(Minghui.org) Mi camino de cultivación en los últimos 20 años ha sido más o menos difícil pero asombroso. Ha habido muchos momentos memorables.

La vida era buena para mí. Tenía buena salud, un buen trabajo y la suerte de haber encontrado a Dafa. Los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia expuestos en el libro Zhuan Falun resonaban profundamente en mí. Sin embargo, tenía un entendimiento bastante superficial de Falun Dafa. Creo que la prevalencia del ateísmo en ese tiempo me impidió obtener un entendimiento más profundo de las enseñanzas.

No fue hasta el comienzo de la locura, la persecución a Falun Gong (también llamado Falun Dafa), que realmente me detuve a pensar en qué era exactamente Falun Dafa. ¿Fue una persecución justa? ¿Y por qué el partido comunista chino (PCCh) lo prohibió? Cuanto más estudiaba las enseñanzas de Dafa, más claras se volvían para mí, hasta que un cambio crítico en mi pensamiento tuvo lugar. Fue entonces cuando abandoné el ateísmo y abracé completamente a Falun Dafa.

En los primeros días de la persecución, los mayores desafíos que tuve que enfrentar fueron los de mi familia. Mi suegro era un funcionario del PCCh. Habiendo sido adoctrinado por el partido, quería que dejara de practicar Falun Dafa. Mi suegra también estaba en contra, pero eligió presionar a mi marido para detenerme. Mi esposo finalmente declaró: "¿Quieres a Dafa o a tu familia?", dije entre lágrimas: "Quiero las dos cosas". Dio un ultimátum: "¡No, no puedes, solo puedes elegir uno!".

Mirando a mi hijo de dos años, por unos minutos dudé y pensé en lo que Dafa significaba para mí, entonces tomé mis libros de Dafa y salí de la casa.

Sin ningún lugar a donde ir, pasé mi primera noche escondida en una cabaña abandonada. Afortunadamente, había una lámina de plástico sobre la que podía recostarme en lugar del suelo húmedo. Además de los mosquitos, estaba abrumada por el dolor, la soledad, el resentimiento y las preguntas sobre mi decisión. Ciertamente fue una noche de insomnio.

Pasé las siguientes seis noches más o menos de la misma manera. Cuando volví a la cabaña el séptimo día, mi madre me siguió. No se quejó y simplemente dijo: "Ve a casa. Tu hijo te extraña. Tus suegros y tu marido han prometido no interferir en tus creencias mientras tengas cuidado". Me eché a llorar y estaba agradecida de haber pasado la prueba.

Nos mudamos a nuestra nueva casa en 2004, y estaba ansiosa por colgar un retrato del Maestro Li. Mi marido no lo aceptó y armó un gran alboroto. Se enfureció aún más cuando le respondí con unas pocas palabras de enojo. Para entonces, supe que estaba equivocada, porque un practicante de Dafa debe seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia y no discutir con nadie. Me mantuve callada mientras ajustaba mi mente y fortalecía mi resolución: "Hoy voy a poner el retrato del Maestro y nadie puede detenerme". Pronto mi marido abrió la puerta y entró con todas las objeciones hechas a un lado.

Me iluminé a que mientras más fuertes sean tus pensamientos rectos, más te ayudará el Maestro. Una vez, después de regresar a casa tras ser detenida ilegalmente, mi marido me prohibió tener cualquier contacto con otros practicantes. Dijo que los echaría si venían. Pero yo había hecho un acuerdo con otra practicante para que viniera a mi casa para estudiar el Fa después de que dejara a su hijo en la escuela a la mañana siguiente. ¿Qué iba a hacer? Pensé en el asunto y concluí que nosotros, los practicantes de Dafa, debemos estudiar y mejorar juntos y que debemos encontrarnos. Fui muy firme en eso, mientras trataba a mi marido con calma como de costumbre. Cuando mi visita llegó al día siguiente, mi marido no la echó, solo se retiró a su habitación.

A través de todos los altibajos a lo largo de los años, mi marido fue el que más ha cambiado en la familia. También es el que más se ha beneficiado. Ahora apoya a Dafa con todo el corazón. Una vez, él y yo tuvimos que salir urgentemente mientras una compañera practicante estaba todavía trabajando en algo en nuestra casa. Para mi sorpresa, mi marido dijo: "Deja que tu amiga se quede aquí sola. No tengo problema en dejarles mi casa a ustedes".

Desde entonces, los compañeros practicantes pueden trabajar en mi casa mientras no estoy. Mi marido no se inmutaría si llegara a casa y encontrara a alguno de mis amigos practicantes allí. De hecho, inventaba excusas para salir de casa para no molestarlos.

Un mediodía, cuando estaba enviando pensamientos rectos, oí sonar una vez el timbre de la puerta pero se detuvo. Me pareció extraño y salí a comprobarlo cuando terminé. Mi marido estaba tranquilo, de pie, afuera, sosteniendo una botella de salsa de soja. Dijo que había salido a comprar salsa de soja pero que había olvidado la llave. Presionó el timbre pero se dio cuenta de que yo estaría ocupada enviando pensamientos rectos a esa hora del día, así que esperó.

En otra ocasión, me denunciaron a la policía por distribuir material de aclaración de la verdad en una casa. Cuando volví a casa de la estación de policía, mi marido no solo no se quejó de mí, sino que dijo: "¿Qué le pasa a esta gente? La gente de Falun Gong no hace nada malo, solo quieren dar algo de información. No tienes que leerlo si no quieres, pero ¡por qué denunciarlos a la policía!".

Debido a que ha mostrado bondad y ha apoyado a los practicantes de Falun Dafa, mi esposo se ha beneficiado enormemente.

Fue a hacerse un chequeo en 2007. El doctor se sorprendió al encontrar que el hígado de mi marido estaba tan saludable como el de un veinteañero, algo que no había visto en sus 10 años de profesión. Mi marido tenía de hecho 40 años, sin mencionar sus 20 años de alcoholismo.

Había hielo en la carretera un invierno y mi marido y su vehículo cayeron en una zanja. Su vehículo se deformó, pero él solo sufrió pequeños rasguños en la frente.

En otra ocasión, tropezó después de beber demasiado. Tuvo una hemorragia cerebral y estuvo en el hospital durante un mes. Fue dado de alta antes de que le quitaran los coágulos de sangre del cerebro. Volvió al hospital un tiempo después para un seguimiento. El doctor se sorprendió de que se hubiera recuperado por completo y en tan poco tiempo.

Creo que fue el Maestro quien le ayudó a pasar por todas esas situaciones de riesgo. Sé que el Maestro nos ha dado a mí y a mi familia enormes bendiciones todos estos años. Lamento no haber alcanzado el nivel que se requiere y seguir siendo una carga para el Maestro. Todo lo que puedo hacer ahora es dejar todos mis apegos humanos, asimilarme al Fa y hacer el mejor uso de este precioso tiempo para cultivarme y cumplir mi voto.