(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa a la edad de nueve años en 1998. Luego de comenzar a trabajar en 2012, quise mantenerme en contacto con los practicantes locales, para poder seguir con la Rectificación del Fa.

Tras graduarme, firmé un contrato con la primera compañía que me ofreció un trabajo. Luego me ofrecieron dos trabajos más con mejor salario y beneficios. Sin embargo, no rompí mi contrato con el ferrocarril. Este trabajo me permitió tener más tiempo para estudiar las enseñanzas del Fa, hacer los ejercicios y aclarar la verdad sobre Falun Dafa.

La compañía arregló que todos los nuevos empleados tuvieran una semana de capacitación. Reservaron una habitación para todas las empleadas en un pequeño motel. Mi colega me pidió que la acompañara al supermercado. Era la oportunidad perfecta para hablar de Dafa y de la renuncia al partido comunista chino (PCCh). Ella renunció al PCCh. Más tarde le aclaré la verdad a otra compañera de trabajo, que también dejó el partido.

Encontrar la oportunidad para el estudio del Fa

Como compartía una habitación con otras colegas, no podía hacer los ejercicios. Tal vez el Maestro vio mi deseo, ya que nos ofrecieron una pequeña habitación sin ventilación, que nadie quería. Me instalé en ese cuarto y pude retomar los ejercicios.

Mis horas de trabajo eran flexibles y tenía mucho tiempo para el estudio del Fa. En dos meses, leí varias veces todas las conferencias del Maestro. También encontré un grupo local de estudio del Fa. Mi compañera de trabajo Ma me vio hacer los ejercicios, se interesó en ello e incluso leyó Zhuan Falun.

Fui transferida a otra ciudad en 2013 y asignada al departamento de mantenimiento. No fue difícil. Me asignaron un horario de trabajo regular, sin turnos y tenía doble descanso.

Cuando no había nada que hacer, mis compañeros de trabajo solían ver la televisión o navegar por las redes sociales. Estudié las enseñanzas y aclaré la verdad. Cuando mis compañeros estaban en su hora de almuerzo, iba a una habitación vacía en el segundo piso para enviar pensamientos rectos al mediodía.

Cada martes y jueves, aclaro la verdad por teléfono. Un hombre me envió un mensaje de texto después de que hablé con él sobre Dafa: "Señora, fue muy agradable hablar con usted. Gracias. Le deseo todo lo mejor". Me conmovió mucho.

No es difícil cumplir con mis responsabilidades como practicante. Me toma una o dos horas cada vez para hacer llamadas de aclaración de la verdad. Realmente aprecio esta oportunidad que el Maestro me ha dado.

Cuando mi estado de cultivación no es bueno, miro hacia adentro y envío pensamientos rectos.

Fui reasignada a otro trabajo temporal a mediados de mayo de 2018. Cuando tomaba el metro por la mañana, llevaba conmigo materiales de aclaración de la verdad que distribuía en el vecindario durante el almuerzo.

En el calor del verano, me volví perezosa. Pero después de estudiar el Fa era consciente de mi responsabilidad. Tenía que tener pensamientos rectos en mi corazón y distribuir volantes en los edificios. Bajaba lentamente así no olvidaba pasar por ningún departamento. Durante el día, empezaba con uno o dos edificios de un complejo de departamentos y luego pasaba al siguiente complejo. Si se me acababan los volantes, recordaba dónde quedaba y distribuía al resto de los apartamentos al día siguiente.

Pistas del Maestro en los sueños

En 2014 soñé que tenía prisa por subir a un avión para hacer una prueba. Estaba empacando mis pertenencias y parecía que nunca terminaba de empacar. Miré mi reloj y mi vuelo salía en 10 minutos. En el sueño, todavía quería seguir empacando, como si quisiera perder mi vuelo.

En otro sueño en 2015, estaba esperando para abordar el avión. En el sueño, era 2016 y yo estaba en el avión, pero no estaba lleno, todavía había asientos vacíos. Esa fue una pista del Maestro de que había más gente que salvar. No importaba dónde, pero necesitaban ser salvados.