(Minghui.org) Soy una profesora de secundaria. Siendo practicante de Falun Dafa, aprendí sobre el principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y me aseguro de seguirlo en mi vida diaria, así como en mi enseñanza. Muchos estudiantes vienen a menudo a verme después de graduarse, y me cuentan cómo he impactado sus vidas. Me gustaría compartir tres de estas historias.

"¡Me casé!"

Un día en 2019, cuando salía de la escuela, oí que alguien me llamaba.

"¡Hola profesora, finalmente la encontré!".

Vi una pareja joven caminando hacia mí y reconocí al joven Meng, que fue mi estudiante hace más de 10 años.

Estaba emocionado y exclamó: "¡Profesora, es la segunda vez que vengo a verla! Gracias a Dios que pudimos encontrarla. Esta es mi esposa, y nos casamos hace dos días. Vinimos aquí específicamente para entregarle nuestro dulce de bodas, y queríamos compartir nuestra felicidad con usted".

Vi un pequeño sobre rojo dentro de la bolsa de los caramelos.

"Los 6.000 yuanes en el sobre son una muestra de mi agradecimiento por toda su ayuda cuando estaba en el instituto", dijo Meng. "Sin usted, no habría podido convertirme en médico".

De repente, todos mis recuerdos sobre Meng volvieron.

De eso hace más de 10 años. Meng era un novato. Un día, cuando estaba sola en mi oficina, un estudiante entró.

"Profesora, ¿podemos hablar?".

"Si claro".

"¿Puedo hacerle una pregunta? Creo que usted es creyente, ¿verdad?".

"Sí, lo soy", respondí.

"Creo que usted debe ser una practicante de Falun Dafa".

"¿Cómo lo sabes?", asentí con la cabeza.

"Porque se la ve muy bien y tranquila, como una de mis profesoras de secundaria, que era practicante de Falun Dafa".

"Si tenemos la misma creencia y seguimos el mismo principio de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, deberíamos ser similares", respondí.

Meng comenzó a hablar de su vida y su situación actual. Su madre falleció hace muchos años, dejándole a él, a su hermano pequeño y a su hermana pequeña con su padre. Su padre se había casado con una mujer con un niño hacía dos años, y luego tuvo que tomar varios trabajos a tiempo parcial para mantener a esta familia de seis. Por lo tanto, la situación económica de la familia era muy mala.

Le animé a ser optimista sin importar lo dura que fuera la vida, y a dar un buen ejemplo a sus hermanos.

Un mes después, me denunciaron por hablar con la gente sobre Falun Dafa y me suspendieron de la enseñanza durante un año. Cuando volví a la escuela, Meng ya no estaba en mi clase y solo nos vimos unas pocas veces.

La siguiente vez que hablamos fue justo antes de la graduación de Meng. Cuando salieron los resultados del examen de ingreso a la universidad, Meng me dijo que le fue muy mal. Él sentía que era muy injusto y no podía dejar que un examen determinara su futuro. Quería estudiar un año más y hacer el examen de ingreso a la universidad una vez más.

Sin embargo, la situación económica de su familia era demasiado grave para mantener un año más de matrícula.

Le dije: "No te preocupes, aunque solo te he enseñado durante dos meses, creo que tenemos una buena relación predestinada". Sé que eres un buen estudiante. Pagaré la matrícula por ti".

Meng estaba muy sorprendido; sus ojos se llenaron de lágrimas.

"La matrícula de un año no es una carga para mí. Como practicante de Falun Dafa, estoy dispuesta a ayudarte sin buscar ninguna retribución, continué: "Lo único que espero de ti es que trabajes más duro la segunda vez".

Así de simple, Meng estudió en la escuela secundaria un año más y lo hizo bien en el segundo examen de ingreso a la universidad. Fue admitido en una escuela de medicina. Vino a visitarme durante el año nuevo los primeros años de la universidad, pero después de eso, perdimos el contacto.

Cuando Meng apareció hoy, me di cuenta de que vino a pagarme su matrícula.

Le dije: "¡Felicidades por su matrimonio! Pero solo aceptaré los dulces, no el dinero. Simplemente quería ayudarte, no prestarte dinero".

"Profesora, nunca me olvidé de usted y de su bondad. La razón por la cual no me puse en contacto con usted durante más de 10 años es porque perdí su número de teléfono. Por favor, perdóneme. Actualmente, soy médico en un hospital provincial, y mi esposa también trabaja allí. Ahora tenemos una buena vida y unos ingresos estables".

Continuó: "Por favor, acepte los 6.000 yuanes. Sé que el valor de 6.000 yuanes ahora es solo una fracción de su valor de hace 10 años. Sin embargo, es solo una forma de expresar mi aprecio; su amabilidad no tiene precio".

Su esposa también dijo: "Profesora, Meng la menciona muchas veces. Siempre dice que sin su ayuda, no sería médico hoy. Mi padre también es un buen profesor, pero dijo que sería muy difícil para él hacer lo que usted hizo".

Le dije a la joven pareja: "Si no fuera practicante de Falun Gong, tampoco podría hacer eso". Nuestro Maestro siempre nos dice que seamos buenas personas y amables con los demás. No importa cómo el partido comunista chino calumnie a Falun Dafa, no podrán borrar la amabilidad de los practicantes".

Aproveché la oportunidad para contarle sobre cómo el PCCh persiguió a los practicantes de Falun Dafa y cómo la propaganda ha engañado a mucha gente a través de los medios de comunicación controlados por el gobierno. La esposa de Meng entendió la verdad y me pidió que la ayudara a renunciar al PCCh y a sus organizaciones asociadas.

"Profesora, por favor acepte nuestro saludo"

Hui era otra estudiante mía y ahora es una estudiante universitaria.

Recordaba que, siempre se sentía deprimida y apenas la veía sonreír. Sin embargo, a menudo venía a mi oficina para buscar ayuda. Mientras la ayudaba con los deberes, le escribía algunas frases de ánimo. Poco a poco, ella comenzó a sonreír más.

Una vez, la encontré con su padre en una librería al lado de la escuela.

Su padre me dijo: "Recojo a mi hija todas las noches de la escuela. En el camino de vuelta a casa, siempre habla sobre ti. Me cuenta lo que le enseñaste y cómo la ayudaste. Dijo que no solo le enseñabas conocimientos sino también a ser una buena persona, lo que era más importante. Es muy afortunada de tener una profesora como tú y como padre, también me siento muy afortunado".

Después de graduarse, Hui fue aceptada en una academia de policía.

Hace unos años, en un día de viento, recibí un mensaje de Hui: "Profesora: ¿tiene tiempo mañana por la mañana? ¿Puedo hablar con usted?".

Le respondí que sí.

A la mañana siguiente, en la entrada de la escuela, vi a dos jóvenes con uniformes de policía. Uno era Hui, mientras que el otro era Xiang, que también era mi estudiante.

Hui dijo: "Xiang está en la misma academia de policía que yo. Cuando se enteró de que planeaba visitarla, también quiso venir".

Hui continuó: "Sabe que me gustaba charlar con usted cuando estaba en el instituto. Ahora soy una estudiante universitaria, pero todavía tengo muchas preguntas y sé que puede ayudarme".

Me dijeron que las relaciones interpersonales en la universidad eran muy diferentes a las del instituto. Las cosas eran muy complicadas, y no sabían cómo manejarlas bien. Compartí mis pensamientos acerca de cómo manejar esas cosas con los principios de Dafa, y también hablé acerca de la corrupción en el sistema policial, así como de la persecución hacia Falun Dafa por parte del sistema.

Me dijeron que tan pronto comenzaron en la escuela allí, el instructor les dio mucha propaganda engañosa sobre Falun Dafa. Les mostré el video de investigación sobre el engaño de autoinmolación de la plaza de Tiananmen, la mayor mentira publicada por el PCCh contra Falun Dafa. Se dieron cuenta de que fueron engañados por el gobierno.

También les dije que Falun Dafa no estaba en la lista de cultos del gobierno y que sus libros ya no estaban prohibidos. Y finalmente, les dije que el PCCh estaba cosechando órganos de practicantes vivos sin su consentimiento, un crimen tan malvado más allá de su imaginación.

También les comenté acerca de que el bien es recompensado con el bien y el mal con el mal. Después de conocer la brutal persecución contra los practicantes de Falun Dafa, muchos policías eligieron proteger a los practicantes discretamente. Como ellos dos también eran policías, expresé mi esperanza de que no siguieran la política de persecución, sino su conciencia. Esperaba que se convirtieran en buenos policías que realmente sirvieran al pueblo, y no en herramientas usadas por el PCCh para suprimir a la gente.

Ellos entendieron y me dijeron que nunca se unirían al partido comunista chino.

Antes de que se fueran, Hui comentó: "Muchas gracias, profesora. Siempre recordaremos lo que usted dijo. ‘Xiang, ¡démosle un saludo!’".

Me alegró mucho ver que comprendían los hechos. En ese momento, agradecí al Maestro Li por darme la oportunidad de ayudar a estos maravillosos estudiantes.

Una estudiante deprimida se vuelve feliz de nuevo

Wen era una estudiante muy tranquila con una fuerte voluntad. Sus notas fueron bastante promedio durante los dos primeros años de la escuela secundaria. Durante el tercer año, fue asignada a una de mis clases; mi colega que la conocía me advirtió que Wen no era inteligente porque a menudo hacía muchas preguntas y solía molestar.

De hecho, vino a mi oficina para hacer preguntas cada vez que podía, aunque la mayoría ya se las había explicado muchas veces antes. Era un poco molesto. Sin embargo, siempre me recordaba que como practicante de Falun Dafa, debería seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia todo el tiempo.

Así que no importaba cuántas veces me hiciera la misma pregunta, siempre tenía paciencia y le explicaba la respuesta en detalle. A veces, ella sentía mucha pena de tener que seguir preguntándome.

Para algunas de las preguntas más difíciles, le decía: "No te preocupes, hazlo lo mejor que puedas. Tal vez no encontré la mejor manera de explicarte para que pudiera entender".

Ella dijo: "Ya lo hiciste muy bien, estoy muy agradecida".

Después de un tiempo, Wen sintió que yo era diferente de los demás profesores. Se volvió más abierta y compartió algunos de sus asuntos personales conmigo. Me enteré de que tenía dos hermanas mayores, que su padre no trabajaba y que su madre era la única que mantenía a su familia. No solo eso, sino que su madre también era la que cuidaba de sus abuelos postrados en la cama.

Su familia siempre peleaba y ella apenas sentía calor o comodidad en casa. De hecho, prefería quedarse en la escuela que volver a casa.

Una vez, incluso mencionó el suicidio en una carta para mí. Pensó que era un fracaso. Todavía recuerdo cómo una noche, en el Festival de las Linternas, un día festivo destinado a una reunión familiar, me envió un mensaje: "Profesora, he perdido la fe en la vida. Quiero irme".

Estaba muy preocupada por ella. Le envié algunos mensajes de texto, pero no me respondió. Mas tarde la llamé pero su teléfono estaba apagado.

Intenté obtener la información de contacto de sus padres de la directora, pero esta dijo: "Ella siempre es así, no tengo tiempo para cuidarla". Aquí tengo el número de teléfono de su hermana. Si quieres, puedes llamarla".

Sin embargo, su hermana tampoco contestó el teléfono. Estaba tan preocupada y pedí al Maestro y esperaba que ella estuviera bien. Unas horas más tarde, ella respondió: "Profesora, estoy bien. ¡Muchas gracias!".

De hecho, a menudo intenté hablar del significado de la vida en clase. Les dije a todos mis estudiantes, incluyendo a Wen, que el suicidio es el mayor error que una persona puede cometer en su vida.

"Como ser humano, uno no puede elegir cuándo nacer, y tampoco tiene derecho a terminar su vida porque cada vida es preciosa y cada vida también tiene sus responsabilidades. ¿Has pensado alguna vez en lo miserables que serían tus padres si murieras cuando aún eres joven?".

También le dije a Wen: "Si quieres cambiar tu situación actual, tienes que empezar por cambiarte a ti". Tus acciones pueden afectar a tus padres y traer alegría a tu familia. Inténtalo; las cosas mejorarán". Se tomó mis palabras a pecho y empezó a practicarlas.

Después de un tiempo, un día me dijo muy emocionada que su padre le había comprado un regalo por primera vez y que su familia se estaba volviéndose más cariñosa y animada. Al mismo tiempo, los resultados de sus exámenes también mejoraron. Después de graduarse, fue aceptada en una universidad normal con matrícula gratuita.

Una vez, Wen me preguntó: "profesora: ¿por qué siempre es tan amable?".

"Porque soy una practicante de Falun Dafa. Creo en Verdad-Benevolencia-Tolerancia".

Ella dijo: "¿Puede hablar más sobre Falun Dafa?".

Aproveché la oportunidad para explicarle lo que es Falun Dafa, lo maravilloso que es, por qué el partido comunista persigue brutalmente a los practicantes de Falun Dafa, y por qué la gente debe renunciar al PCCh y a sus organizaciones asociadas.

Al final de su año de secundaria, Wen me escribió una carta muy larga.

En ella, escribió: "Profesora, cómo me gustaría ser su estudiante para siempre. Usted será mi recuerdo más preciado. Cada vez que estamos juntas, siento que mi alma se está purificando y usted me abrió un nuevo mundo".

"Profesora, no quiero despedirme, pero siempre recordaré sus palabras: ser una persona sincera y amable".

Cuando revisé las historias de mis alumnos, me di cuenta de que aunque Falun Dafa había reformado profundamente mi vida, mis acciones también han tenido un profundo impacto sobre mis alumnos. Soy extremadamente afortunada de tener la oportunidad de aprender y practicar Falun Dafa.