(Minghui.org) ¡Saludos venerado Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

Soy un joven practicante de 18 años de Australia; aunque nací en una familia de practicantes, no fue hasta los 13 años que realmente entendí de qué se trataba la cultivación. Antes de eso, había dejado todas las actividades relacionadas con Dafa durante más de un año. 

Al comenzar la cultivación y haber superado algunas de las ideas falsas que tenía cuando era niño, comencé a aplicar los requisitos de un verdadero cultivador a mí mismo. También comencé a participar en más proyectos de Dafa y eventualmente asumí más responsabilidades para alentarme a seguir estándares más altos, todo lo cual me hizo dar cuenta de los méritos de desafiarme. Como resultado, obtuve una comprensión más profunda de la cultivación y me gustaría compartirla con todos.

Esforzándome para hacerlo mejor

Este año, Shen Yun tenía previsto realizar veinte espectáculos en Sídney, Australia. La cantidad de boletos que se vendieron fue la mayor cantidad de cualquier ciudad en Australia, por lo que se requirió ayuda adicional para impulsar la venta de boletos. Me gradué recientemente de la escuela secundaria y tuve cuatro meses de vacaciones. Podría haber optado por pasar ese tiempo para relajarme después de doce años de escolaridad, pero en vez de eso, había decidido ofrecer mi tiempo como voluntario en Sídney para ayudar con la promoción de Shen Yun. 

La primera vez que ayudé con la venta de entradas de Shen Yun fue para la temporada 2019 y comenzó como un acto de fe. Debido a que solo tenía 17 años, era reacio a intentarlo, pero descubrí que salir de mi zona de confort, me permitió mejorar más rápido. Este año, mi plan era quedarme con mi abuela en Sídney y ayudar durante el mes y medio que iba a estar allí. 

Tengo mucha suerte de tener padres que son practicantes y estaban dispuestos a pagar mi vuelo a Sídney. Y debido a que todos los costos fueron cubiertos por mis padres y mi abuela, salí de casa con la mentalidad fija de que estaba allí para soportar cualquier dificultad que me arrojaran, sin estar jugando; solo con una completa devoción para ayudar al Maestro a salvar seres conscientes. Durante mi tiempo en Sídney, me enfrenté a muchos desafíos difíciles que realmente pusieron a prueba mi fe. Llegaron en forma de pruebas mentales y físicas que me llevaron a mis límites. 

La primera instancia fue en las últimas semanas de mi estadía en Sídney. Nos faltaban practicantes para hacer diferentes proyectos para el marketing de Shen Yun y me contactaron para ver si estaba dispuesto a ir a zonas empresariales para presentar Shen Yun a la clase alta de la sociedad. Ya me sentía cómodo haciendo ventas en centros comerciales a pesar del poco éxito, y la idea de visitar a la clase alta de la sociedad fue muy desalentadora para mí. Una vez más fui muy reacio a salir de mi zona de confort. Aunque fue similar a la presentación de Shen Yun en los centros comerciales, estas personas ciertamente tenían un estatus social más alto. Todo tipo de miedos y preocupaciones nublaron mis pensamientos. Me preocupaba la posibilidad de equivocarme, tenía un apego que enfrentar y creo que, sobre todo, sentía que en cierta medida estaría a merced de las personas que visitáramos. Después de mucho pensarlo, me obligué a aceptar. Era una situación en la que sentía que iba a perder, pero elegí continuar porque sé que desde la perspectiva de un cultivador, los sacrificios no se pueden comparar con las ganancias.

Cuando fuimos al primer edificio y comenzamos, inmediatamente no quise continuar, surgió mi miedo a equivocarme y el apego a la reputación. Era la primera vez en todos los desafíos en los que me planteaba pensar que no podía obligarme a seguir y quería decirle a la señora practicante con la que estaba que ya no podía hacerlo. Me tomó cada gramo de mis pensamientos rectos ir en contra de mis apegos y continuar. Fui varias veces y cada vez me enfrenté a los mismos miedos y un corazón algo pesado, pero cada vez se hizo más ligero. Decidir continuar fue una decisión muy difícil. Tenía que racionalizar mis pensamientos y perseverar. Uno de los practicantes con los que fui me dijo que era como el “vagar” del que el Maestro habla en Zhuan Falun:

“…puede encontrarse con toda clase de situaciones. Él se considera a sí mismo alguien que refina gong y balancea bien sus relaciones con la gente, preserva su xinxing, lo eleva constantemente y frente a las tentaciones de todo tipo de beneficios de la gente común, su corazón no se mueve”  (Octava Lección, Zhuan Falun).

Ibamos de oficina en oficina y presentábamos Shen Yun a diferentes personas. Algunos eran receptivos, pero otros eran fríos y mi xinxing era templado ya que sentí humillación cuando fuimos rechazados o ignorados. Encontré todo el proceso muy desafiante, teniendo que ponerme a sabiendas en una posición en la que podía perder la cara, pero una vez que terminó, me di cuenta de que había eliminado una capa de apegos. Cuando volví al centro comercial, me sentí imperturbable ante muchas situaciones que llegaron a probar mi xinxing. A través de esta experiencia, emergí con éxito cuando superé mis límites.

La segunda instancia que probó mi límite máximo fue mi mayor prueba de fe en Shifu. El año pasado, cuando llegó Shen Yun y ayudé, terminé siendo víctima de un grave yeli de enfermedad y estuve en cama durante toda una semana. En un momento había perdido todo sentido del equilibrio.

Este año ocurrió la misma situación. Una vez más, comenzó con un dolor de cabeza por la mañana cuando fui a ayudar detrás del escenario. Ambas veces aguantaría hasta la tarde y perdería toda fuerza en mi cuerpo. El año pasado, cuando llegó la tribulación, decidí esperar y no rechacé la interferencia de las viejas fuerzas. Esto dio como resultado que la tribulación durara varias semanas. 

Este año, cuando volvió a ocurrir la misma situación, mis pensamientos rectos fueron significativamente más fuertes. Cuando empeoró, comencé a enviar pensamientos rectos para rechazar completamente los arreglos de las viejas fuerzas. Cuando comencé a perder fuerza, seguí afirmando en mi mente sin dudarlo: “Soy un discípulo de Dafa y nada puede moverme”. Con una fe decidida en Shifu, complementé la pérdida de fuerza en mi cuerpo con mis pensamientos rectos y mi fuerte voluntad. Sin pensamientos rectos, no habría tenido la capacidad de moverme, y mucho menos subir varios tramos de escaleras para llegar a la cafetería. Si bien no estaba seguro de cuándo terminaría esta prueba, no me importó, ya que tenía plena fe en Shifu. Fue la prueba definitiva de la fuerza de voluntad y con el apoyo de los practicantes a mi alrededor, una tribulación que duró 5 semanas el año pasado terminó en 5 horas. Esta tribulación me mostró el poder de los pensamientos rectos y cuánto podía seguir esforzándome.

Mi tiempo en Sídney me sacó completamente de mi zona de confort cuando fui puesto en un entorno diferente. Me hizo darme cuenta de lo importante que es esforzarse activamente para mejorar en cualquier entorno y, lo que es más importante, superar nuestras expectativas de cuánto podemos manejar las dificultades. Ante los desafíos, podemos fortalecer nuestra fe y pensamientos rectos e iluminarnos a nuevos entendimientos.

Fé y motivación

Al regresar de Sídney volví al entorno con el que estaba más familiarizado. Pero el entorno en sí trajo otro desafío. Lejos de los roces constantes y la presión, el entorno era más relajado y, por lo tanto, los apegos eran más difíciles de detectar. En un ambiente cómodo, la lucha consistía en mantener la diligencia y la urgencia que tenía cuando estaba en un ambiente enfocado en la cultivación. De vuelta a casa, inevitablemente tuve que dividir mi enfoque. Tuve que ponerme al día con las semanas de trabajo universitario que me había perdido, así que hubo una gran diferencia en el punto de partida en comparación a cuando estaba en Sídney. Poco a poco comencé a sentirme menos motivado para hacer algo productivo y mi autodisciplina comenzó a disminuir. Shifu dijo, en la “Enseñando el Fa en Manhattan”:

“Por eso digo que aunque parece que en esta forma suelta de xiulian no hay reglas, no hay preceptos, no hay regulaciones estructuradas y no hay nadie que te controla, el requisito es muy alto, porque tú tienes que controlarte a ti mismo, tú mismo tienes que alcanzar el estándar. Justamente al tener una responsabilidad tan grande puedes cultivarte tan alto. En la sociedad humana no puede aparecer un demonio tan grande para crear directamente problemas” (Enseñando el Fa en Manhattan).

Este problema se hizo aún más evidente con el brote del virus PCCh que provocó bloqueos en todo el mundo. Todos están en un ambiente donde se prueba la tentación a relajarse y el apego a la pereza. Al principio, ni siquiera podía mantener al menos una hora de ejercicio al día. La mayoría de los días me despertaba a las ocho de la mañana y estaba en mi teléfono durante otros cuarenta minutos hasta que me levantaba. En lugar de hacer los ejercicios, mi “descanso” sería tomar una siesta o pasar más tiempo en mi teléfono. Quería hacerlo mejor y sabía que tenía que hacerlo mejor. Con la falta de un ambiente físico centrado en la cultivación, mi capacidad para disciplinarme disminuyó y solo con fe contra la incertidumbre mental logré asegurarme de continuar haciendo lo básico de lo que un discípulo de Dafa debería hacer. Mientras luchaba por mejorar, Shifu arregló un incidente para iluminarme.

Todo comenzó a principios de marzo cuando un joven practicante de Malasia se contactó conmigo mientras estudiaba el Fa con otros jóvenes practicantes en Internet. Dejó sus datos de contacto y cuando me contacté con él, dijo que estaba buscando jóvenes practicantes para estudiar el Fa en chino. Desafortunadamente, como estamos en Australia, todos siempre compartimos en inglés, por lo que no estaba de suerte. Posteriormente nos mantuvimos en contacto, ya que pidió consejo sobre cómo coordinar a los jóvenes practicantes. Un día, preguntó si podía agregarme a un chat grupal para jóvenes practicantes chinos en la región de Asia Pacífico, y acepté. Esto parecía muy predestinado ya que el momento era justo cuando estábamos a punto de organizar esta conferencia para compartir experiencias para jóvenes practicantes.

Una semana más tarde, de la nada, uno de los miembros del grupo taiwanés se acercó a mí individualmente y me preguntó si conocía a cierta joven practicante. Estaba muy conmocionado. Conocía a esta joven practicante que mencionó porque hace unos años solíamos estudiar el Fa juntos en Internet. Se había mudado de Malasia a Tasmania, una isla de Australia para estudiar. En el momento en que se mudaba, se había acercado a mí y me preguntaba si había practicantes en Tasmania. Desafortunadamente, no había practicantes para contactarse allí, por lo que iba a estar en un lugar remoto sin familia y sin practicantes. Superando todas las probabilidades, haber podido contactarla nuevamente después de tantos años fue un caso increíble de relación predestinada.

Este incidente me mostró que incluso durante el confinamiento, donde la pandemia separa físicamente a los practicantes, todavía estamos interconectados a través de las relaciones predestinadas arregladas por nuestro Shifu. Como Dafa dizi, caminamos juntos en el camino de la cultivación y Shifu también nos cuida constantemente. La falta de un entorno físico de cultivación no significa que podamos relajarnos en la cultivación y nuestra fe no debería flaquear cuando todo lo que nos rodea parece estancado y mundano.

Shifu dijo, en la “Enseñanza del Fa en el Fahui de la Costa Oeste 2015”:

“En el pasado la gente hablaba de meditar frente a un muro durante nueve años o una vida entera, y sufrir amargamente en la soledad; aguantar sufridamente en monasterios, montañas o bosques, aguantar dura y sufridamente sin contacto con la sociedad de la gente común, ¿cuán solitario es eso? Ustedes no son así, sin embargo algunas personas todavía se resienten por el tiempo largo; pero en toda la historia nadie nunca se ha cultivado en un tiempo tan corto. Pero estas personas se permitieron volverse flojas, y cuando viene tan solo un poco de interferencia, se olvidan de que son Dafa dizi. ¿Sabes para quién te estás cultivando? ¿Por tu reputación? ¿Por tu enojo, resentimiento? ¿Por los apegos que albergas en tu corazón? ¿Por tus familiares? ¿Por las cosas a las que estás apegado? ¿Por las cosas que no puedes soltar? ¿Acaso estas no son justamente las cosas que hay que quitar y eliminar?” (Enseñanza del Fa en el Fahui de la Costa Oeste 2015).

El incidente sucedió en un momento en que estaba pensando en formas de ayudar a los jóvenes practicantes. Quería compartir con la esperanza de poder ayudar a los jóvenes practicantes a motivarse en un momento como este. A pesar del hecho de que sentía que no estaba haciendo lo mejor, sinceramente sentí que Shifu arregló este incidente para beneficiarme, y siento que, a su vez, es mi responsabilidad ayudar a otros compartiendo. Me recordó lo que el Maestro dice sobre la cultivación en Zhuan Falun: “La cultivación depende de uno mismo y el gong depende del Shifu”.

Reflexionando sobre mi estado improductivo, ahora veo esta “motivación” bajo una luz diferente. En lugar de verlo como la fuerza impulsora positiva que hace las cosas, ahora lo veo solo aplicable a la gente común. Para los cultivadores es causado por el sentimentalismo y es un obstáculo en nuestra cultivación. Todos los días las personas pueden estar motivadas para hacer algo si va de acuerdo con su estado de ánimo o si les gusta hacerlo. En contraste, como cultivadores de Dafa, no debemos usar el sentimentalismo para determinar si haremos algo o no. Ya sea en la cultivación, siendo un estudiante, un joven profesional o desempeñando cualquier otro papel, es nuestra responsabilidad completar nuestras tareas lo mejor que podamos. En lugar de hacer las cosas porque estamos motivados, debería venir de nuestra comprensión racional del Fa. No debemos estar desmotivados cuando percibimos que el entorno que nos rodea es mundano y estancado. Y deshacerse de este apego requiere una fe recta para guiarnos en tiempos de incertidumbre. 

Es difícil avanzar basado solo en la fe recta mientras uno se cultiva en la incertidumbre. Pero el nivel de dificultad corresponde a la poderosa virtud que acumularemos. 

Lo que he escrito es mi comprensión limitada, por favor señalen cualquier cosa que no sea apropiada.

Gracias Maestro, gracias compañeros practicantes.

[Presentado en el Primer Fahui Online de Jóvenes Practicantes de Falun Dafa]