(Minghui.org) En torno al 20 de julio del 2000, la policía secuestró y condujo a un centro de lavado de cerebro a dos docenas de practicantes de Falun Dafa de mi zona. Yo me encontraba entre ellos. Tanto los policías como los guardias del centro intentaron hacernos abandonar nuestra fe. Con pensamientos y acciones rectas evitamos que nos lavaran el cerebro. Recuerdo haber escrito la siguiente frase: “Me siento tan afortunado de haber encontrado Falun Dafa a la edad de 50 años. No dejaré de cultivarme hasta alcanzar la consumación”.

Esto pasó hace 20 años. Desde que empezó la persecución, el Maestro siempre me ha llevado de la mano y me ha protegido. Cada paso que he dado en mi camino, he contado con la orientación y la protección del Maestro Li Hongzhi. No encuentro palabras que expresen mi aprecio, así que nunca se me ocurriría aflojar en mi cultivación. Todos los días me exijo y realizo esfuerzos para avanzar diligentemente.

No he dejado de hacer los ejercicios ni un solo día en los últimos 22 años. Creo que no podría considerarme un cultivador si no hiciera los ejercicios. Así que siempre los hago, sin importar si me encuentro en casa, fuera de la ciudad o en un tren con destino a Beijing para apelar por Falun Dafa. He participado en los ejercicios diarios matutinos a nivel global, desde que comenzaron a hacerse. Desde que publicaron la música nueva de los ejercicios en 2018, me levanto de la cama a las 3:20 a. m. para los ejercicios durante 150 minutos.

Comienzo a estudiar el Fa a las 7:30 a. m. todos los días. Le dedico la mayor parte de mi tiempo a memorizar Zhuan Falun y Hong Yin. Hace poco, memoricé uno de los últimos artículos del Maestro: Raciocinio. Ahora, memorizo Zhuan Falun y Hong Yin V. Leo y memorizo el Fa hasta las 9:55 a. m. y salgo a aclarar la verdad. Después del almuerzo, vuelvo a estudiar el Fa. También lo estudio por la noche. Si me encuentro en un buen estado, leo hasta las 11:30 p. m. Cuando mi estado no es tan bueno, paro a las 9:55 p. m. y envío pensamientos rectos. Luego leo los artículos de los practicantes en Minghui.org o envío al sitio web de Epoch Times la lista de personas que renunciaron al partido comunista chino (PCCh) ese día. En los últimos años, he memorizado los primeros cuatro Hong Yin (I a IV) y ahora trato de memorizar el quinto. Actualmente memorizo algunas páginas de Zhuan Falun antes de ocuparme con Hong Yin V. Planeo leer todas las otras conferencias en cuanto acabe de memorizar Zhuan Falun. Siempre me siento en la posición de la flor de loto para memorizar el Fa.

Pocas veces he dejado de enviar pensamientos rectos en los cuatro horarios globales. Si alguna lo vez no lo hice, por alguna extraordinaria razón, siempre lo recupero. A las 6:00 de la mañana, a mediodía y a las 6:00 de la tarde envío pensamientos rectos durante 30 minutos, pero solo lo hago durante 10 minutos a medianoche, debido a la somnolencia. Si estoy en casa, envío 10 minutos de pensamientos rectos a cada hora en punto. Mientras estoy aclarando la verdad, envío pensamientos rectos todo el tiempo.

Me puse una regla: debo aclarar la verdad cara a cara todos los días, y debo convencer a diario al menos a 10 personas de que renuncien al PCCh. No vuelvo a casa hasta que lo consigo. No he dejado ni un día de cumplirla. En la víspera del Año Nuevo Chino, con la ayuda del Maestro, convencí a 16 personas de que renunciaran el PCCh. Regresé a casa en el momento en que mi familia se disponía a comenzar la cena de Año Nuevo.

Cuando empezó la pandemia, mis hijos me suplicaron: "Deja de salir a la calle. Eres una cultivadora, así que no te contagiarán el virus, pero podrías traerlo aquí a casa e infectarnos". Les dije: "Los virus no se atreven a acercarse a un cultivador. ¿Cómo podría traerlo conmigo a casa? Estoy tratando de salvar a la gente. Es una buena acción. Serán bendecidos. Y de todos modos, todos han renunciado al PCCh. El virus tampoco los infectará. No se preocupen, no ocurrirá ningún problema". Se quedaron convencidos.

Salía a aclarar la verdad todos los días durante la temporada del Año Nuevo Chino. Al principio, no llevaba máscara. Pero descubrí que la gente no se atrevía a hablar conmigo, así que también me puse una máscara. Con la máscara puesta, me resultaba un poco difícil hablar cara a cara. Casi tenía que gritar. Hablé con casi todos los que me encontraba en mi barrio residencial. La gente se mostraba dispuesta a escucharme. Les decía: "Soy una practicante de Falun Gong y estoy haciendo buenas obras. Durante la pandemia, mi Maestro nos pide que salvemos a la gente. Si eres miembro del PCCh o de sus organizaciones afiliadas y has hecho la promesa de dedicar tu vida al partido, deberías renunciar y recuperar tu vida". La mayoría aceptaba renunciar. Luego les decía que recordaran que recitar: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es buena" podría salvarles la vida en un momento crucial.

Llevo copias de los folletos de aclaración de la verdad para dárselas a la gente que puede aceptar lo que les digo. Les pido que pasen los folletos a sus familiares y amigos cuando los hayan leído. Les entrego el folleto con respeto y les digo que puede salvar vidas. La mayoría de la gente se alegra de aceptarlo. También tengo amuletos que dicen: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Compasión-Tolerancia es bueno" para la gente que los quiere. No obligo a la gente a tomarlos, porque generarían yeli (karma) si no los apreciaran y se deshicieran de ellos a la ligera.

Durante la pandemia, el número de personas a las que he convencido para que abandonen el partido ha sido casi el mismo que el habitual. Sé que el Maestro está siempre conmigo, protegiéndome. Mientras tenga el corazón para salvar a la gente, seré capaz de hacerlo.

Hay una docena de practicantes en mi área. Dos de ellos son jóvenes, pero no saben cómo usar Internet. Otros tienen mi edad, y tampoco saben cómo usar Internet. Sin embargo, todos se toman muy en serio la aclaración de la verdad cara a cara. Solía imprimir ejemplares del Minghui Weekly para ellos. Pero leerlo lleva mucho tiempo, y no tenían espacio para guardar las copias a medida que se iban acumulando. El año pasado los convencí para que se compraran reproductores MP3. Cada martes, descargo la grabación de audio del Minghui Weekly y la instalo en sus aparatos. Los recogen en mi casa. Cuando la pandemia comenzó, algunos practicantes dejaron de salir, por miedo o por el confinamiento, así que les entrego reproductores de MP3.

Una practicante de 80 años usa una silla de ruedas. Le entrego el reproductor de MP3 cada semana. Le pide a su hijo y a su nuera que la saquen a pasear para que aclare la verdad. Incluso durante la pandemia, era capaz de convencer a gente de que renunciara el partido. También instalo grabaciones de otros materiales de aclaración de la verdad en los reproductores de MP3, para que todos puedan seguir la tendencia de la rectificación del Fa. Los resultados han sido buenos. Todo el mundo ha sido capaz de aclarar la verdad durante la pandemia. Nos decimos unos a otros: "Tómense de la mano y no dejen a nadie atrás. Vayamos juntos a casa con el Maestro".

Los compañeros me dan sus listas de personas a las que han convencido para renunciar al partido. Siempre reviso las listas cuidadosamente, porque algunas personas pueden usar el mismo seudónimo. Si eso sucede, escribo uno de los nombres en una lista diferente, asegurándome de no dejar que el mismo nombre aparezca en una lista más de una vez. Siempre subo las listas al sitio web de Epoch Times tan pronto como los practicantes me entregan las listas. Si no puedo reconocer ciertas palabras, no trato de adivinarlas. Hago una marca y le pregunto al compañero practicante sobre ello al día siguiente. Publico listas con más de 300 renuncias cada semana. Reviso dos veces el sitio web de Epoch Times para asegurarme de que todo está en orden. Si los editores de Epoch Times tienen preguntas, respondo inmediatamente.

El tiempo que nos queda para cultivarnos proviene de la tremenda resistencia del Maestro. Para un cultivador, lo más valioso es el tiempo. Los discípulos de Dafa durante el período de la rectificación del Fa tienen la tarea de salvar a la gente. Así que para nosotros, el tiempo es vida, porque salvar vidas requiere tiempo. Como para salvar a más gente, debemos leer el Fa para obtener más poder, valorar cada segundo. He reducido el tiempo que duermo. Durante muchos años, nunca dormí más de cinco horas al día. A veces envío pensamientos rectos a las 11:00 de la noche, me voy a la cama, y luego envío pensamientos justos a medianoche. Me levanto a las 3:20 a. m. y me quedo despierta. Incluso cuando a veces tengo mucho sueño después del almuerzo, no me duermo. En su lugar, hago una hora de meditación y una hora y media de ejercicios de pie. A veces, me voy a la cama después de enviar pensamientos rectos a medianoche. Rara vez dejo de levantarme a las 3:20 a. m., pero si no me duermo hasta tarde, me levanto antes de las 5:00. He experimentado que cuanto más duermo, más confusa se vuelve mi mente. Reducir el sueño me ahorra mucho tiempo.

Escucho las grabaciones de audio del Minghui Weekly y otros artículos de los practicantes cuando hago las tareas domésticas y como.

Hago comidas sencillas. No soy una buena cocinera. Cuando era joven, mi marido cocinaba para la familia. Después de que empecé a cultivarme, hacía cuanto podía. A menudo hago sopa, porque no hay que dedicarle mucho tiempo. Además, puedo dejar lo que sobra para hacer otras dos o incluso cuatro comidas. Mis dos hijas son amables con sus padres. Viven cerca y a veces nos preparan el almuerzo. No quiero agobiarlas, así que a menudo nos preparo el almuerzo. Los fines de semana, vienen a almorzar con nosotros, así que dispongo de tiempo para leer el Fa después de volver de aclarar la verdad. Después de la comida estoy dispuesta a lavar los platos, pero mis hijas siempre lo hacen por mí. "Adelante, lee el Fa". Vamos a lavar los platos". También me ayudan a que ahorre tiempo.

Si alguien me pregunta qué es lo que más valoro, mi respuesta sería el tiempo.

Casi nunca he llevado un teléfono móvil en los últimos 20 años. El Maestro nos ha recordado muchas veces que prestemos atención a la seguridad de los celulares. Al principio, mi familia se quejó de que no podían localizarme. Pacientemente les expliqué las razones. Ahora están acostumbrados. Si por alguna razón especial debo llevar un celular, lo dejo en casa justo después de usarlo. También pongo el teléfono en un rincón remoto de mi casa cuando los practicantes me visitan o cuando estoy haciendo materiales de aclaración de la verdad. No uso plataformas de redes sociales. Mi teléfono solo hace y recibe llamadas.

Creo que Minghui.org está bajo la vigilancia del Maestro, y nadie puede bloquear el sitio web, así que entro al sitio web todos los días.

Hay cámaras de vigilancia alrededor de mi edificio. A menudo les hablo: "Ustedes también son vidas que han venido por el Fa. No colaboren con el mal. No espíen a los practicantes de Dafa. Cuando los practicantes entren en su campo de visión, deben cerrar los ojos inmediatamente. No ofrezcan ninguna información al mal, pues la usarán como evidencia para perseguir a los practicantes. Deben tomar la decisión correcta para disfrutar de un buen futuro". Creo que las cámaras me entienden y se abstienen de hacer cosas malas.

Estas son mis propias experiencias y entendimientos.

¡Gracias, Maestro! Gracias, compañeros practicantes.