(Minghui.org) El brote de coronavirus está causando estragos en China y la gente está en pánico. El cierre de ciudades, pueblos, zonas residenciales y hogares también proyecta una sombra sobre las almas preocupadas de la gente. Mi pequeña aldea en la provincia de Shandong no es una excepción.

Cooperando bien para salvar a más gente

Me quedé atónito y no supe qué hacer cuando me enteré de la gravedad de la epidemia. Lloré pensando en los muchos seres conscientes que esperaban ser salvados por los practicantes de Falun Dafa.

Vivo en un área remota, y las aldeas están por lo menos a 7 u 8 kilómetros de distancia una de la otra. Soy responsable del único lugar de producción de material que tenemos para 3 aldeas en nuestra área.

Como mis habilidades son limitadas, solo puedo imprimir el contenido del Semanario de Minghui y otras publicaciones periódicas publicadas en Minghui.org cada semana. Un compañero los lleva a un lugar a medio camino de otra aldea, donde un tercer practicante los toma para su distribución.

Sin embargo, esta cadena de entrega fue interrumpida debido al bloqueo impuesto en nuestra zona.

Me reuní con otros dos practicantes (todos tenemos más de 70 años) para discutir qué hacer. El practicante dijo que se encargaría del trabajo de entrega: "¡No importa cómo el PCCh esté bloqueando todo, no puede impedirnos salvar a la gente o distribuirles materiales de aclaración de la verdad!".

Al separarnos, nos animamos mutuamente: "caminemos bien nuestro camino para salvar a los seres conscientes frente a la situación actual. Hagamos lo mejor posible para salvar a tantas personas como podamos".

Cooperamos bien como un solo cuerpo. El practicante recogía los materiales por la tarde alrededor de las 7 u 8, cruzaba una montaña y luego pasaba por un bosque de pinos para entregar los materiales en el lugar designado. Hemos logrado entregar los materiales a tiempo todas las semanas sin ningún retraso.

Salvar a la gente con sabiduría

La atmósfera en el pueblo se ha vuelto muy tensa, y el PCCh da sus órdenes todos los días, diciendo a la gente que se quede dentro de sus casas, que mantenga las puertas cerradas, y que no se reúnan.

Si uno debe salir por algo urgente, debe usar una máscara facial. Los controles de temperatura y las desinfecciones se hacen con frecuencia, y 2 equipos de patrulla recorren las calles todo el tiempo para controlar a la gente. El pueblo entero se ve desierto, con casi nadie en la calle.

Dada la situación, empezamos a aclarar la verdad por teléfono.

Los otros dos practicantes llamaron primero a sus parientes y amigos, diciéndoles que no se asustaran, sino que se acordaran de recitar las dos preciosas frases: "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" para mantenerse alejados del peligro.

Las llamadas telefónicas fueron en gran parte bien recibidas y apreciadas.

Primero llamé a la familia de mi hijo con cuatro integrantes. Pude sentir la ansiedad de mi nuera cuando ella respondió. Ella seguía diciendo: "Mamá, ¿qué debemos hacer? Si hubiéramos sabido que tal cosa iba a pasar, nos habríamos quedado en el campo. Aquí nadie se preocupa por nosotros".

"No te preocupes", la consolé: "la gente buena se salvará sin importar dónde esté". Ningún ser humano puede ayudarnos, ¡pero los Dioses sí! ¿Recuerdas las dos frases que te dije que recitaras cuando te encontraras con el peligro? 'Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno". Toda tu familia debería recitar estas dos frases de corazón porque pueden mantenerte alejado del peligro y el daño. Recuerda lo que digo".

"Lo sé. Lo recordaré, mamá. Gracias", dijo mi nuera agradecida (Toda su familia ya había renunciado a las organizaciones del PCCh).

Cuando los llamé la siguiente vez, mi nuera sonaba mucho más alegre. "Estamos todos muy bien, mamá. Por favor, cuídate también", dijo ella.

Cuando los llamé la tercera vez, mi hijo sonrió y dijo: "sabes qué, mamá, tu nuera está leyendo el libro Zhuan Falun,..." podía oír a mi nuera riéndose cerca. Le había dado una copia del libro antes, pero no lo había tocado hasta entonces.

"Eso es maravilloso", le dije a mi hijo. "Deberías leer el libro también y beneficiarte de él".

"Está bien, mamá", dijo mi hijo felizmente.

Me sentí muy feliz por ellos porque habían elegido creer en Dafa en este momento crítico.

Ahora que todos mis familiares se habían enterado de la verdad, ¿qué pasa con la gente de mi pueblo? Recordé las enseñanzas del Maestro:

"Los Dafa dizi son la única esperanza para la salvación de la humanidad" (Al Fahui europeo).

"No pierdan tiempo, rescaten y salven, apresúrense a hablarles" (Apresúrense a hablarles, Hong Yin (II)).

Pensé: debo tener pensamientos rectos y fuertes y salvar a más gente.

Busqué en la página web de Minghui y encontré unas tarjetas de aclaración de la verdad muy bonitas. Descargué e imprimí algunas. Le dije al Maestro en mi corazón: "Maestro, voy a salir a salvar gente ahora. Por favor, deme fuerzas".

No había nadie en la calle. Caminé rápidamente a la casa de mi vecino. Estaban nerviosos por el coronavirus. Les di una tarjeta y les dije: "Esto es lo que puede salvar a la gente. Sabrás qué hacer después de leerlo". También les dije que recitaran las dos frases esperanzadoras para protegerse de los daños. Ellos asintieron y me agradecieron.

No me quedé mucho tiempo y volví a casa rápidamente. Luego me fui a otra casa. Estaba un poco lejos de mi casa. Llamé a su ventana trasera, y la anfitriona preguntó nerviosamente: "¿Quién es?".

"Soy yo. Abre la ventana rápido", le dije.

Abrió la ventana y le di una tarjeta de aclaración de la verdad. Su marido vino también, con aspecto ansioso.

"No te preocupes", le consolé.

"¡¿Quién no se asustaría en este momento?!", dijo.

"¿Dónde pusiste los recuerdos de Falun Dafa que te di antes? Guárdalos contigo todo el tiempo", le dije.

"Están aquí mismo", dijo y sacó los amuletos de un libro. Estaba tan emocionado que sus manos temblaban. Mientras cada uno ponía cuidadosamente un amuleto de Falun Dafa en su cartera, el esposo dijo: "gracias, ahora tenemos una forma de ser salvados!".

Les dije que se acordaran de recitar las dos frases con sinceridad y que leyeran los materiales que les había dado. Ambos dijeron que ciertamente lo harían.

Cuando volví a casa, junté las manos frente al retrato del Maestro y le agradecí por fortalecerme.

Aproveché todas las oportunidades posibles para ir a las casas de los aldeanos y darles materiales de aclaración de la verdad. Le dije a todos con los que me encontré que recitaran "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". La mayoría de la gente creyó lo que les dije.

Cuando un aldeano que había sido asignado para hacer el trabajo de desinfección vino a mi casa, le agradecí lo que estaba haciendo y le dije que recitara las dos valiosas frases. "Si sigues recitándolas desde el fondo de tu corazón, estarás a salvo del peligro", le dije. Siguió asintiendo con la cabeza, y pude ver una sincera gratitud en sus ojos.

Por supuesto, también hay gente que no creyó lo que dije, por más que tratara de convencerlos. Me siento triste por ellos, pero cada uno hace su propia elección.

Cada vez que tengo un poco más de tiempo para hablar con la gente, también expongo las mentiras dichas por el PCCh en relación con su encubrimiento del número de muertos y de personas infectadas, así como el consiguiente impacto desastroso sobre la humanidad en su conjunto.

Un aldeano seguía pidiéndome más material de aclaración de la verdad, diciendo: "¡El PCCh es tan malvado! No deberíamos confiar más en él. Me encanta leer los materiales que nos dio. ¿Tienes más?". Le dije que no, pero que intentaría conseguirle algo más tarde. Por la noche, hice un paquete de materiales y se lo entregué a un practicante para que se lo pasara.

Observaciones finales

He tenido algunos pensamientos y sentimientos profundos recientemente. Los seres conscientes esperan que los salvemos, pero no lo hemos hecho lo suficientemente bien en este sentido.

Me he dado cuenta por experiencia propia que mientras asumamos nuestras responsabilidades con los seres conscientes y hagamos lo que debemos hacer con un corazón puro, el Maestro nos fortalecerá y nos animará.

También siento profundamente que los seres conscientes están despertando con la ayuda del Maestro. Siento que el Maestro está a mi lado y puedo sentir su compasión ilimitada. ¡Gracias, Maestro, por su compasiva salvación de todos los seres conscientes!

Todavía hay cosas que no he hecho bien, y seguiré mejorando.