(Minghui.org) A medida que el virus PCCh asola el mundo, muchas personas, incluidos los chinos, están tomando conciencia de los engaños del partido comunista chino (PCCh). Cuando los practicantes de Falun Dafa hacen llamadas telefónicas a China para informar a las personas sobre la persecución a su fe, un gran número de ciudadanos chinos aceptan renunciar a su membresía tanto en el PCCh como en sus organizaciones juveniles.

A continuación, se muestra una conversación reciente entre un practicante de Falun Dafa fuera de China, Tara, y el equipo de investigación criminal de un departamento de policía en Beijing.

"Conozco la historia [de la difamación]"

Tara llamó al teléfono de Zhang, jefe del equipo de investigación criminal. Zhang preguntó: "¿Quién es usted? ¿De dónde sacó mi nombre y número de teléfono?".

"Recibí su información de contacto de la Organización Mundial para Investigar la Persecución de Falun Dafa (WOIPFG). Su base de datos en Internet enumera a los oficiales que han participado en la persecución a Falun Dafa", respondió Tara.

Zhang le preguntó qué buscaba con su llamada. Tara dijo que había leído que los casos de coronavirus habían aumentado considerablemente en Beijing y que quería ofrecer algo de ayuda.

"Los chinos creemos que ‘el bien es recompensado mientras el mal es castigado’", dijo. "Aunque es importante tomar precauciones por seguridad, actuar con conciencia y permanecer rectos también nos traerá bendiciones y seguridad", añadió.

Cuando Zhang preguntó por qué, ella le explicó: "La represión a Falun Dafa en los últimos 21 años es probablemente lo peor que está sucediendo en China. Las personas son detenidas, encarceladas o incluso asesinadas por esforzarse en ser buenas y seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Dafa. Piénselo: si alguien participa en la persecución de personas inocentes, aquellos que son la esperanza de nuestra sociedad, ¿no está cometiendo un pecado?".

Zhang hizo una pausa. "¿Entonces qué debería hacer?".

Tara dijo que lo mejor sería dejar de perseguir a Falun Dafa y tomar medidas para poner fin a este crimen. Señaló que en el Holocausto, aunque los oficiales seguían las órdenes en ese momento, al final los hicieron responsables de matar a inocentes. “Sé que muchos policías son buenas personas y no están dispuestos a reprimir a personas inocentes. Pero después de cada campaña política, el PCCh ejecutó a oficiales clave como chivos expiatorios para calmar la ira de la gente", señaló Tara. "No querrá terminar como ellos, ¿verdad?".

Zhang se quedó callado. Tara le contó más cosas sobre Falun Dafa, sus beneficios para la salud física y mental, y cómo el PCCh ha estado calumniando la práctica con propaganda de odio, como la farsa de la autoinmolación en la Plaza Tiananmen.

Zhang intervino: "Sí, conozco la historia y es falsa".

Sustracción forzada de órganos

Ella le contó cómo en julio de 1999, el exlíder del PCCh Jiang Zemin comenzó a movilizar todo el aparato estatal para reprimir a Falun Dafa. Liderados por la oficina 610, similar a la gestapo, muchas agencias gubernamentales, especialmente la policía, las fiscalías y los tribunales, se han involucrado mucho en la persecución. Uno de los peores crímenes cometidos por el PCCh es el asesinato de practicantes de Falun Dafa por sus órganos.

Zhang respondió: "No lo creo".

Tara señaló la evidencia documentada por Minghui.org y WOIPFG, incluido el testimonio de un guardia de seguridad que presenció un evento el 9 de abril de 2002 en el Hospital General de la Región Militar de Shenyang del ejército popular de liberación. "La practicante de Falun Dafa era una maestra de unos 30 años y, sin anestesia, los cirujanos le extirparon el corazón y los riñones", dijo Tara. "El guardia de seguridad dijo que la practicante incluso gritó: "¡Falun Dafa es bueno!" antes de morir. Como era guapa, algunos policías también la humillaron y la violaron antes de eso ... Y este es solo uno de los muchos crímenes brutales cometidos por el departamento de policía de Jinzhou".

"¡¿De verdad?!". Preguntó Zhang.

Tara luego compartió su propia experiencia. Uno de sus amigos, un occidental, fue al Hospital Changzheng (un hospital militar en Shanghái) para un trasplante de riñón. Después de algunas complicaciones, recibió un segundo trasplante. Más tarde, el cirujano llamó al amigo y le dijo que podía volver al hospital en cualquier momento. "Tenemos muchos órganos y continuaremos probando hasta que quede satisfecho", dijo el cirujano. "Son órganos de alta calidad de personas sanas menores de 30 años; puedo mostrarles sus fotos".

Sorprendida por la brutalidad, Tara llamó al cirujano y le dijo: "¡¿Cómo puede hacer esto?! ¡Son seres humanos, no ganado en un matadero!".

El cirujano dijo: "Oh, si te atreves a venir aquí, también te extraeré tus órganos".

Zhang guardó silencio durante un rato y luego suspiró. "Creo que estás diciendo la verdad".

"Por tal razón esperamos que oficiales como usted puedan dejar de seguir los mandatos del PCCh en relación a dañar a personas inocentes", dijo Tara. "No es bueno para usted ni su familia. Hasta el Cielo no dejará que tal cosa quede impune. Al renunciar a las organizaciones del PCCh, incluso con un seudónimo, su conciencia le reportará bendiciones", agregó.

"No, no voy a hacer eso, no me gustan los seudónimos", respondió Zhang. En ese momento, la llamada se cortó. Cuando Tara volvió a llamar nadie contestó.

Una decisión unánime

Después de hacer algunas otras llamadas, Tara volvió a llamar al número de Zhang. "¿Qué piensa de lo que le dije antes?".

"Aquí estoy", escuchó a Zhang decir después de que este le quitara el teléfono a otra persona. "No utilizaré un seudónimo, por favor, ayúdeme a renunciar al PCCh con mi nombre real".

"¡Me alegra escuchar eso!", Tara respondió. "Me alegro mucho por usted. Recuerde también que cuando algo sucede, recitar "Falun Dafa es bueno" conlleva bendiciones".

"Eso es genial. ¡Gracias! Oh espere, necesito su ayuda", dijo Zhang: "Hay otros cinco oficiales aquí. ¿Puede ayudarlos también?".

Encendió el altavoz y dijo: "He llamado a mis cinco compañeros de trabajo para que vengan. No escucharon claramente lo que dijiste antes. ¿Podrías repetírselo?".

Tara explicó otra vez cómo el PCCh iba en contra de los valores tradicionales y el bien común, y cómo al reprimir a Falun Dafa y los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, esencialmente, arruinó el futuro del pueblo chino.

Al final, todos estos oficiales aceptaron renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles.