(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en el verano antes del séptimo grado en 1998.

Mi madre llevó a casa un ejemplar de la Vía de la Gran Perfección. Curioso, lo miré y me llamaron la atención las fotos del Maestro Li Hongzhi demostrando los ejercicios. Sentado frente a un gran espejo, aprendí solo a hacer los movimientos de los ejercicios.

Cuando era niño, me gustaba ver la serie de televisión "Viaje al Oeste". La serie se basaba en una conocida novela clásica china que lleva el mismo nombre. Lo que más me atraía era la mitología y los personajes principales.

Quería meditar como los personajes de Viaje a Oeste. Mi madre se alegró mucho de que yo estuviera interesado en practicar. Juntos, nos unimos a un grupo que hacía los ejercicios de Falun Dafa en nuestro pueblo.

Cuando se abrió mi tercer ojo, vi Falun volando a nuestro alrededor y escenas de otras dimensiones. Fue realmente mágico.

A pesar de que mi comprensión de las enseñanzas del Fa era bastante vaga, sabía que teníamos que soportar las dificultades, ser tolerantes y buenos, y mejorar nuestro xinxing. Fue una época feliz para mi madre y para mí. Me consideraba un niño afortunado porque pude encontrar respuestas a todas mis preguntas en el Fa.

El Maestro me protege

Como muchos estudiantes que viven en pueblos pequeños, tuve que ir a una ciudad cercana para asistir a la escuela secundaria. Viví en la escuela desde el séptimo grado. Tomaba el autobús para ir a casa los fines de semana, que tardaba una hora.

Los caminos de la ciudad a mi pueblo no estaban pavimentados, por lo que el polvo que levantaban los vehículos dificultaba la visibilidad.

En el autobús, en el verano de 1999, escuché un fuerte ruido que sonaba como si se aplastara algo, y nuestro autobús se detuvo de repente. Otro autobús se había estrellado contra la parte trasera del nuestro. Una persona, que estaba sentada en la última fila, murió en el acto. Otras dos personas resultaron gravemente heridas y fueron trasladadas a un hospital en ambulancia.

Yo estaba sentado en la penúltima fila. Estaba ileso excepto por un pequeño corte en mi brazo izquierdo por un pedazo de vidrio. La cicatriz de un centímetro en mi brazo me recuerda lo que sucedió ese día y que el Maestro me protegió de los daños.

Facilitando que más gente conozca Falun Dafa

Otros practicantes y yo íbamos a muchos mercados de fin de semana en pueblos y aldeas cercanas para contarle a la gente sobre Falun Dafa. A menudo nos encontrábamos con varios cientos de personas en un solo día. Yo era el responsable de dar a conocer Dafa a los niños.

Disfrutaba haciendo los ejercicios de Falun Dafa y durante el día a menudo encontraba lugares tranquilos para hacer los ejercicios mientras estaba en el internado. Después que mis compañeros de cuarto se iban a dormir, me sentaba en mi cama en la posición de loto y meditaba. Mis calificaciones eran buenas. Las tareas escolares eran fáciles para mí, así que tenía mucho tiempo libre para estudiar Dafa. Los fines de semana, me unía a otros practicantes en actividades de grupo.

Fueron los días más maravillosos de mi vida.

La interrupción

El partido comunista chino (PCCh) comenzó la brutal persecución a Falun Dafa en julio de 1999. Muchos practicantes, incluyendo a mi madre, fueron arrestados.

Mi madre escondió nuestros libros de Falun Dafa y me recordó que no dijera nada si me preguntaban por Dafa.

Yo estaba bajo una tremenda presión, especialmente después de que detuvieron a mi madre. Mi padre tenía que ir a trabajar y mi hermana solo tenía dos años. Ninguno de nosotros sabía qué hacer. Tenía miedo de contarle a mis maestros y compañeros lo que había sucedido en casa.

Durante un tiempo, estuve confundido y deprimido y comencé a holgazanear en mi estudio del Fa. Pero cada vez que veía Falun y escenas en otras dimensiones, pensaba en el Maestro. Esto me animó y empecé a aclarar la verdad sobre Falun Dafa.

Puse un afiche sobre Dafa en el tablón de anuncios de nuestra escuela, el cual pronto fue destruido. La administración incluso habló de este incidente en una reunión de la escuela.

Para que más gente supiera que Dafa estaba siendo perseguida injustamente, dejaba folletos informativos en varios lugares para que la gente los tomara.

Volviéndome diligente de nuevo

De adulto, el trabajo y mi familia me mantenían ocupado. La influencia de la sociedad común me alejó de Dafa. Dejé de cultivarme y aclarar la verdad.

Un día, de repente tuve un dolor en la espalda. Mi médico me recomendó realizarme una cirugía, pero supe que solo Falun Dafa me podía ayudar.

Tomé varios folletos de Dafa y los leí cuidadosamente. Reflexionando sobre cómo había permanecido tan preocupado por el dinero y la ganancia material durante los años previos, comprendí que el Maestro trataba de despertar mi conciencia a través del yeli de enfermedad.

Mi madre me recordaba a menudo que no me olvidara de Falun Dafa, pero nunca tomé sus palabras en serio. Esta vez, pensé en los hermosos recuerdos que tenía de ser un practicante diligente. Luego pensé en mi situación actual —y en mi futuro. Sabía lo afortunado que era al volver a la cultivación. Gradualmente, mi dolor de espalda desapareció.

Las tres cosas de nuevo son el centro de mi vida. Para recuperar el tiempo perdido, empecé a memorizar Zhuan Falun. Leer Zhuan Falun de adulto me dio una comprensión del libro diferente a la que tuve cuando era adolescente. Lo que parecía vago en el pasado se hizo claro, lo que solidificó mi confianza y mi pensamiento recto.

De adolescente a adulto, he sido testigo de lo mágico de Dafa, pero también he experimentado altibajos en mi camino de cultivación. Falun Dafa es más valioso para mí que nunca. La cultivación es un asunto serio. Como discípulos de Dafa durante el período de la rectificación del Fa, además de ser diligentes nosotros mismos, también somos responsables de salvar a los seres conscientes.