(Minghui.org) Recientemente empecé a cultivarme en Falun Dafa. Me gustaría compartir mis experiencias para agradecer al Maestro Li, y al mismo tiempo validar la grandeza y lo extraordinario de Dafa.
Mis suegros comenzaron a practicar Falun Dafa antes de que comenzara la persecución el 20 de julio de 1999. Cada vez que mi esposo y yo los visitábamos, me mostraban folletos de Dafa que tenían historias sobre cómo ser una buena persona y mostrar respeto filial.
Pensé: "Oh, esto es porque ellos tienen miedo de que yo no sea filial, déjame ver cómo puedo ser una buena nuera". Mi marido me dijo entonces que su padre había estado enfermo y que no podía ser curado por el hospital, pero que se recuperó completamente después de practicar Dafa.
Mis suegros me dieron más tarde una copia del libro Zhuan Falun y lloré después de leerlo. Me di cuenta de que Dafa nos enseña a esforzarnos para ser mejores personas. Le reclamé a mi marido que no me haya hecho leer el libro antes.
Un año después de casarme, todavía no quedaba embarazada. Había buscado tratamientos de la medicina china y occidental, pero ninguno funcionó.
Mi esposo me pidió que practicara Falun Dafa, pero me dijo que debía practicar sin ningún tipo de búsqueda. Así que decidí que no pensaría en si podía quedarme embarazada o no, y si no lo lograba, adoptaríamos. Sorprendentemente, quedé embarazada unas semanas después y nuestro hijo tiene ahora más de dos años. ¡Gracias Maestro!
Recuerdo que poco después de que empecé a practicar Dafa, estaba haciendo el cuarto ejercicio, "Circulación Celestial Falun", y la enseñanza del Fa del Maestro apareció en mi mente:
“De hecho, les digo a todos que una vez que la gran circulación celestial está abierta, esta persona ya puede levitar y volar; es así de simple. Algunos pueden pensar que con tantos años refinando gong, el número de gente cuya gran circulación celestial está abierta no debe ser pequeño. Digo que no es inconcebible que tantas decenas de miles de personas sean capaces de alcanzar este nivel, porque la gran circulación celestial es, a fin de cuentas, meramente el paso inicial cuando se empieza a refinar gong” (Octava Lección, Zhuan Falun).
Tenía un pensamiento en mi corazón: Acabo de empezar a practicar los ejercicios, así que, ¿estará abierta mi gran circulación celestial? Tuve un sueño muy claro esa noche. El Maestro me dejó experimentar la sensación de la levitación. Estaba dormida, y sentí que estaba flotando.
Estaba un poco asustada en ese momento, y quería agarrar a mi marido. Pero antes de poder hacerlo, había flotado hasta la puerta y de repente pensé en el Fa del Maestro:
"...ni bien pensó: «Debo volver a mi cama», nuevamente regresó flotando" (Octava Lección, Zhuan Falun).
Entonces pensé: Regresa. Volví flotando lentamente y me acosté en la cama. Estaba sorprendida y emocionada. Pensé de nuevo: "Levántate", y mi cuerpo se levantó de nuevo. Luego pensé: "Abajo", y volví a bajar. Hice esto varias veces y supe que lo que el Maestro dijo era verdad. Después de que me desperté, no pude determinar si fue un sueño o si realmente ocurrió.
Una vez, cuando estaba estudiando el Fa, me quedé dormida y no podía abrir los ojos. Sabía que era una interferencia. A pesar de que sabía que no era mi verdadero yo el que se dormía, todavía era difícil de superar. Me obligué a seguir leyendo. Mientras leía, de repente recordé la respuesta del Maestro a una pregunta:
“Si tú dijeras, “no te necesito” y lo dejaras morir, entonces sería demasiado directo. Cuando claramente puedes distinguirlo, tú mismo te haces más fuerte, tú mismo estás despertándote e iluminándote, tú mismo estás rompiendo su círculo, haciéndote progresivamente más fuerte, mientras progresivamente eso se hace más débil, desapareciendo progresivamente, hasta que finalmente es eliminado. Tiene que haber un proceso” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Australia).
Cerré los ojos y pensé en mi corazón: "No te necesito". Abrí los ojos de nuevo, y vi que la frase que estaba leyendo se hizo más grande de repente y salió volando del libro, directamente delante de mis ojos. Mi mente de repente se volvió alerta, y no tenía ni un poquito de sueño. Sabía que el Maestro había visto que mi pensamiento estaba en armonía con el Fa y me animó.
En otra ocasión, cuando estaba leyendo Zhuan Falun, leí el nombre del Maestro como "Maestro" en lugar de Li Hongzhi. Después de hacer eso unas cuantas veces, estaba a punto de hacerlo de nuevo. En ese momento, en esa página, varias apariciones del nombre del Maestro se hicieron más grandes y salieron volando del libro. De repente recordé lo que dijo el Maestro:
“Hay un fenómeno entre los estudiantes de China continental, este es, que mientras estudian el Fa algunas personas piensan que no deberían leer en voz alta el nombre completo de Shifu, y que en cambio, deben decir "Shifu" o "respetado Shifu". Leer el Fa es leer el Fa, así que no deben cambiarlo” (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009).
Cuando no tenía practicantes con quienes comunicarme, solo estudiaba el Fa y hacía los ejercicios por mi cuenta. No sabía cómo cultivarme. Cuando me encontraba con conflictos con mi marido, no miraba hacia adentro. De vez en cuando salía con mi hijo para contarle a la gente los hechos sobre Dafa y la persecución, pero los resultados no eran buenos.
Un día antes de salir, pensé que sería estupendo si pudiera estudiar el Fa con otro practicante. Después de salir de casa con mi hijo ese día, vi a una mujer que llevaba una bolsa pesada. Fui a ayudarla y le conté la verdad sobre Dafa. Ella me dijo que conocía a alguien que practicaba y que había leído todos los boletines que había recibido.
Me presentó a esta practicante. Había encontrado una compañera de estudio gracias al arreglo compasivo del Maestro. ¡Estaba extremadamente agradecida!
No siempre lo hice bien pero tenía el corazón para la cultivación, y el Maestro arregló un camino para mí. Ahora sé que cuando enfrento cualquier conflicto, debo buscar en mi interior mis propios defectos. Una vez que estoy afectada, debo encontrar el apego que tengo y eliminarlo. Esto es fácil de decir, pero muy difícil de hacer.
El Maestro me ayudó a deshacerme de las cosas malas, y cuando lo hice bien el entorno mejoró.
Todavía tengo dificultades para contarle a la gente la verdad sobre Falun Dafa cara a cara. Sin embargo, pude acercarme a algunos de mis parientes y ellos aceptaron hacer las "tres renuncias".
Me han pasado tantas cosas increíbles. Sé que el Maestro Li me ha estado cuidando cada paso desde que empecé a caminar por el camino de Dafa. Solo al cultivarme bien, puedo regresar a mi verdadero hogar con el Maestro.