(Minghui.org) Estimado Shifu y compañeros practicantes:
Practiqué Falun Dafa cuando era niño. Mi madre aprendió Falun Dafa de sus padres, en un viaje de regreso a China. Trabajó duro para ayudarme a obtener el Fa. Recuerdo que, antes del inicio de la persecución en China, Falun Dafa se extendió muy rápidamente en la pequeña ciudad alemana donde crecí, especialmente entre los muchos estudiantes chinos. Por lo tanto, se establecieron muchos grupos pequeños para la práctica de los ejercicios. Entonces, un día, una practicante se le acercó a mi padre y lo sorprendió explicándole que leyó en el periódico cosas malas sobre Falun Dafa. Después de eso, el número de practicantes disminuyó a solo dos o tres.
A partir de entonces, la actitud de mi padre hacia Dafa cambió. Al principio, seguí validando el Fa, e ignoré su comportamiento. Sin embargo, él se dejó influenciar cada vez más por las mentiras y la propaganda del partido comunista chino (PCCh), y cambió mucho. Al mismo tiempo, aumentó mi miedo a una confrontación con él. Así, evité cada vez más estos enfrentamientos y oportunidades de cultivación. Las viejas fuerzas se aprovecharon de esta brecha y, por evitar a mi padre, obtuve el efecto contrario.
Tenía miedo de leer el Fa y hacer los ejercicios. Mi madre se mantuvo firme en su creencia en Dafa durante estos años, y pudo romper con el arreglo de las viejas fuerzas. Ella persistió con mucho esfuerzo y valentía para traer estabilidad a mi cultivación. Sin embargo, si no insistía o estudiaba activamente el libro Zhuan Falun conmigo, yo prefería salir y buscar apoyo de mis amigos. Mientras me estaba enredando en la tina de tintura de la sociedad, con el tiempo, perdí el camino sin darme cuenta de que estaba aceptando los arreglos de las viejas fuerzas.
A medida que pasaba el tiempo, nuestra situación familiar me causaba enojo. Así, me rebelé y me distancié del Fa cada vez más. Durante mi adolescencia, hice amigos de la sociedad de la gente común, yendo a fiestas y bebiendo.
Las viejas fuerzas establecieron un arreglo que no pude atravesar durante años. Debido a mi apego a una vida cómoda y armoniosa, evité las dificultades y busqué una salida fácil. Entonces, me di cuenta de que tenía que fortalecer mi conciencia principal.
Mi madre describió mi actitud como controlada remotamente y como falta de voluntad. Cada vez que las viejas fuerzas presionaban un botón, reaccionaba con el comportamiento deseado. Se me dio la opción de escoger qué camino seguir, una y otra vez. Sin embargo, en ese momento, no pude dar el paso y escoger el camino arreglado por Shifu, y simplemente cedí a la presión cuando me enfrenté a conflictos.
En ese momento, no me di cuenta de la gravedad de la situación, y de las consecuencias que enfrentaría. Luego, me encontré bajo condiciones de salud anormales, que desaparecieron solo después de regresar a la cultivación. No podía respirar bien, o perdía el pulso cuando salía con mis amigos.
A pesar de que, lentamente, desarrollaba dudas sobre el Fa, tenía momentos en los que me acordaba de Shifu Li y del Fa. Durante estos breves momentos, mi lado claro deseaba llegar a la consumación. Entiendo que Shifu no me abandonó, a pesar de mis errores interminables y de mis malas acciones.
Regresando a la cultivación
En la víspera de Año Nuevo, mi novia y yo nos topamos con dos borrachos que nos hablaron. Ellos se enojaron por la reacción de enojo de mi novia. Quise intervenir, por lo que también levantaron la mano contra mí. Al mismo tiempo, mi mente se volvió clara y sin pensamientos. Entonces, los confronté y les dije firmemente que se fueran. De repente, su expresión cambió. Cedieron sumisamente y se disculparon antes de darse la vuelta y alejarse rápidamente. De repente, escuchamos un grito fuerte. Nos volteamos y nos dimos cuenta de que otra persona de nuestro grupo estaba sangrando en el suelo. Los dos hombres que acababan de disculparse lo habían golpeado. Aunque no me estaba cultivando en esa época, sabía que Shifu me había ayudado. Después, recordé otras situaciones en las que Shifu me había protegido.
El año siguiente, acompañé a mi madre al Fahui de Nueva York. Sin embargo, seguí notando que, por mucho que lo intentaba, simplemente era incapaz de absorber las palabras de Shifu. Solo hubo un momento durante toda la enseñanza del Fa cuando mi mente estuvo clara. En ese momento, escuché clara y distintivamente a Shifu diciendo las siguientes palabras: "¿Sigues siendo un discípulo de Dafa?".
Aunque sabía muy bien que no era un practicante, nunca me habría atrevido a hacer tal declaración. Me di cuenta de que, siendo adulto, tenía que tomar conscientemente mi propia decisión de cultivarme o no. Ya no era capaz de permanecer en el estado de irme con la corriente, dejándome llevar pasivamente por mi entorno. Por lo tanto, decidí estudiar el Fa diligentemente para hacer avances.
Shifu vio mi deseo de cultivarme, ya que fui invitado a unirme a la Banda Marchante Tian Guo. De esta manera, ingresé a un ambiente de cultivación donde, por primera vez, podía aprender de otros practicantes e intercambiar entendimientos.
Al principio, no era consciente de la importancia de esta tarea y subestimaba la importancia de ser el director. No tenía muchas expectativas para mí y pensaba que los desfiles eran eventos bastante relajados. Sin embargo, con el tiempo, me di cuenta de cómo Shifu me mostró paso a paso el camino recto, y los requisitos aumentaron paulatinamente. Así, pude reconocer mis apegos fundamentales durante una gira de 10 días por Europa del Este. Hacia el final de la gira, me di cuenta de que los pensamientos más pequeños podían marcar la diferencia, como si las viejas fuerzas siempre estuvieran esperando para encontrar mi brecha.
Nunca había pasado tanto tiempo con muchos practicantes. Por lo tanto, la gira por Europa del Este representó una oportunidad de cultivación muy intensa. Aprendí el significado de hacer todo en base al Fa, lo que podrían lograr los pensamientos de un practicante de Dafa, y cómo un practicante mira hacia adentro.
Dejando ir el apego a uno mismo y participando diligentemente en los proyectos de Dafa
La participación en la Banda Marchante Tian Guo me ofreció un buen ambiente de cultivación. Sin embargo, hacía mis estudios en un entorno donde no había practicantes, y todos mis amigos eran gente común. Cuando no estaba involucrado en las actividades de Dafa por cierto tiempo, me distraía y dejaba de hacer los ejercicios, o de estudiar el Fa. Se hacía cada vez más evidente que mis prioridades cambiaban. Había regresado a la cultivación de Dafa, pero me comportaba como si los proyectos de Dafa fueran solo un pasatiempo. Aunque todavía quería aclarar la verdad diligentemente y participar en otras actividades de Dafa, poco a poco comencé a notar la diferencia entre otros practicantes y yo.
La vida estudiantil a menudo se retrata como una gran fiesta. Aunque no fue así en mi caso, me dejé llevar por esa situación, y realmente no viví la vida de un practicante. Además, mis amigos en la universidad eran muy ambiciosos, lo que generó una competencia entre nosotros. Al mismo tiempo, traté de eliminar mi apego a ser social y poner un mayor esfuerzo en lo que estaba haciendo, lo que hizo que mis calificaciones mejoraran. Solía no compartir mis logros, ni mostrarlos. Sin embargo, desarrollé una sensación de incomodidad si no podía compartir resultados similares con mis compañeros de clase.
Durante mi quinto semestre, todos los estudiantes tuvieron que participar en una práctica profesional obligatoria. Estuve muy feliz cuando me ofrecieron un periodo de práctica en una gran empresa. Pensé en encontrar algo mejor, porque había recibido buenas calificaciones, y esperaba mejorar mucho. Me convencí de que un practicante de Dafa debería dar una buena impresión, y hacer todo concienzudamente y bien. Pero, en lo más profundo, sabía que quería demostrar mis capacidades.
Mis pensamientos cambiaron lentamente, a medida que permanecí más tiempo en este ambiente de gente común. Poco a poco, ganaron en importancia los beneficios de la sociedad de la gente común.
Shifu dijo:
“Eso es verdad. Por eso he dicho a todos los estudiantes que deben ir a los sitios de práctica y asistir a los grupos de estudio sean veteranos o principiantes. Se purificarán en este ambiente. El idioma, el comportamiento y las nociones con los que han sido contaminados entre la gente común, serán purificados constantemente” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Este de los Estados Unidos).
Con el tiempo, desarrollé diferentes expectativas sobre mi futuro, que estaban llenas de todos mis apegos. Hoy en día, uno se preocupa de que durante esa etapa de vida quedaría satisfecho con muy poco, o sería discriminado. Por lo tanto, desarrollé diferentes exigencias. Dado mi mal estado de cultivación y a mis apegos, desarrollé una extraña comprensión del Fa, usándolo como excusa para perseguir mis apegos.
Por ejemplo, después de la graduación, quería trabajar en una empresa de gente común, porque sabía que necesitaba adquirir diferentes tipos de experiencias. Aunque este punto de partida parecía racional, después de pensar en ello en un nivel más profundo, me di cuenta que era solo una excusa. En realidad, tenía el apego a obtener un ingreso estable, lo que me permitiría viajar con frecuencia. Recientemente tuve una mejor comprensión acerca de la industria aérea, por lo que quise tener ese estilo de vida. Sin embargo, nada sucede por casualidad. Era hora de soltarlo e integrarme al ambiente de Dafa.
Shifu me despertó con Su Fa:
“Sientes que es algo muy simple, sientes que cada acción tuya es muy natural, es todo muy simple, pero, ¿esto no es nada? ¿Qué hay de esto? ¡¿Qué significa que no es nada?! ¡Tu responsabilidad es de mayor importancia! ¡¿Cómo que no es nada?! Aunque seas simplemente una buena persona entre la gente común, si tú no haces el xiulian, ¡estas aun cometiendo un pecado extremadamente grande! ¡¡Porque tú no salvas a los seres conscientes que debes salvar!! ¡¡No cumples el contrato que firmaste antes de la historia!!” (Fahui de Nueva York 2016).
Después de leer el Fa de Shifu, me mudé a otra ciudad y empecé a trabajar a tiempo completo en proyectos de Dafa.
Durante las primeras semanas, traté siempre de recordar la enorme responsabilidad de un discípulo de Dafa, y que nos quedaba poco tiempo. Aunque en el pasado sentía a menudo que no estaba haciendo lo suficiente para validar el Fa, ahora de repente miles de pensamientos me impedían trabajar diligentemente en este proyecto de Dafa. Es por eso que me pusieron a prueba sobre pequeñas cosas, y a menudo dudaba de si no debería haber seguido otro camino.
Se decidió que me quedaría dos meses y medio en los medios de comunicación de Dafa en Nueva York, para capacitarme en lo que necesitaba para mis tareas futuras.
Al principio, la jornada laboral en Nueva York pasaba lentamente. Como en el pasado, siempre elegí mis tareas y traté de acercarme proactivamente al líder del equipo. Sin embargo, después de la primera semana, la situación cambió repentinamente debido a mi firme determinación de contribuir a Dafa y de hacer bien mi trabajo.
Al iniciar las campañas en línea, mi trabajo aumentó y fui contactado por otro departamento. Al final, dividí mi trabajo entre los dos departamentos. Esto significaba que tenía que estar en la oficina a las 7 a. m. para cumplir con el primer plazo. A partir de entonces, experimenté un horario de trabajo apretado. La mayoría de las veces, hacía los ejercicios durante el almuerzo y la cena. Inmediatamente después de hacer los ejercicios por la noche, estudiaba el Fa con el grupo todos los días y, después de eso, intercambiaba con los demás practicantes. Por lo tanto, pasaba 14 horas en la oficina todos los días. Aunque este era un horario regular para algunos practicantes, ese programa diario era completamente nuevo para mí. En retrospectiva, esto parece mucho, pero el tiempo pasó como en un parpadeo. Me sentía satisfecho y valoraba cada minuto porque estaba contribuyendo activamente en la rectificación del Fa, y no quería desperdiciar ni un segundo. Me sentía como si finalmente estuviera persiguiendo mi destino como discípulo de Dafa y poniéndome al día con el tiempo valioso que había desperdiciado en el pasado. Ningún pensamiento de gente común interfería con mi trabajo, todo sucedía naturalmente, y todas las dudas que solía tener se habían ido.
Lo más valioso para mí fue el intercambio y los muchos puntos de contacto con otros practicantes. Cada uno de ellos mostraba la importancia de la confianza mutua, y lo que realmente significaba la cooperación incondicional. El tiempo es muy valioso para todos. Si uno le pedía algo a un compañero practicante, ellos trabajaban en ello inmediatamente, "sin preguntas", o sin necesidad de una explicación.
En particular, se me mostró que uno necesita dejar el ego. La mayoría de los pensamientos negativos e inquietantes que experimenté durante el día eran el resultado de mis apegos al egoísmo. Algunos días, por ejemplo, cuando trabajaba, me venían a la mente pensamientos de distracción de la nada. Entonces, me di cuenta de que solo podían molestarme debido a mis apegos. Cedía a los pensamientos en lugar de rechazarlos inmediatamente. Podrían desarrollarse a partir de una interferencia menor e interrumpir mi trabajo.
Al cooperar entre nosotros, se hizo muy obvio cuáles palabras contenían apegos. Todos los practicantes fueron muy indulgentes y no dijeron una palabra. Pero, después de haber dicho algo, me sentía avergonzado. Se me mostró claramente que el apego era una imagen falsa y bloqueaba el acceso a la sabiduría que me daba el Fa. Además, nadie mostró ningún resentimiento, aunque yo era bastante directo. Incluso cuando mis palabras eran un poco groseras, otros practicantes sonreían y miraban dentro hasta que encontraban los mejores resultados para el proyecto.
En comparación, me di cuenta de que no estaba dispuesto a poner mucho en los proyectos de Dafa. En cambio, todo era solo sobre mí, por lo que ponía pequeños pretextos como el cansancio, los sentimientos, o la búsqueda de la diversión, como una excusa para no mostrarme comprometido al ciento por ciento. Poco a poco entendí que, para participar bien en los proyectos de Fa, es un desperdicio esforzarse por cualquier beneficio, no importa lo pequeño que sea, y que no hay lugar para nada más que el trabajo de Dafa.
Shifu dijo:
“Coordinen recta y abiertamente. No es necesario quien tenga la mejor idea, incluso si su idea no es buena, no es compleja, ¡tú la completas! ¡Completando todos los aspectos! Entonces los dioses te consideran extraordinario, ¡además lo haces silenciosamente! La clave no está en quién dio la idea, sino en quién se refina a sí mismo en este proceso…” (Fahui de Nueva York 2019).
El Fa de Shifu me dijo que el éxito no se trata de esforzarse por obtener resultados, sino más bien de dejarlos ir. Este entendimiento permitió una buena cooperación sin fricción entre las personas.
Manteniendo pensamientos rectos y una actitud positiva en el trabajo
Las viejas fuerzas no descansaban, así que durante mi estancia en Nueva York hubo distracciones violentas. Me daba cuenta de que, a pesar de estos enormes disturbios, los practicantes se quedaban ahí. Por el contrario, sin importar cuán difícil y desesperada parecía la situación, al final, los practicantes sacaban algo positivo de ella. A pesar de los grandes golpes del destino, y las situaciones increíblemente tensas, todos los practicantes se mantuvieron firmes. No solo rechazaron el arreglo de las viejas fuerzas, sino que tomaron activamente medidas enérgicas contra ellas. Casi siempre confrontaban cualquier obstrucción con una actitud positiva, pero también encontraban una respuesta adecuada en la forma de lidiar con el problema. En el proceso, no dudaban de sus acciones, sino que simplemente seguían el curso natural. Su comportamiento mostró su fe en el Fa, y el esfuerzo incansable que estaban dispuestos a hacer.
Este comportamiento me inspiró mucho, y me di cuenta de que no tenía suficiente fe en el Fa. Esto hacía que me rindiera durante los momentos más importantes y cruciales. ¿Cómo podría asumir el papel principal como discípulo de Dafa cuando se me pedía hacerlo? No importa cuán desesperada y definitiva podía parecer una situación, es solo un fenómeno en nuestra dimensión. Dadas mis nociones humanas, miraba todo desde un ángulo equivocado. A menudo, la diferencia surgía de algo pequeño, pero cuando uno es capaz de considerar todo en base al Fa, descubre el camino que siempre estuvo allí.
Shifu dijo:
“La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del Shifu” (Primera Lección, Zhuan Falun).
No hay nada que Shifu no pueda hacer, y cuando estamos alineados con el Fa, nuestras acciones pueden tener un efecto ilimitado. Entonces, entendí que muchos grandes cambios pueden verse influenciados por los practicantes, especialmente hoy, cuando somos conscientes del paso final de la rectificación del Fa.
Shifu dijo:
“Pero una rectitud suprime cien perversidades…” (Quinta Lección, Zhuan Falun).
Entiendo del Fa de Shifu que cualquier situación negativa a la que uno se enfrente durante el trabajo de la rectificación del Fa puede convertirse en algo positivo o grandioso. Sin embargo, depende de la fuerza de los pensamientos rectos. Para eso, tenemos que vigilar cada uno de nuestros pasos, y no debemos tomar nuestros pensamientos a la ligera.
Conclusión
Hoy, tan pronto como encendí la computadora y eché un vistazo a las publicaciones de los medios de comunicación, parecía que en el mundo humano estalló la guerra. Me di cuenta de la locura de las sustancias malignas, y de cómo las viejas fuerzas se aprovecharon de las brechas más pequeñas para atacar a los discípulos de Dafa.
Hace poco, leí un artículo de Minghui que me dejó una impresión duradera. En este artículo, el autor describió que vio que los mecanismos de las viejas fuerzas están empezando a desmoronarse. Vio que las viejas fuerzas estaban desesperadas y no dudarían en aprovechar los apegos de los practicantes para reforzarlos con sustancias negras.
Los practicantes que no eran conscientes de esto y pensaban en la interferencia como en un obstáculo insuperable, fueron atacados por las viejas fuerzas, ya que están completamente en contra de los practicantes que se cultivan con éxito. Recientemente han sucedido muchas cosas. Muchos practicantes experimentaron una fuerte interferencia, y algunos perdieron la vida de un día para otro.
Cuanto más avanza el tiempo, más importante es cada decisión que tomamos. Si nuestro comportamiento no está en el Fa, las viejas fuerzas lo capitalizarán. Creo que las viejas fuerzas quieren asegurarse que la rectificación del Fa fracase, y que los practicantes no se cultiven con éxito. A veces, recuerdo que Shifu nos dijo que ni siquiera el 80 por ciento de los seres conscientes pueden ser salvados. Entonces, recordé el Fa de Shifu.
Shifu dijo:
“…aunque salvara a una persona y al final solo una persona pudiera completar la cultivación, no habría hecho este asunto para nada en vano” (25 años de la Gran Difusión de Dafa: Explicando el Fa en Nueva York).
Esto me recordó la importancia de cada ser consciente en la rectificación del Fa. Por lo tanto, durante el tiempo restante, debemos dar bien cada paso.
Gracias, estimado Shifu y compañeros practicantes.
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