(Minghui.org) La Sra. Wang Chunrong, una practicante china de Falun Gong que vive actualmente en los Estados Unidos, recibió recientemente un premio del Consejo del Condado de Montgomery, en Maryland. El Consejo le agradeció sus ocho años de contribución positiva a la comunidad china de Montgomery, especialmente por la atención y la ayuda prestada a los vecinos de edad avanzada durante el brote de coronavirus.
El presidente del Consejo del Condado de Montgomery, Sidney Katz, firmó el certificado de reconocimiento, agradeciendo la contribución de la Sra. Wang a la comunidad china
La Sra. Wang Chunrong, de 74 años, vive en Gaithersburg, Maryland. En su edificio de apartamentos viven más de 100 inmigrantes chinos y personas mayores de diversos grupos étnicos. Durante el virus del partido comunista chino (virus PCCh), la Sra. Wang ayudó a sus vecinos cortándoles el cabello gratis, llevando al banco a los que no tenían automóvil, haciendo las compras para los que tenían 90 años y muchas otras cosas.
Sus acciones desinteresadas se ganaron el respeto de sus vecinos y del personal de mantenimiento del edificio. Cuando el Consejo del Condado de Montgomery se enteró de sus admirables acciones, le dieron un premio.
La Sra. Wang dijo que estaba "encantada" de recibir el premio. Siente que debe ayudar a los demás, especialmente a sus compatriotas de China, mientras vive en esta sociedad libre.
La bondad triunfa sobre los conceptos equivocados
Al principio, los chinos de su entorno se mantenían a distancia porque se enteraron de que era practicante de Falun Gong. Se habían dejado engañar por los informes negativos publicados por el partido comunista chino (PCCh). La Sra. Wang dijo que, como practicante, seguía los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia esforzándose por ser mejor persona. No tomó como algo personal la actitud distante que le mostraban sus vecinos. En lugar de eso, no dejó de demostrarles que les preocupaba su situación. Una vecina de 80 años de origen chino dijo que admiraba la persistencia inquebrantable que mantienen los practicantes, a pesar de haber sufrido una terrible persecución durante más de dos décadas.
Antes de la pandemia, Wang Chunrong iba a las atracciones turísticas de Washington D. C. cuatro días a la semana para aclarar la verdad sobre Falun Gong a los turistas chinos. Durante el brote del virus, a menudo compartía los beneficios que obtenía al practicar Falun Gong, con amigos chinos que vivían en los Estados Unidos, con la esperanza de que comprendieran la naturaleza perversa del régimen comunista y renunciaran a ser miembros del PCCh y de sus organizaciones afiliadas.
Perseguida en China
Wang Chunrong fue anteriormente directora de la empresa de contabilidad Xincheng en la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning. Después de que empezó a practicar Falun Gong en 1998, administraba su negocio siguiendo los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. No manipulaba cifras ni aceptaba sobornos. Así que se ganó la confianza de sus clientes y su negocio creció. Finalmente fue contratada como consultora para empresas como Dalian Pingan Insurance y Huarong Asset Management.
La policía registró su oficina y arrestó a más de veinte empleados en 2007, alegando que ofrecía asistencia financiera a los practicantes de Falun Gong. Su compañía fue auditada durante más de dos meses, pero no se encontró ninguna evidencia de malas prácticas. No obstante, fue sentenciada a tres años y cuatro meses de prisión. No pudo seguir operando porque su licencia como contable expiró, lo que resultó en pérdidas para su empresa de al menos 5 millones de yuanes [183.600 dólares].
Un año después de que la liberaran de la prisión, la Sra. Wang, descubrió que la policía seguía vigilándola y que podían volver a arrestarla en cualquier momento. Así que se trasladó al extranjero en busca de un lugar donde hubiera libertad de creencia. Tenía 60 años en aquel entonces.
La Sra. Wang había visitado los EE. UU. en el 2000 por motivos de negocios. Nunca pensó que algún día viviría en este país. No podía conducir ni sabía hablar inglés cuando llegó. Así que entendía cómo se sentían los inmigrantes ancianos. Afectados por el virus PCCh, muchas personas se quedaban en casa. Para los ancianos ha traído aún más inconvenientes. Habiendo practicado Falun Gong por más de dos décadas, la Sra. Wang se encuentra en forma y saludable. Tiene más energía que cuando era joven (antes de practicar Falun Gong sufría de varias dolencias como fiebre reumática e inflamación de la membrana sinovial). La Sra. Wang llamaba por teléfono a sus vecinos y les preguntaba si tenían problemas o necesitaban algo, y hacía todo lo posible por cuidar de los que la rodeaban.
El personal administrativo del edificio de apartamentos se sintió conmovido por sus actos de bondad. Uno de los empleados dijo: "La Sra. Wang es una persona que no deja de inspirar a los demás. Debido a que tiene un corazón tan bondadoso, Dios siempre la protegerá. Estamos muy contentos de que una persona tan buena viva aquí, en nuestra comunidad. Estamos muy agradecidos por las cosas que ha hecho por nuestros vecinos, especialmente en estos difíciles tiempos".
La Sra. Wang dijo que se alegra de contribuir a la sociedad americana. "Me persiguieron en China por practicar Falun Gong, y Estados Unidos me ha ofrecido protección". Espera que China se desligue pronto del PCCh, para que los ciudadanos chinos puedan disfrutar de libertad.
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