(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en marzo de 1998. Mirando al pasado, en los últimos 20 años de mi cultivación, observo la gran compasión que tiene el Maestro Li (el fundador) por los seres conscientes.

El Maestro me limpió

Sufría varias enfermedades y muchos dolores de cabeza. Mis síntomas empeoraban si caminaba, al punto que tenía que sostener mi cabeza con ambas manos, y aun así sentía un martilleo en mis oídos. Un día, después de haber estudiado el Fa durante un mes, sentí un martilleo en mi oído derecho, pero indoloro.

Había visto los videos de las conferencias del Maestro con otros tantos practicantes. Un compañero practicante incluso extrajo una cosa similar a un trapo de 10 centímetros de largo de mi oído. El practicante dijo: "¿Cómo te cabe esto en el oído?". Días después, volvió a sacar de mi oreja una sustancia oscura tan grande como mi pulgar.

Posteriormente, mi oreja derecha comenzó a sangrar. Cuando me levanté a la mañana siguiente, había pus pegajoso en mi mejilla derecha. Mi familia me pidió que fuera al hospital para recibir algún tipo de tratamiento. Mi madre también trató de darme medicamentos caseros. Me negué a tomarlos y les conté que no me dolían ni la cabeza ni los oídos.

Les conté cómo Shifu me ayudó a extraer cosas malas de mi cuerpo, y que no me afectaba cuando tenía que hacer mis cosas. Mi esposo lo aceptó, y nunca volvió a mencionar que fuera al hospital.

Estuve en este estado más de cinco meses. Un día, mientras tomaba una siesta alrededor del mediodía, sentí que levantaban la almohada y empezó a girar. Abrí los ojos, pero no vi nada. Comprendí que Shifu estaba eliminando sustancias malas de mi cerebro. Después de eso, mis oídos nunca volvieron a superar pus ni sangre. Han pasado 20 años y ya no sufro dolores de cabeza.

Mi audición es mejor que cuando era joven y todas mis otras enfermedades se han curado. Todavía recuerdo aquellas cosas claramente.

Mi marido ya no necesita cirugía

Mi esposo fue a comprar comida un día y, de repente, no podía ver nada. Se detuvo rápidamente y cerró los ojos por un momento.

Al día siguiente fue al hospital para una tomografía, que mostró que tenía un bloqueo cerebrovascular. Me llamó y dijo que necesitaba cirugía cerebral. Era un domingo y la cirugía estaba programada para el lunes.

Le dije: "Deberías saber qué hacer. Aunque realmente no has comenzado a practicar Dafa, ¿cuántas veces has leído el libro de Dafa?, decide por ti mismo".

Envié pensamientos rectos, e inmediatamente hice un esfuerzo por eliminar el apego al afecto.

Renuncié a mis apegos y dejé todo a Shifu. Sin embargo, también me negué firmemente a admitir que las viejas fuerzas usaran esta forma para interferir con mi estudio del Fa y con la ayuda a los seres conscientes.

Mi esposo me llamó el lunes por la mañana y me dijo que no se necesitaba cirugía. Le dieron de alta esa misma mañana.

Este incidente conmocionó a nuestra familia, especialmente a mi esposo. Todos obtuvimos una nueva comprensión de Dafa y mi esposo también decidió aprender los ejercicios de Dafa.

Mi madre se beneficia de Dafa

Mi madre cumple 103 años en 2020. Aunque no practica Falun Dafa, sabe que es bueno. A menudo también le dice a los demás que Dafa es bueno. Tiene una mente clara y saludable.

Todas las mañanas, recita: "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" más de 50 veces, y así lo viene haciendo desde hace años.

Cuando mi madre tenía 93 años, tropezó con una maceta en el patio. La llevaron inmediatamente al hospital para un examen, y encontraron que se había roto el hombro derecho y tres costillas.

El médico dijo que la recuperación podría tomarle mucho tiempo y que, probablemente, no llegaría a ser la misma que antes. ¡Durante su estancia en el hospital le dije que recitara que Falun Dafa es bueno! Me dijo que ya lo sabía. Cuando le dieron el alta del hospital la llevé a mi casa.

Le acomodé un edredón en la espalda cuando se sentó a ver los videos de las conferencias del Maestro y un DVD de Shen Yun. En tres o cuatro días, mi madre cambió mucho, su apetito aumentó y su sueño se volvió más estable.

Me dijo que, realmente, le gustaba estar en mi casa y que se sentía cómoda. Le dije que es la misericordia de Shifu lo que la salvó. Juntó sus manos, hizo Heshi y dijo: "¡Gracias, Maestro!".

Después de que regresara a su casa, yo aún la visitaba de vez en cuando. Se recuperó rápidamente, y a veces incluso podía caminar sin bastón. Una tarde, fui a su casa y vi bollos de año nuevo en la despensa. Me preguntaba quién se los habría hecho. Mi madre dijo que los había hecho ella sola. ¡Me sorprendió!

Solo pasaron cinco meses y dos días, desde el momento en que se lesionó, hasta el día en que pudo hacer los bollos. Resulta agotador hacer tales bollos, incluso para los jóvenes.

Nuestros vecinos también han sido testigos del poder de Dafa, y dicen que mi madre es increíble. Solía contarle a una vecina la verdad, pero nunca la creyó, hasta que le contó su historia personal. Entonces, nuestra vecina también comenzó a creer en el poder de Dafa.

Cuando mi madre tenía 99 años, le sugerí que aprendiera Dafa. Me dijo: "Realmente quiero aprender, pero ¿cómo puedo aprender con esta vista borrosa?". Así que le encontré una lupa. Ya hemos leído Zhuan Falun más de cuatro veces.

A veces, cuando salía, otros admiraban su buena salud. Ella siempre decía que Dafa le había otorgado un cuerpo sano.

Recibí una llamada de mi hermano menor el 12 de enero de 2018. Me dijo que mi madre se había roto el brazo derecho. Llegué a su casa en veinte minutos, pero cuando entré, no pude observar nada roto en su brazo.

Mi hermano explicó: "Se le quebró. Los huesos sobresalían empujando contra su piel".

Continuó diciendo: "Antes de que entraras, me pidió que le agarrara el brazo y lo empujara hacia atrás, al lugar donde se supone que debía estar".

Entonces mi hermano encontró una tabla de madera y amarró su brazo con un paño blanco. Tanto mi hermano como yo pensamos que mi madre debía ir al hospital para asegurarse de que todo se había hecho correctamente. Pero ella no creía que fuera necesario. Cuarenta y ocho días después, mi madre podía ponerse el cinturón y comer con una cuchara. Afirmaba que Dafa era así de extraordinario.

Un día, mi madre vino a mi casa. Tan pronto como entró por la puerta, me dijo: "En cuanto conoces a alguien en la calle, debes decirles que Dafa es bueno".

Pregunté por qué. Me respondió que se cayó de la cama y se rompió la espalda.

Aunque se tomó un medicamento, no tuvo ningún efecto, así que le pidió al Maestro que la ayudara.

Mientras soñaba, vio al Maestro ayudándola y cuando despertó, su espalda se había curado. Estuvo recordándomelo durante dos días. Cuando lo hacía, le daba las gracias al Maestro uniendo las dos manos.

Mi familia cercana y otros parientes se han beneficiado enormemente de Dafa. Estos fueron solo algunos ejemplos. Doy las gracias a Shifu por su compasión en la salvación de seres conscientes.