(Minghui.org) El 2 de junio de 2020, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva para promover la libertad religiosa internacional. Esto sigue a su orden ejecutiva del 3 de mayo de 2018, que enfatiza el papel de las organizaciones religiosas y las organizaciones comunitarias en el fortalecimiento de la sociedad estadounidense.

"Aplaudimos al presidente Trump por continuar priorizando la libertad religiosa internacional como un imperativo de seguridad nacional y una prioridad de la política exterior", declaró Tony Perkins, presidente de la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF), también el 2 de junio de 2020. "Este decreto ejecutivo alienta una rápida acción por parte del gobierno de Estados Unidos para responsabilizar a los gobiernos extranjeros que cometen graves violaciones y aumenta sustancialmente la ayuda económica de Estados Unidos para apoyar los programas que promueven la libertad religiosa en todo el mundo".

En el informe anual más reciente de la USCIRF, publicado el 28 de abril de 2020, se designó nuevamente a China como "País de especial preocupación" por su sistemática y grave supresión de la libertad religiosa. El informe menciona la persecución a Falun Dafa en China, incluida la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos de Falun Dafa.

Resumen del decreto

La última orden ejecutiva, que está disponible en el sitio web de la Casa Blanca, contiene ocho apartados, comenzando por el motivo de la orden: "La libertad religiosa, la primera libertad de Estados Unidos, es un imperativo moral y de seguridad nacional. La libertad religiosa para todas las personas en todo el mundo es una prioridad de la política exterior de los Estados Unidos, y los Estados Unidos respetarán y promoverán enérgicamente esta libertad".

La orden llamó a las comunidades y organizaciones religiosas, así como a otras instituciones de la sociedad civil, socios esenciales en los esfuerzos del gobierno de los Estados Unidos para promover la libertad religiosa en todo el mundo.

Se espera que el Secretario de Estado de los EE.UU. trabaje con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para desarrollar un plan en los próximos 180 días para "dar prioridad a la libertad religiosa internacional en la planificación y aplicación de la política exterior de los Estados Unidos y en los programas de ayuda exterior del Departamento de Estado y la USAID". Además de una financiación de 50 millones de dólares al año para el apoyo de programas relacionados, el decreto ejecutivo garantiza que las entidades religiosas y confesionales no sean discriminadas cuando opten a la financiación federal.

La orden autoriza al Secretario de Estado a dar instrucciones a los jefes de misión de los países de especial preocupación para que elaboren planes de acción integrales. Esto incluye a los países que "han participado o tolerado la violación de la libertad de religión, como se señala en el Informe Anual sobre la Libertad Religiosa Internacional requerido por la sección 102(b) de la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 (Ley Pública 105-292)".

Además, los empleados del Departamento de Estado recibirán formación y se evaluarán los instrumentos económicos para fomentar la libertad de religión en los países mencionados. "Estas herramientas económicas pueden incluir, según corresponda y en la medida en que lo permita la ley, el aumento de la programación de la libertad religiosa, el reajuste de la asistencia extranjera para reflejar mejor las circunstancias del país o la restricción en la expedición de visados en virtud del artículo 604 a) de la Ley".

Además, "El Secretario del Tesoro, en consulta con el Secretario de Estado, podrá considerar la posibilidad de imponer sanciones en virtud del Decreto 13818 del 20 de diciembre de 2017 (Bloqueo de los bienes de las personas implicadas en abusos graves de los derechos humanos o de corrupción), que, entre otras cosas, aplica la Ley Magnitsky Global de responsabilidad en materia de derechos humanos (Ley Pública 114-328)".

Esfuerzos conjuntos del Gobierno de los Estados Unidos

Además de sus órdenes ejecutivas, el presidente Trump también habló sobre la libertad religiosa en la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2019.

El discurso del presidente destaca el fuerte apoyo del gobierno de EE. UU. en este asunto. "Normalmente, cuando se celebran eventos internacionales relacionados con la libertad religiosa, a ellos (asisten) personas de bajo nivel diplomático", dijo Kristina Arriaga, excomisionada de la Comisión de EE. UU. para la Libertad Religiosa Internacional, en una entrevista con el Deseret News.

Sam Brownback, embajador itinerante de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, reiteró el compromiso del gobierno de Estados Unidos con la libertad religiosa. Como fue citado en el artículo de Deseret News, "Tenías que contar una administración que quisiera realmente impulsar (la libertad religiosa) y eso es lo que esta hace y es".

Aparte del poder ejecutivo, la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC) publicó su informe de 2019 en enero de 2020, en el que se describe el empeoramiento de las condiciones de los derechos humanos y del estado de derecho en China.

En el informe se cita a Minghui.org para informar de que al menos 69 practicantes de Falun Dafa murieron como consecuencia de la persecución del partido comunista chino (PCCh) y al menos 931 practicantes de Falun Dafa fueron condenados ilegalmente a prisión en 2018.

En el informe también se recomendaba que los Estados Unidos exigieran responsabilidades individuales a los funcionarios del PCCh que hubieran violado tanto los derechos humanos como la libertad de creencias mediante la aplicación de sanciones económicas o la denegación de visados. El gobierno de los Estados Unidos debería distinguir claramente entre "el gobierno y la cultura china" y "el pueblo chino y el partido comunista".