(Minghui.org) He aclarado los hechos y repartí materiales de aclaración de la verdad cara a cara durante varios años. Le hablaba a quienquiera que me encontrara, y nunca fui selectiva. Trataba a todos los que encontraba como si fuera un arreglo de Shifu. Durante las conversaciones, trataba de encontrar un ángulo apropiado y después iba al tema principal de la aclaración de la verdad, para que, de esta forma, no fuera difícil para estas personas renunciar a las membresías del partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles.

Además, les decía que uno puede escapar de la calamidad y garantizar su seguridad si recita "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

Mientras más aclaraba la verdad, menos miedo sentía y mejores eran los resultados. Con el tiempo, también gané mucha experiencia. Una vez, en un par de horas, 39 personas renunciaron al PCCh, mientras que en otra ocasión, durante el mismo período, ayudé a 30 personas a renunciar a su membresía del PCCh.

La importancia de despertar la conciencia de la gente

Estudiando las lecciones de Shifu, llegué a entender cuán valioso es este tiempo, y comprendí la urgencia de despertar la conciencia de la gente. Sabía claramente que todavía hay un número significativo de personas que no sabe la verdad acerca de Dafa y cuán malvado es el PCCh, ya que han sido engañadas por las mentiras del perverso partido. Si no les decimos la verdad, no tendrán oportunidad de despertar.

Así que, justo antes del Año Nuevo Chino, cuando los centros comerciales estaban muy llenos, junto a otro practicante le aclaramos la verdad a la gente. Fuimos a un centro comercial una o dos veces al día. A quienquiera que ayudamos a renunciar a las organizaciones del PCCh, le dábamos bendiciones, lo cual logró buenos resultados.

Hicimos un plan y preparamos materiales informativos de Dafa. Íbamos a estar ocupados con la aclaración de la verdad y despertando la conciencia de la gente durante el Año Nuevo Chino. Sin embargo, el brote repentino de la epidemia puso un alto a nuestros planes, ya que habían bloqueos en la ciudad, carreteras, pueblos y comunidades. Necesitábamos hacer nuevos planes.

Encontrando maneras de aclarar la verdad a pesar de los bloqueos

Estaba muy preocupada al mirar los materiales que íbamos a repartir. También me arrepentí de no haber aprovechado el tiempo para hablar con la gente en el pasado. Si esta fuera la última calamidad, ¿cuántas personas podrían sobrevivir?

Uno por uno, llamé a mis amigos y familiares para decirles que no tuvieran miedo en medio de la epidemia, sino que recitaran sinceramente las frases de Dafa que compartí con ellos anteriormente. Me dijeron que entendían a lo que me refería y ya lo habían hecho. Escuchando eso, me sentí aliviada.

Sin embargo, ¿cómo salvar a la otra gente? Decidí enfocarme en el estudio del Fa por tres días en casa para obtener alguna iluminación. Entonces, llegué al entendimiento que los practicantes son los mensajeros para despertar la conciencia de la gente. ¿Cómo es posible que la epidemia pueda detenernos? Somos los actores principales. Nuestra misión es despertar a la gente.

Shifu nos ha pedido que despertemos la conciencia de la gente, pero las viejas fuerzas han estado destruyendo a la gente. No debemos reconocer esto. Además, esta no debería ser la razón para separar a los practicantes de la gente común. Así, comencé a enviar pensamientos rectos para eliminar los factores malignos que impiden a la gente conocer la verdad.

Después de tener clara nuestra nueva estrategia, decidí compartirla con otros practicantes, me subí a mi bicicleta eléctrica y fui a la casa de la Sra. He. En el camino, pasé por la plaza más grande de la ciudad, que solía ser muy concurrida, pero ahora estaba casi vacía. La comunidad donde vive la Sra. He también estaba cerrada. Vi a los guardias de seguridad parados en la entrada tomando la temperatura de la gente que entraba y salía, además de chequear sus pases de entrada. Mientras enviaba pensamientos rectos llegué a la entrada. Ni siquiera tuve que bajarme de la bicicleta, ya que nadie allí trató de detenerme. Solo entré directamente.

Al compartir con otros practicantes, nos dimos cuenta que la epidemia solo podía bloquear a la gente común, pero no a los practicantes, ya que tenemos la responsabilidad de despertar la conciencia de la gente. Para hacer esto, debemos romper nuestras nociones.

La gente no ha desaparecido

Nuestra comunidad fue bloqueada. Las calles estaban desiertas y casi nadie caminaba por ellas. ¿Entonces, cómo podríamos llegar a la gente?

Shifu dijo: "Pero en la dificultad también está el camino para que tú atraviesas; a ver si lo buscas o no" (20 años enseñando el Fa).

Llevé conmigo materiales para ir a algunos supermercados. Dentro, solo unos pocos clientes estaban haciendo sus compras con el personal sentado alrededor. Así que, podía acercarme a cualquiera de los empleados. Les dije: "Aunque la epidemia es desenfrenada, ustedes todavía tienen que trabajar. Quisiera compartir con ustedes un truco para garantizar vuestra seguridad. Por favor, tengan en su mente: ‘Verdad-Benevolencia-Tolerancia’. Esa es la energía recta. Puede suprimir al mal, como por ejemplo una epidemia. Recitando sinceramente ‘Falun Dafa es bueno’ y ‘Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’, y renunciando al PCCh, uno puede garantizar su seguridad en medio de esta calamidad. Por favor hagan que sus familiares también lo reciten".

La mayoría del personal me agradeció y después dijeron: "¡Gracias abuelita! Eres una persona tan maravillosa, que aún piensa en nosotros durante este momento". Les dije: "Es mi Maestro quien me pide que lo haga. En su lugar, por favor, agradézcanle a Él". Una encargada, con una edad avanzada, se conmovió hasta las lágrimas. Ella seguía diciendo: ¡Gracias, Maestro!

Entonces, les entregué unos cuantos amuletos y volantes de aclaración de la verdad. Los aceptaron y los leyeron muy cuidadosamente.

A comienzos de febrero, otro practicante iba a entregar mercadería a un lugar a pocos kilómetros de distancia de allí. Decidí ir con él. En nuestro camino hacía allí, había pocos transeúntes y automóviles. En el camino de vuelta, también había muy poco tráfico. Había un portero limpiando la carretera en cada kilómetro.

Al verlos, me emocioné, como si me hubiese reunido con mi familia. Les dije: "Hola, ¡qué bueno y desinteresado eres! Esos oficiales están escondidos, porque le tienen miedo a este virus del PCCh. ¿No tienen miedo?".

Ellos contestaban que no tenían otra alternativa que trabajar, ya que no les daban días libres en todo el año, incluyendo el Año Nuevo Chino.

Dije: “La mayoría de la gente puede quedarse en casa, pero ustedes tienen que trabajar. Estoy aquí para traerles buena fortuna. Déjenme compartir con ustedes una manera de mantenerse alejados del virus PCCh. Uno puede garantizar su seguridad recitando sinceramente ‘¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!’.Falun Dafa es la Ley Buda. Budas y dioses les protegerán si renuncian a sus membresías a las organizaciones del PCCh".

Ese día cubrimos muchas calles. Pude hablar con quienquiera que me encontraba, olvidé el hambre y el frío, pero tenía solo un pensamiento, el de despertar la conciencia de la gente. Cuando la gente nos veía, se emocionaba mucho, diciendo que solo los practicantes de Falun Dafa se preocupaban por ellos. Más de 20 personas decidieron renunciar al PCCh ese día.