(Minghui.org) Mientras miraba la NTDTV y veía las dramáticas escenas de gente tratando de lidiar con la pandemia, me di cuenta de que debía hacer todo lo posible para salvarlos, sin importar lo difícil que fuera la situación.

El Maestro dijo:

"Los Dafa dizi ahora son la única esperanza de salvación para los seres conscientes" ('Pensamientos Rectos', de Escrituras esenciales para mayor avance III)

"Todos los seres conscientes están esperando ser salvados, y puedo decirles esto muy clara y ciertamente: si los Dafa dizi no actúan para salvarles, esa gente -sin importar en qué rincón del mundo estén-si no los salvan, ellos no tendrán esperanza, especialmente los chinos" (Enseñando el Fa en la reunión de NTDTV).

"No importa qué cosas importantes estén sucediendo, haz como si nada estuviera pasando y simplemente continúa, como de costumbre, haciendo lo que un Dafa dizi debe hacer. Este es el camino que ustedes están tomando hoy en día y este es el [legado de] poderosa virtud que están dejando" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2004).

Tenía que cuidar de mis nietos durante el día. Estudiaba el Fa y hacía los ejercicios con otros practicantes, y luego salía a distribuir material informativo a altas horas de la noche de lunes a viernes. Los fines de semana salía para aclarar la verdad a la gente cara a cara.

Distribuyo unas 30 copias de materiales de aclaración de la verdad cada día desde el Año Nuevo Chino. He cubierto casi todas las zonas residenciales de mi ciudad. He logrado persuadir todos los días a 8 personas para que se retiraran del Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles.

Al principio tenía miedo de ser arrestado. Inmediatamente enviaba pensamientos justos para eliminar mi miedo. Durante el proceso de hacer las tres cosas mi miedo desapareció. Sentí que cultivándome mientras hacía las tres cosas el Maestro me protegería y me daría sabiduría. Podía sentir que el camino de mi cultivación se hacía más amplio.

La cámara no funcionó conmigo

Hay cámaras en mi zona residencial. Pensé: "Nadie podrá verme por la cámara mientras distribuyo los folletos". Me puse una mascarilla médica y un sombrero mientras distribuía los materiales. Cubrí toda la zona residencial.

Un día le di un volante al guardia y a la limpiadora de las calles que estaban en la puerta. El resto se reunió y lo leyeron juntos. Dos policías pasaron por allí y preguntaron de dónde habían sacado el volante. La limpiadora dijo que lo encontró en la calle.

Un guardia era mi pariente y me dijo que la policía de la puerta me había estado vigilando durante dos días. Ni siquiera me había dado cuenta. ¡Gracias, Maestro, por su protección!

Previamente le había aclarado la verdad al guardia y él había renunciado al PCCh. Me ayudaba a menudo facilitándome entrar en la zona residencial, incluso durante el período de bloqueo.

Pero sentí que no había hecho lo suficiente y estaba preocupado. Todavía había mucha gente que había escuchado las mentiras y la propaganda del PCCh. Así que hice lo mejor que pude para distribuir materiales y que pudieran estar informados de los hechos.

Las zonas residenciales estaban más tranquilas durante el cierre y las calles, vacías. Puse volantes afuera de cada unidad. El Maestro me dio sabiduría y coraje, así que terminé el trabajo con seguridad. En algunas áreas residenciales, no se tiró ni un solo volante.

El neumático de mi scooter

El Maestro dijo:

"Puedo decirles que observar los videos, el estudio en grupo, la práctica en grupo, y conferencias como la que estamos llevando a cabo hoy son las únicas formas de cultivación de Dafa que les he dejado" (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos).

La mayoría de los practicantes de mi ciudad dejaron de realizar el estudio del grupo Fa, pero los practicantes de nuestra zona decidieron continuar. Sentimos que no debíamos perder esta forma de cultivación que el Maestro nos dejó.

Enviamos fuertes pensamientos rectos para negar los arreglos de las viejas fuerzas. Nos negamos a ser encerrados. Dividimos nuestro grupo grande en grupos más pequeños. Con la ayuda del Maestro pudimos entrar y salir de nuestra zona residencial. Hemos estado estudiando el Fa y haciendo los ejercicios juntos desde el Año Nuevo Chino.

Mi moto tuvo un pinchazo una noche después de estudiar el Fa. Eran las 9 de la noche y las calles estaban vacías. Dado que toda la ciudad estaba cerrada, ¿dónde podría repararla? Si no lo arreglaba, ¿cómo podía salir a hablar con la gente y salvarla?

A la mañana siguiente, mi vecino estaba reparando el neumático de su scooter. Su esposa fue muy amable y le pidió que reparara mi neumático primero. ¡Silenciosamente le agradecí al Maestro por arreglar esto!

¡Me cultivaré diligentemente para ser digno de la gracia salvadora del Maestro!