(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1997. En los primeros años de mi cultivación, tenía una y otra vez el mismo sueño: la luna brillaba junto a unos resplandecientes caracteres dorados escritos en el cielo, muchos de los cuales no podía reconocer.
Veinte años después pude entender lo que significaba aquel sueño, cuando el Maestro me concedió una pluma mágica y me permitió validar Dafa con mi escritura.
He aclarado la verdad sobre Falun Dafa a la gente cara a cara durante muchos años. La primavera pasada conocí a una practicante anciana, la tía May, quien me contó muchas historias sorprendentes que le habían sucedido a ella misma y a los practicantes de su ciudad natal. Quise escribir aquellas historias y enviarlas a la página web Minghui. Pero retrasaba una y otra vez el plan, porque sentía que mis capacidades como escritor no estaban a la altura.
Una noche del verano pasado, soñé que estaba haciendo un examen. El tiempo se estaba acabando. La mayoría de los estudiantes terminaron y se fueron. A mí todavía me quedaban dos páginas que contestar de mi hoja de respuestas.
En las dos últimas hojas había una gran variedad de flores impresas. La prueba consistía en describir las flores. Además, de la manera que fuera, en mi descripción tenía que nombrar a una persona. Pensé por un momento y luego escribí cuidadosamente: "Mi padre plantó flores de colores en el jardín".
El profesor que estaba haciendo el examen me sonrió y dijo: "¡Buen trabajo!".
Al siguiente día, compartí mi sueño con algunos compañeros practicantes. Todos estuvieron de acuerdo en que este era un mensaje del Maestro, que me animaba a escribir las historias de los practicantes de Dafa.
Entonces recordé un poema del Maestro:
(Escrito al estilo de la poesía lírica de la dinastía Yuan)
Decenas de miles de puros lotos que he plantado
Todos florecen juntos pese a la nieve y al severo frío
El cielo se aclara, la primavera viene y llena el jardín
Las flores divinas exhiben cientos de formas
La brisa fragante penetra, y flota más allá de los cielos
(El loto, Hong Yin (II))
Pensé que como practicante de Dafa del período final de la rectificación del Fa debía apurarme, tomar la pluma mágica que me había otorgado el Maestro, contar las historias de los practicantes de Dafa y ayudar a más gente a conocer la verdad para que obtengan un futuro resplandeciente.
El Maestro Li (el fundador) ha hecho los mejores arreglos en cada paso de mi cultivación. Durante los últimos dos años, tenía que quedarme en casa durante todo el día para cuidar de mi suegra, que padece una enfermedad crónica. Por lo tanto, no tenía mucho tiempo para salir a aclarar la verdad. Pero el Maestro arregló que yo aclarara la verdad y salvara a la gente escribiendo desde casa.
Decidí renunciar a mi deseo humano de escribir cosas hermosas. En su lugar, escribí la honesta historia de la tía May, la ocasión en que superó tres grandes pruebas de yeli de enfermedad en un mes. A pesar de experimentar parálisis facial, vómitos de sangre y herpes zóster, la tía May creyó con firmeza en el Maestro y en Dafa. Todos en su familia quedaron asombrados: "Se curó simplemente practicando Falun Dafa sin tomar ningún medicamento. ¡Es realmente un milagro!". Cuando el artículo se publicó en la página web de Minghui, gané más confianza.
Algún tiempo después, un compañero practicante me contó un incidente que tuvo lugar en su ciudad natal. Un practicante sufrió un accidente de tráfico y se fracturó el cráneo. Sin embargo, se las arregló para recuperarse totalmente practicando Falun Dafa: "Causó una gran repercusión en mi ciudad", comentó el practicante. "Dos años después, la gente sigue hablando de aquello. Sería estupendo si usted nos pudiera ayudar a escribir un artículo sobre aquello. Nadie en mi ciudad fue capaz de hacerlo". Después de pedirle más detalles, pasé dos noches escribiendo un artículo que realmente mostraba el extraordinario poder de Dafa.
Cooperando como un solo cuerpo
La tía May me invitó a su ciudad natal. Acepté su invitación con mucho gusto porque quería recopilar más historias de los practicantes de Dafa.
Viajamos varios cientos de kilómetros y cuando el autobús entró al pueblo de la tía May, las lágrimas rodaron por mi cara incontroladas.
Recordé las palabras del Maestro:
"La maldad que establecieron las viejas fuerzas utilizando fuego y sangre no quiere que Dafa se manifieste.
Pero ustedes, por la convicción inalterable, por el voto sagrado de venir al mundo, por la relación predestinada de vida tras vida, por la comprensión racional de Dafa, y al mismo tiempo, por la garantía fundamental del pensamiento recto y el poder del Fa, que les dio Dafa, ¡ustedes lo han atravesado!" (Al Fahui de Canadá).
Pensé que estaba predestinado que fuera, para realizar algunas tareas esenciales que debía completar. De hecho, sentí en mi primera reunión con los practicantes locales, como si me encontrara con viejos amigos.
Conocí a una pareja muy vigorosa de ancianos que practicaban desde hacía tiempo: "Mi marido y yo tenemos casi 90 años", me dijo la esposa. "¡Pero no dejaremos que nuestra edad nos impida salvar a la gente!".
"Es un honor seguir al Maestro en la validación del Fa. Salvar a la gente es nuestro deber. Podemos hacerlo bien y lo haremos", añadió el marido.
Por otros practicantes, me enteré de que esta pareja de ancianos había sido diligente en su cultivación. Siempre cooperaban bien con los demás practicantes cuando participaban en las actividades de aclaración de la verdad. Cuando corrían riesgos durante la persecución, siempre pensaban primero en proteger a los otros practicantes.
Escribí sus historias y envié el artículo a Minghui. Cuando se publicó, la policía local estaba acosando a la pareja. Un compañero imprimió el artículo y se lo llevó a la pareja. Se animaron mucho: "¡Nuestras historias están en Minghui! ¡Debemos esforzarnos por hacerlo aún mejor!".
Mantuvieron pensamientos rectos y no reconocieron el arreglo de la vieja fuerza. Pronto, la interferencia desapareció.
En las semanas siguientes recibí muchos borradores de artículos de practicantes de mi ciudad y de otra. Algunos de los artículos que envié a Minghui no se publicaron. Deseaban que los ayudara a corregir a mejorar los artículos que les enviaban. Me alegré mucho de poder ayudar. Vi esto como una buena oportunidad para cooperar con otros practicantes y mejorarnos. Puse mi corazón en ello. La mayoría de los borradores, los edité mucho, cuidando de mantener sus significados originales. A veces sentía que las historias no estaban completas, que pedía más detalles, así que se los añadía. Pronto, comenzaron a aparecer los artículos editados en Minghui, uno tras otro. Todos los practicantes se emocionaban al ver sus historias de cultivación publicadas en Minghui, lo que les animaba a cultivarse aún mejor.
El maestro nos dijo:
"La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu" (Primera Lección, Zhuan Falun).
Sabía que todas estas circunstancias fueron arregladas por el Maestro. ¡Todos nuestros logros son otorgados por nuestro misericordioso Maestro!
También alenté a los practicantes que me rodeaban para que empezaran a escribir y enviar sus artículos a las conferencias de intercambio de experiencias de cultivación del Fa en Internet. Les aconsejé que no se preocuparan por sus niveles de formación educativa. Escribir experiencias de cultivación para compartir es, en sí mismo, validar Dafa. Es contar la verdad sobre Dafa y salvar a la gente. A los que decían que no sabían escribir artículos, les dije que escribieran lo mismo que le dirían a alguien cuando le aclaraban la verdad cara a cara. Varios practicantes empezaron a escribir y sus artículos fueron aceptados y pronto fueron publicados en Minghui.
Eliminando el yeli
Antes del último Año Nuevo Chino, estaba ocupada escribiendo varios artículos. A menudo trabajaba hasta muy tarde, a veces hasta la 1:00 o 2:00 a. m., ya que quería hacerlos antes de la víspera de Año Nuevo. Como me centraba en estos artículos, pasé menos tiempo estudiando el Fa, haciendo los ejercicios y enviando pensamientos rectos.
Mi suegra también necesitaba cuidados constantes. Entre mi marido, las hermanas de mi marido y yo la cuidabamos. Las hermanas de mi marido se excusaban diciendo que su propia salud no era buena, así que mi marido y yo terminábamos haciendo la mayor parte del trabajo. Esto me hizo invertir mucho tiempo e interfirió con mis planes. Aunque sabía que las quejas, la mentalidad de lucha y los celos son todos apegos humanos, no los eliminé de inmediato, a pesar de notar su manifestación.
Acumulé yeli y el dolor comenzó a aflorar en mi abdomen izquierdo. Unos diez días después, se desarrollaron dolores agudos en mi muslo izquierdo. Sentía calambres, que me despertaban varias veces durante la noche.
Al darme cuenta de que me había retrasado en mi cultivación, me exigí más aumentando el tiempo que dedicaba al estudio del Fa, a hacer ejercicios y a enviar pensamientos rectos. Miré hacia adentro y traté de eliminar mi egoísmo. Al ponerme en el lugar de mi cuñada, me di cuenta de que tenía más de 60 años de edad y problemas de salud. Le resultaría difícil cuidar apropiadamente de mi suegra. En cambio, yo era una cultivadora que no debería preocuparse tanto por las pérdidas y ganancias personales. Estaba obligada a mantenerme en un nivel más alto.
El Maestro ha dicho:
"Sea lo que sea que experimenten durante la cultivación -sea bueno o malo- es bueno, ya que esto sólo ocurre porque ustedes se están cultivando" (Al fahui de Chicago, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).
Ya sea que el dolor en mi cuerpo se deba a la eliminación de yeli o al desarrollo del gong, lo trataré como algo bueno. Con este pensamiento, de repente vi la luz. Como cultivadora, mi camino ha sido arreglado por el Maestro. Todo lo que necesito hacer es cultivarme bien y hacer bien las tres cosas.
Esa noche, me dolió especialmente el abdomen. Con una mano presionaba mi abdomen para aliviar el dolor punzante y con la otra mano escribía un artículo. De hecho, escribir artículos es, en sí mismo, un proceso de mirar hacia adentro y mejorar el carácter.
Al día siguiente, todos mis dolores habían desaparecido. ¡El Maestro había limpiado mi cuerpo!
Entendiendo el Fa
Este verano, conocí a una practicante que habló mucho conmigo sobre su experiencia en la cultivación. Un día, habló sobre su comprensión del "vacío" y la "nada". Sentí que su comprensión era novedosa, única e interesante. Después de varias conversaciones, escribí sus historias de cultivación. Al final de los artículos, la cité directamente hablando sobre el "vacío" y la "nada".
El artículo se envió a Minghui, pero no fue publicado. Todos los artículos que envié después se publicaron. Pero ese no aparecía.
Revisé el artículo. Entonces, busqué lo que el Maestro dijo sobre el "vacío" y la "nada". Me sorprendí cuando descubrí que sus palabras sobre el tema malinterpretaban la enseñanza del Maestro.
Me avergoncé, ya que esto significaba que yo tampoco entendía completamente el Fa y ¡había cometido un terrible error!
Leí repetidamente ¿Qué es el Vacío? de Escrituras esenciales para mayor avance hasta que mis pensamientos se alinearon completamente con el Fa. Entonces, procedí a discutir este asunto con la practicante. Se dio cuenta muy rápido de su mala interpretación.
He estado escribiendo artículos para Minghui desde hace más de un año. El Maestro ha estado continuamente guiándome y animándome durante todo el proceso. Siempre recordaré lo que el Maestro nos dijo:
"Que todos hagan bien los asuntos que quedan, y avancen al futuro con vuestro proceso de xiulian sin remordimientos" (Al Fahui de Canadá).
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Categoría: Aclarando la verdad