(Minghui.org) Llegué a conocer a Falun Dafa a través de mis hermanas, en 2003. En ese momento, tenía enfermedades del corazón, presión arterial alta y neuralgia del trigémino, que casi me cuesta la vida.
Vi milagros de Dafa demostrados por mis hermanas, ya que se beneficiaron enormemente de la práctica a lo largo de los años. Fui especialmente testigo de los efectos milagrosos de Falun Dafa en eliminar las enfermedades y ayudar a la gente a mantenerse en forma.
Estaba plagado de varias enfermedades y quería tener un cuerpo sano también, así que empecé a cultivarme en Dafa. Después de empezar a estudiar el Fa, sentí que todo a mi alrededor cambiaba; el cielo era diferente, y el suelo se veía diferente también.
Me volví muy grande, como si ya no estuviera en esta dimensión; Estaba aislado de todo en este mundo. Las palabras no pueden expresar la grandeza, era tan hermoso. Sentía todos los días que Shifu Li me estaba elevando y enviando hacia adelante; cada día era diferente.
Mientras continuaba practicando, comprendí el contenido más profundo de Dafa. ¡Esta oportunidad de cultivación es tan preciosa!
Cada vez que dejaba el libro Zhuan Falun, no podía evitar tararear las canciones compuestas por discípulos de Dafa. Sentía gozo desde el fondo de mi corazón. Pero también sentía pena de no haber obtenido el Fa antes.
Estableciendo un sitio de producción de materiales
Cuatro meses después de empezar a practicar Falun Dafa, un practicante veterano me llevó a una conferencia de intercambio de experiencias de cultivación. Esta fue la primera vez que asistí a una conferencia como esta.
Estaba muy emocionado ya que nunca antes había visto a tantos practicantes, y tampoco había escuchado hablar sobre compartir experiencias de cultivación. Escuché atentamente cómo otros practicantes mantuvieron su fuerte fe frente a una persecución tan severa.
Los practicantes de fuera de nuestro condado trajeron tres impresoras, que habían sido encargadas con antelación. Sin embargo, una de las impresoras ya no era necesaria, porque no se podía contactar al practicante que la había solicitado. Los practicantes y coordinadores en nuestra área estaban muy preocupados.
No sé cómo encontré el valor en ese momento, pero dije: "¿Puedo llevarla a mi casa?".
Los practicantes veteranos me miraron, sorprendidos. Desde entonces, he estado trabajando en hacer materiales de aclaración de la verdad, y caminando por mi propio sendero sagrado de ayudar a salvar a los seres conscientes.
Shifu dijo:
“Si vas, entonces sigue cultivándote; si no vas, si no puedes cultivarte, entonces de ahora en adelante no pienses más en el xiulian. A excepción de los demonios que te engañan, no habrá nadie que te enseñe y no te será posible cultivarte de ahí en adelante” (Octava Lección, Zhuan Falun).
Le dije a Shifu: "Shifu, puedo hacerlo, puedo cultivarme. Por favor, protéjame. No importa lo difícil y peligroso que sea el camino, lo haré. Sé que me sacó del infierno, me limpió y me dio lo mejor para cultivarme en un fo".
En 2004, en nuestra área había espías fingiendo ser practicantes, lo que llevó a que algunos practicantes sean arrestados ilegalmente. Algunos fueron perseguidos hasta el punto de tener que quedarse sin hogar, y todos los sitios de producción de materiales más grandes fueron destruidos.
Un practicante que se encargaba del soporte técnico, y que se vio obligado a irse de su hogar, me pidió que me hiciera cargo de producir todos los materiales en nuestro condado. Acepté, y nos volvimos muy ocupados, especialmente cuando se publicaron las nuevas conferencias de Shifu. ¡Imprimimos día y noche!
Estuve muy emocionado cuando vi una luz dorada que emanaba de una pila de conferencias sobre la mesa. ¡Las había impreso con mis propias manos, y me sentía rodeado de alegría y gloria sin límites!
Las palabras no podían describir cómo me sentía; no estaba cansado en absoluto.
Tomando una postura contra la persecución
En 2008, fui arrestado y encarcelado en el infame campo de trabajo de la provincia de Hubei, por aflojar en el estudio del Fa, y por un fuerte apego a hacer cosas.
En el segundo día en el campo de trabajo, me pusieron en la sección de "transformación intensiva". Durante el día, me obligaban a ver videos calumniando a Shifu y Dafa. Por la noche, me obligaban a escribir documentos de reflexión que difamaban al Maestro y a Dafa. Me negué a hacerlo, así que fui golpeado y torturado por los oficiales y presos. Los métodos de tortura eran brutales, y no había nada demasiado malvado que no hicieran.
Los veranos en Hubei son muy calurosos. Cuanto más caliente era el clima, más nos obligaban a caminar con posturas militares en terrenos de roca dura, bajo el sol.
Uno de los practicantes que fue detenido conmigo fue golpeado tan terriblemente que perdió la capacidad de caminar. Otro practicante fue torturado hasta la muerte pocos días después de ingresar al campo de trabajo de la provincia de Hubei.
Una vez, un practicante me dijo el título de un poema en Hong Yin, así que lo escribí en mi mano, pero esto fue descubierto más tarde por un oficial.
Para golpearme, me enviaron de vuelta a la celda. El recluso principal (un traficante de drogas) y otros reclusos me torturaron como locos.
Mi presión arterial subió, mis manos se enfriaron y perdí el conocimiento. Me llevaron al hospital y me alojaron en la unidad de cuidados intensivos (UCI) durante siete días. En 2012, fui nuevamente arrestado y sentenciado a trabajos forzados durante dos años y medio.
Cuando el médico me examinó en el centro de detención, le conté los hechos sobre Falun Dafa.
Cuando el oficial de policía que me escoltaba salió a encargarse de los documentos para meterme en el campo de trabajo, aproveché la oportunidad para contarle inmediatamente al médico los hechos sobre la persecución en contra de los practicantes de Falun Dafa.
Dije: "Para completar la cuota estipulada por sus superiores, la policía arresta a los practicantes de Falun Dafa para llegar a ese número. No debe cooperar con ellos. No es bueno para usted ni para su familia".
El médico dijo que lo entendió. Cuando el oficial de policía regresó, el médico dijo: "Cuéntanos todas las enfermedades que tienes, y te llevarán al hospital para que te revisen".
Eso significaba que, si tuviera muchas enfermedades, me liberarían. Le conté todas las enfermedades que tenía en el pasado.
Cuando llegué al hospital, empecé a gritar: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".
Me llevaron de un departamento a otro, y continué: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!", dondequiera que iba. También les aclaré los hechos a los pacientes que conocí, así como a todas las personas que encontré en los diferentes pisos.
Dije: "Ahora los oficiales de policía no arrestan a los que matan, provocan incendios, malversan dinero o roban, porque no les importa. En cambio, se enfocan en perseguir a las personas buenas que son honestas, compasivas y tolerantes".
Me mantuve firme en mi fe y pensé: “No debería quedarme aquí. Voy a salvar a los seres conscientes fuera del campo de trabajo. Aún no he completado mi misión".
Poco después, mostré síntomas de problemas de salud. Tuve sangrado en el torso inferior, presión arterial alta y enfermedades del corazón. Me enviaron al campo de trabajo tres veces y, cada vez, me negaron el ingreso.
Salí del centro de detención en cinco meses, con la protección de Shifu y la cooperación y ayuda de los practicantes y familiares.
Les conté a los reclusos los hechos sobre la persecución y los persuadí para que renunciaran al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. Quince personas estuvieron de acuerdo en renunciar al PCCh.
Un pensamiento lo cambia todo
En la víspera del Año Nuevo Chino 2013, fui atrapado por la policía cuando distribuía materiales de aclaración de la verdad. Me llevaron a una comisaría.
Tenía más de diez periódicos en mi mochila, y cada uno de los oficiales tomó una copia. Me preguntaron mi nombre, pero no se lo dije. Solo les conté los hechos sobre Dafa.
En ese momento, un pensamiento me llamó la atención, de repente: "Nunca permitas que los seres malvados hagan que los seres conscientes cometan crímenes contra Dafa".
Me estremecí y lo repetí: "¡Sí, ningún ser malvado tiene permitido hacer que los seres conscientes cometan crímenes contra Dafa!".
Toda la situación cambió solo por este pensamiento, que era por el bien de los oficiales.
El oficial de policía que era el jefe de guardia entró y dijo: "Ya puedes irte. ¿Dónde vives? Te llevaremos a casa". Le dije que podía ir solo. Entonces le agradecí y les deseé a todos buena suerte.
Me tomó media hora salir de la comisaría e irme a casa. Si Shifu no me hubiera reforzado con este pensamiento recto, las consecuencias habrían sido malas.
Desde ese día, he eliminado mi resentimiento hacia los oficiales de policía. Es obvio que todos son seres conscientes, y son dignos de ser salvados.
No importa cuánto tiempo o cuán peligroso sea mi camino de cultivación en el futuro, seguiré practicando Dafa hasta el final.
Haré todo lo posible para hacer bien las tres cosas que nos pide Shifu. ¡Estoy decidido a irme a casa con Shifu!
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Categoría: Caminos de cultivación