(Minghui.org) Tengo un fuerte apego a mostrar. Siempre que hago una buena acción, la menciono varias veces para que todos lo sepan.
Shifu dijo:
“Usualmente, por fama, para sacar ventaja u obtener algún beneficio material, se vanagloria un poco, alardea un poco diciendo: «Soy capaz, soy un ganador»” (Sexta lección, Zhuan Falun).
Después de preparar una comida, pregunto repetidamente si la comida tiene un buen sabor. Me siento muy satisfecha si me elogian por mis habilidades culinarias. Siempre que hago tareas domésticas, recuerdo a todos lo que hice; quiero alardear y asegurarme que todos sepan que soy muy capaz. Si mis familiares no me elogian, me enfado.
Los zapatos que llevaba puestos hacían mucho ruido cuando estaba aclarando la verdad con mi hermana y otro practicante. Ese practicante le dijo a mi hermana que yo estaba tratando de alardear y asegurarme de que todos supieran lo rápida y brillante que era. Cuando escuché lo que dijo, me sentí muy arrepentida.
A menudo presumía y les contaba a los practicantes a cuánta gente había ayudado a renunciar al partido comunista chino (PCCh). En realidad, Shifu es el que hace todo el trabajo. ¿Qué habría que presumir?
Tengo otro apego, a ser muy limpia y ordenada. Siempre que la gente alaba mi limpieza, me siento muy complacida. Sin embargo, ¿qué tan limpios podemos estar en esta gran tina de tintura de la sociedad cotidiana?
Yo también presumo y le digo a otros practicantes cuánto Fa he memorizado o que practico los ejercicios todos los días, sin faltar nunca un solo día. Esto es algo que todos los practicantes deberían hacer, no hay nada de que alardear.
Estudiando constantemente el Fa, me di cuenta de la seriedad de mi mentalidad de presumir. Presté más atención a este apego y después de cultivarlo por un período de tiempo, pude eliminar una gran parte. Ahora, en vez de alardear, completo silenciosamente las tareas y siento una mayor sensación de cumplimiento.
También era muy impaciente antes de empezar a practicar Falun Dafa. Tenía muy poco temperamento y por eso cometía errores a menudo. Incluso después de cometer los errores, era muy reacia a admitir que me había equivocado. Después de caminar por el camino de la cultivación, presté más atención a este apego. Mi hermana notó mi mejora drástica y dijo que nadie era capaz de cambiarme excepto Dafa. En efecto, Dafa me ha transformado completamente.
Me regiré por los principios de Dafa. Solo estudiando constantemente el Fa podemos renunciar a todos los apegos.
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Categoría: Cultivación