(Minghui.org) Nací en un hogar de practicantes de Falun Dafa en 1998. Mi madre me llevó a Beijing para apelar por justicia en contra de la persecución a Falun Dafa cuando tenía un año de edad, y salí con ella para distribuir materiales de aclaración de la verdad al año siguiente.

Tenía un sistema inmunológico muy débil cuando era pequeña, y fui hospitalizada con neumonía a los 5 años de edad. Me alimentaban a través de un goteo intravenoso, y tomaba constantemente medicamentos. Fue una experiencia desagradable para una niña pequeña.

Mi madre me hizo estudiar el Fa y practicar los ejercicios en 2005. Terminé de leer Zhuan Falun en 6 meses. En una ocasión, cuando estaba practicando el segundo ejercicio de pie, vomité una sustancia mucosa amarillenta varias veces, y supe que el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) estaba limpiando mi cuerpo. A partir de entonces, ya no necesité tomar ningún medicamento.

Mi maestra de primaria exigió que todos los estudiantes se unieran a los jóvenes pioneros, una de las organizaciones juveniles del partido comunista chino (PCCh). Sabía que esto no estaba bien, y se lo dije a mi madre cuando llegué a casa.

Fuimos a la casa de mi maestra y le aclaramos la verdad. Ella fue muy comprensiva y dijo que no tenía que unirme a los jóvenes pioneros.

Durante mi clase de chino, la maestra escribió en el pizarrón palabras difamatorias contra Dafa. Cuando fui al frente de la clase para entregar mi trabajo, borré esas palabras. Estaba muy nerviosa y temía que mi maestra me reprendiera, pero nunca se dio cuenta.

Mi casa es un sitio para el estudio del Fa, y durante las vacaciones escolares, los pequeños practicantes de Dafa venían a estudiar el Fa y practicaban los ejercicios en mi casa. A veces, cuando nos cansábamos, sugería que jugáramos un poco.

Una vez, durante el estudio del Fa en grupo, las viejas fuerzas me interfirieron. Tenía tanto sueño que no podía abrir los ojos. De repente oí una voz que decía: "¿Qué estás haciendo?".

Me asustó y me puso en alerta. Cuando pregunté más tarde quién me hizo esa pregunta, me respondieron que nadie me dijo nada. Inmediatamente me di cuenta de que el Maestro Li me estaba animando a ser diligente.

Mi madre nos grabó haciendo los ejercicios para que pudiéramos observarnos y corregir nuestros movimientos. Practicábamos los ejercicios todos los días y nuestros corazones eran muy puros.

Aprendiendo a bailar

Cuando era joven, mis notas académicas no eran las ideales. No me gustaba hacer los deberes y mis profesores siempre llamaban a mis padres, lo que hacía que se preocuparan por mí.

Después de ver el Primer Concurso Internacional de Danza Clásica China de NTD, me quedé asombrada. Miraba a los bailarines en el escenario y me parecía que eran divinos.

Mi madre me inscribió en una clase, y mi profesora de baile nos informó que habría un concurso de baile próximamente. Me inscribí para una pieza solista, y el acompañamiento musical era "Oda al Loto", escrita por un practicante de Falun Dafa.

En ese momento, mi baile no era reconocible como una pieza de baile ya que mis brazos y piernas solo se agitaban sobre el escenario. Mi profesora no estaba impresionada, pero eso no me desalentó.

Después de practicar por varios meses, salí al escenario de nuevo para otra actuación como solista. La competencia fue bastante formal y se llevó a cabo en un salón universitario. Estaba muy nerviosa, así que empecé a recitar:

“El loto puro nace del Fa
Esparciendo fragancia misericordiosa
Salpica dulce rocío en el mundo humano
El loto florece por toda la Corte Celestial”
(Loto Fragante, Hong Yin (II))

Recité el poema siete veces antes de salir al escenario. El público estaba muy callado, y se podía oír la hermosa melodía de "Oda al Loto" que estaba sonando. Mi pieza de baile salió muy bien y recibió aplausos entusiastas.

Mi profesora me dio su aprobación al salir del escenario, y me otorgaron el primer premio. Vi la grabación de mi danza cuando llegué a casa, y fue por lejos la mejor actuación que había hecho.

Mi amor por la danza me ha llevado a tomarla en serio. Después de graduarme de la escuela primaria, fui aceptada en una academia de baile. Durante mis años allí, se consideraba que mi habilidad en la danza estaba por encima de la media.

Empezando la cultivación de nuevo

Viví en un internado durante mis años en la academia de baile y poco a poco empecé a romper con el ambiente de cultivación al que estaba acostumbrada en casa. Muchos malos hábitos comenzaron a arraigarse, y lentamente me sumergí en la gran tina de tintura de la sociedad común.

Me pasaba el día jugando con el móvil hasta la madrugada y me irritaba con facilidad. En casa, gritaba, daba portazos y robaba dinero. A veces quería destruir lo que tenía en mis manos, solo para sentirme mejor.

El Maestro dijo:

“Un ser humano es como un recipiente; es justamente lo que él contiene” (Fundiéndose en el Fa, Escrituras esenciales para mayor avance).

Mi madre vio que estaba en muy mal estado y quiso que me mudara a casa para que pudiera volver al entorno de cultivación que una vez tuve. Sin embargo, fui muy desafiante, y dije: "No voy a volver. ¿Por qué debo ser la única que viaja todos los días a la escuela? ¿Por qué tienes que hacerme quedar como un bicho raro?".

Mi madre me contó un sueño que tuvo: Mi escuela estaba dentro de una jaula oscura, y la gente de la escuela era toda bajita y de aspecto horrible. Yo era la única que se mantenía erguida con algo de brillo a mi alrededor, pero seguía estando desganada. Varios extraterrestres aparecieron, queriendo hacerme daño, pero como llevaba una armadura dorada, no pudieron tocarme.

Dijeron que querían jugar un juego conmigo, y todo lo que necesitaba hacer era quedarme quieta. Tan pronto como escuché las palabras "jugar un juego" cooperé con ellos y me quedé quieta. Empezaron a amarrarme con cadenas de metal desde abajo hacia arriba. Al principio estaba muy contenta de jugar con ellos, pero cuando las cadenas llegaron a mi cuello me dijeron que no querían jugar más y quisieron estrangularme. Intenté resistirme pero no podía moverme. Mi madre me vio y empezó a enviar pensamientos rectos. Los extraterrestres se hicieron cada vez más pequeños hasta que desaparecieron.

Después de escuchar este sueño espantoso acepté volver a casa, lo que me ayudó a recuperar el ambiente de cultivación. Aunque no era tan diligente como antes, todavía persistía en el estudio del Fa todos los días.

Aclarando la verdad

Luego mi hermana también empezó a tomar clases de baile y participamos en varios concursos. Usamos la música de las competiciones de baile de NTD y coreografiamos nuestras propias piezas. A menudo nos daban el primer lugar.

También nos contrataban para bailar en ocasiones especiales como bodas o fiestas de cumpleaños, y usábamos estos eventos para aclarar la verdad a la gente. Por ejemplo, preparábamos exquisitos regalos para todos, y poníamos materiales de aclaración de la verdad en su interior. La gente parecía muy feliz de recibirlos. Una vez, dimos más de 300 materiales informativos sobre Falun Dafa. Mi hermana y yo usamos nuestras habilidades de baile en el escenario para despertar a cada ser consciente en la audiencia, esperando que ellos entendieran la bondad de Dafa y que su conciencia se despertara.

El Maestro vuelve el tiempo atrás

Mientras estaba en la academia de baile, una amiga se enteró de que practico Falun Dafa y empezó a tratarme de forma diferente. Ella hablaba a mis espaldas con otros compañeros de clase y me aislaba de todos mis otros amigos. Un día, mientras estaba en el baño, me preguntó directamente: "¿Practicas Falun Dafa?".

En ese momento me invadió el miedo, y exclamé: "¡No, no lo hago!".

Estaba muy arrepentida cuando llegué a casa y se lo conté a mi madre. Ella dijo que debería escribir una declaración solemne y decir que me arrepiento de haber mentido. Después de escribir la declaración, la escondí en mi dormitorio. De alguna manera, mi compañera de cuarto la encontró. Aunque todavía estaba asustada, esta vez no negué que era una practicante de Falun Dafa. Me llevé la declaración a casa y mi madre la publicó en Internet.

Después de un tiempo, parecía como si nada hubiera pasado y mis compañeros de escuela no me trataban de manera diferente que antes. Era como si el Maestro hubiera vuelto el tiempo atrás, e incluso me volví mejor amiga de la compañera de clase que me aislaba de todo el mundo.

La invité a comer antes de nuestra graduación, y reuní el coraje para hablarle de Falun Dafa. Aunque no quiso renunciar a la liga de jóvenes pioneros y a la liga juvenil, dos de las organizaciones juveniles del partido comunista chino (PCCh), estuvo de acuerdo con lo que le dije.

Aclarar la verdad a un taxista

Una vez que estaba escuchando radio Minghui en casa, escuché acerca de cómo jóvenes practicantes hablaban sobre Dafa cara a cara con la gente.

Mientras estaba en el taxi de regreso a la escuela, pensaba en lo que había escuchado en la radio y decidí hablar con el taxista. Podía sentir los latidos nerviosos de mi corazón y me preocupaba lo que haría el taxista. Me armé de valor y decidí intentarlo.

Dije: "Señor, ¿conoce a Falun Dafa?".

El taxista me miró en el espejo y respondió: "¿Falun Dafa? Sí, he oído hablar de ello".

Yo pregunté: "¿Alguna vez alguien te habló de ello?".

Él respondió: "No. ¿Por qué no me cuentas?".

Empecé a charlar con él y me sentí menos nerviosa mientras hablaba.

Hablé de Falun Dafa, y de que se practica en numerosos países porque la gente se siente atraída a sus principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. También le conté sobre la persecución de la práctica por parte del PCCh, la autoinmolación montada en la Plaza de Tiananmen, y la gran roca con las palabras "El partido comunista chino perece" en ella. El taxista asintió con lo que yo decía.

También le hablé de la corrupción y los antecedentes criminales del PCCh y le pregunté si quería renunciar al partido comunista.

Aceptó usar su verdadero nombre para renunciar, y dijo: "Es la primera vez que veo a una joven como tú abordando un tema como este".

Cuando llegamos a mi escuela, saqué mi souvenir y se lo di: "Quiero que tengas esto. ¡Por favor, cuídalo! Recita las nueve palabras especiales impresas en él, ¡y te salvará del peligro!".

"¡Gracias! ¡Gracias!" dijo, mientras aceptaba felizmente el regalo.

Cuando llegué a casa, le conté a mi madre lo que había pasado y se puso muy contenta. ¡Ninguna palabra podría describir la felicidad que siento desde el fondo de mi corazón! Consolidé mi confianza después de mi interacción con el taxista.

El Maestro creó este ambiente para que despertáramos a los seres conscientes. Todo ha sido arreglado para nosotros, solo tenemos que ser proactivos y hacer el mejor uso de nuestro tiempo para cultivarnos.

¡Reconocer nuestros errores inmediatamente, mirar hacia adentro, y no quedarnos con ningún arrepentimiento!