(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1994 con el único propósito de lograr mejorar mi salud. No tenía idea de qué era la cultivación. Unos amigos me dijeron que Falun Dafa traía beneficios a la salud, así que empecé a hacer los ejercicios con ellos. Sin darme cuenta, me recuperé de todas mis dolencias.

Una y otra vez, experimenté el poder de Dafa.

Accidente en bicicleta

Una noche de verano, en 2001, mi hija mayor me llevó en su bicicleta eléctrica. Chocamos con una motocicleta que estaban reparando a un costado del camino y ambos terminamos debajo de la moto.

Luego de levantarnos, nos examinamos el uno al otro y vi que mi hija tenía un gran chichón en su cabeza, mi pie y mano derechos estaban cubiertos de vidrios rotos, y la sangre estaba pegaba a mi liviana ropa de verano.

Cuando mi mente se aclaró, mi primer pensamiento fue enviar pensamientos rectos.

El joven que estaba arreglando su motocicleta llamó a la policía. Cuando llegaron, querían llevarnos al hospital.

Viendo que mi hija estaba bien, les dije: “Soy practicante de Falun Dafa y estoy protegido por el Maestro”. Sin embargo, los oficiales insistieron en que vayamos al hospital.

El doctor del hospital quiso hacerme rayos X y tomografías, pero le aseguré que estaría bien. Sacó los fragmentos de vidrio que tenía pegados en mi cuerpo y me limpió. Luego de agradecerles a él y al resto del personal médico, mi hija y yo nos fuimos a casa.

Me levante a la mañana siguiente y encontré que mi pie derecho estaba tan hinchado que apenas podía caminar. Llamé a mi jefe para pedirle el día libre y le expliqué el por qué. Cuando mis colegas vinieron a visitarme y vieron las lesiones, me instaron a ir al hospital.

Sin embargo elegí estudiar las enseñanzas del Fa y hacer los ejercicios de Falun Dafa en casa. La hinchazón desapareció al tercer día.

Cuando volví a trabajar el lunes, mis colegas estaban impactados. Les sonreí y dije: “No tomé ninguna medicina o fui al hospital. Miren mi pie. La hinchazón se fue”. El director exclamó: “Tu Maestro es fantástico, cuidando de sus discípulos incluso a miles de kilómetros de distancia”.

Cálculos biliares desaparecen

Una tarde de invierno de 2003, los padres esperaban fuera de la escuela para recoger a sus hijos. Una mujer de mi comunidad gemía de dolor mientras se apoyaba en su motocicleta.

Cuando le pregunté si estaba bien, dijo que tenía cálculos biliares y necesitaba operarse. Pero lo estaba posponiendo porque su marido no podía cuidarse solo.

Le di algunos ejemplos de personas que han sido bendecidas por creer sinceramente en Falun Dafa a pesar de la difamación y la persecución del PCCh. Le pedí que recite “Falun Dafa es bueno” desde su corazón.

Comenzó a recitar las palabras en voz baja. Entonces se levantó y gritó: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”.

La vi dos días después. “¿Cómo están tus cálculos biliares?”, le pregunté.

“¡Se fueron!”, exclamó. “Cuando recite ‘Falun Dafa es bueno’ en voz alta esa noche, ya se habían ido cuando me detuve”.

Me agradeció, pero le dije: “No me agradezcas a mí. Deberías agradecerle al Maestro de Falun Dafa. Es el Maestro el que te salvó debido a que sinceramente crees que Falun Dafa es bueno”.

Cuando instaba a la gente a renunciar al PCCh, ella siempre me ayudaba si estaba cerca. Luego comenzó su propio negocio, que tuvo mucho éxito. Creo que ella recibió la bendición de Dafa porque entendió la verdad.

No seguir las órdenes del PCCh

Solía estar enfermo y tenía mal temperamento, pero luego de empezar a practicar Falun Dafa, me volví saludable y trabajador. No luche más por fama y ganancias. Mi jefe y colegas fueron testigos de esto.

En el año 2000, fui detenido ilegalmente por más de 50 días por repartir información de Falun Dafa. Fui arrestado nuevamente en 2004 y me llevaron al centro de lavado de cerebro provincial por un mes. Mi jefe en el trabajo sabía la verdad sobre Falun Dafa y nunca me hizo pasar tiempos difíciles.

Un nuevo líder se hizo cargo de mi unidad de trabajo en 2006. Sabía que yo practicaba Dafa y solía recibir mensajes de textos de aclaración de la verdad de otros practicantes. A veces me mostraba los mensajes en su teléfono.

En 2009 salí del pueblo para aclarar la verdad de Dafa, pero fuí reportado a las autoridades y detenido lejos de mi ciudad natal. Tenía un solo pensamiento: “¡Maestro, seré fuerte y nunca cederé ante el mal!”. Hice una huelga de hambre durante una semana.Los guardias temían que muriera en el centro de detención, así que me liberaron bajo fianza, en espera del juicio.

Unos días después de volver a casa, volví a trabajar. Nuestro empleador emitió un documento que decía que no se me permitía hablar con nadie sobre Dafa. Si alguien me denunciaba por ello, se reducirían 500 yuanes de mi salario en cada ocasión. El documento también decía que habría una deducción obligatoria de 600 yuanes de mi salario cada mes. Si no había ningún reporte nuevo en mi contra al final del año, me devolverían esa porción del salario.

Mi cuñado, que es oficial de policía, fue varias veces a mi casa y a mí trabajo para pedirme que escribiera una declaración de garantía de que dejaría de practicar Falun Dafa.

También tuve que reportarme a la policía municipal cada semana. Mi cuñado dijo que si escribía la “declaración de garantía”, él podría pedir que dejaran de citarme.

Una tarde, cuando estaba en el vestíbulo del trabajo, volvió, pidiéndome que escribiera la declaración. Tres de mis subdirectores y muchos otros empleados estaban allí en ese momento.

“¿Por qué tengo que escribir una declaración?”, le pregunté. “La policía trató de forzarme a escribirla, y mi familia también, ¿maté a alguien? ¿Inicié un incendio? ¿Le robé a alguien? Practico Falun Dafa y he tratado de ser una buena persona siguiendo los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia ¿Quieres que deje de ser una buena persona?¿Por qué no vas a razonar con el gobierno y la policía que me persiguen por ser una buena persona? ¡Diles a ellos que está mal perseguir a buenas personas! ¿Estás haciendo cosas buenas o cosas malas?”.

Hubo silencio en el vestíbulo mientras se miraban los unos a los otros. Mi cuñado se fue.

Se dedujo el dinero de mi salario a fines del 2009. El director, el subdirector y otras dos personas vinieron a hablar conmigo mientras el gerente de la oficina tomaba notas. Comencé a enviar pensamientos rectos y le pedí ayuda al Maestro para desintegrar los factores de las viejas fuerzas que estuvieran controlándolos en otras dimensiones.

El director me dijo enojado que cuando hicieron una inspección, los líderes de dos unidades de trabajo me reportaron por hablar sobre Falun Dafa. “Has dañado la reputación de nuestra empresa, vamos a hacer las deducciones correspondientes de tu salario”.

Le contesté: “Usted dijo que dañé la reputación de la compañía. Pero he sido una buena persona y trabajo duro. Hice todo lo que me pidieron y ayudé a otros sin quejarme. Hice del trabajo y de los demás mi primera prioridad. Si hacer esto no es lo suficientemente bueno y no beneficia a la compañía, entonces déjeme tomar una licencia y buscar otro trabajo”.

“Tomar mi dinero no es una gran cosa, pero cuando sabe que soy una buena persona y aún así sigue ayudando al gobierno a perseguirme, eso solo lo dañará a usted. Por favor piense esto seriamente”.

El director dijo que no aceptaría mi solicitud de licencia, y que la deducción de mi salario fue suspendida. Además me pidió que les dijera a los practicantes de Dafa que dejen de escribirle o llamarlo, porque cuando encendió su celular, todas las llamadas eran de practicantes.

Continué hablándoles a los encargados y a mis colegas sobre Falun Dafa, y mi salario nunca fue reducido.

Durante los años siguientes, los líderes de la compañía fueron a Taiwán y a varios países de Europa en viajes de negocios. Vieron a practicantes de Dafa en todo el mundo.

El director incluso me protegió de los intentos de la comité de asuntos políticos y legales local y de la oficina 610 de perseguirme.