la persecución a su fe en Falun Dafa, una disciplina de cuerpo y mente perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Liu Jinghua

Un grupo de policías fue a la casa de la Sra. Liu Jinghua el 5 de septiembre de 2017, al sospechar que había estado involucrada en la instalación de una pancarta que decía "Falun Dafa es bueno" en una plaza en enero de 2017.

La Sra. Liu no estaba en casa en ese momento, así que la policía pidió los números de teléfono de su marido y de los vecinos. Cuando la policía regresó para acosar a la Sra. Liu el 2 de febrero de 2018, ella decidió irse a vivir lejos de su casa para evitar el acoso.

Después de sufrir varios meses de aislamiento, encontraron a la Sra. Liu muerta en un lugar de alquiler a finales de 2018. Tenía 56 años.

La Sra. Liu Guiyun

Antes de empezar a practicar Falun Dafa en 1998, la Sra. Liu Guiyun luchó por superar el asesinato de su hija adolescente por un delincuente. Al ver que estaba desconsolada, su vecino le presentó a Falun Dafa. Las enseñanzas de Falun Dafa le ayudaron a entender la relación kármica de las cosas mundanas y le dieron la fuerza para seguir adelante en la vida.

Después de que el régimen comunista comenzara la persecución a Falun Dafa, la Sra. Liu fue a Beijing para apelar por el derecho a practicar Falun Dafa el 26 de abril de 2000. Antes de llegar a la oficina nacional de apelaciones, fue arrestada por un policía vestido de civil. Después de tres días de detención, fue trasladada de nuevo a Heilongjiang y puesta en un centro de detención en Harbin. Diecinueve días después, fue trasladada a un centro de ancianos y retenida allí una semana más.

Durante su detención, primero la policía extorsionó a su familia con 2.000 yuanes para cubrir los gastos de viaje de la policía a Beijing y luego otros 2.000 yuanes para pagar su comida mientras estaba detenida.

La Sra. Liu fue detenida nuevamente el 23 de mayo de 2003 después de haber sido denunciada por hablar con la gente sobre Falun Dafa. Estuvo retenida en la comisaría durante algunas horas y la policía extorsionó 5.000 yuanes a su hermano a cambio de su liberación.

Un grupo de funcionarios de la aldea entraron a la fuerza a la casa de la Sra. Liu el 28 de febrero de 2004 mientras ella estaba cocinando. Saquearon su casa y confiscaron sus libros de Falun Dafa. La mantuvieron en el centro de detención de Shuangcheng durante 12 días, y luego la trasladaron al campo de trabajos forzados de Wanjia para cumplir un período de un año y medio.

La Sra. Liu recordó una vez la tortura que sufrió en el campo de trabajo. Dijo: "Todos los practicantes de Falun Dafa recién ingresados fueron retenidos primero en el pabellón de entrenamiento. Me ordenaron correr en vueltas desde la mañana hasta la tarde, con un breve descanso al mediodía. Si estaba demasiado cansada para seguir corriendo, los guardias me azotaban.

"Después de ser transferida a la sala regular, me obligaron a hacer palillos de 6 a. m. a 8 p. m. A todos nos dieron metas. No nos dejaban dormir si no terminábamos nuestras metas.

"Como hacía los ejercicios de Falun Dafa, los guardias me golpeaban con un palo, hasta el punto en el que ya no podía moverme. También me mantuvieron en aislamiento y me obligaron a sentarme en un pequeño taburete sin moverme, mientras veía videos de propaganda que atacaban a Falun Dafa. Si no seguía sus reglas, me golpeaban y me insultaban verbalmente".

"Todos los días, nos obligaban a cerrar el puño y criticar a Falun Dafa y a nuestro maestro tres veces. También nos golpeaban si no cumplíamos. Ser forzado a hacer esto me causó una tremenda presión mental. Mi salud se deterioró rápidamente. Me sentía muy débil y no tenía ganas de comer. Quedé demacrada rápidamente. Temiendo morir en el campo de trabajo, los guardias me liberaron antes de tiempo".

La salud de la Sra. Liu continuó deteriorándose después de ser liberada. Tenía problemas para caminar y no podía retener la comida. Después de reanudar la práctica de Falun Dafa, se recuperó gradualmente. En 2019, comenzó a experimentar serios síntomas de nuevo. No podía comer y seguía tosiendo. En un chequeo en el hospital le indicaron que tenía tuberculosis. En los últimos meses de su vida, estaba postrada en cama, incapacitada y mentalmente desorientada. Falleció en noviembre de 2019, a la edad de 64 años.