(Minghui.org) Fui a una prestigiosa universidad china hace más de 10 años. Un día, un compañero mío, Ming, de repente tuvo una hemorragia nasal que no se detenía. Fue llevado a la sala de urgencias, y los resultados de las pruebas mostraron que su número de plaquetas era cero. También tenía unos 40˚C de fiebre. El hospital tuvo que usar bolsas de hielo para bajarle la fiebre. Le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda.

Recibió quimioterapia de inmediato, pero no se curó. Su médico le dijo que su única oportunidad de sobrevivir era un trasplante de médula ósea. Buscaron en todo el país y no encontraron ningún donante compatible. El hospital solo podía usar tratamientos conservadores mientras esperaban un donante.

Después de varios meses de tratamiento, Ming seguía con dolor constante y fiebre alta. Sus padres se sentían desesperados. Sus compañeros y exalumnos donaron dinero para ayudar a pagar sus gastos de hospitalización.

Antes de enfermarse, Ming ya se había enterado de los hechos sobre la persecución a Falun Dafa y renunció a su membresía al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles.

Cuando fui a visitarlo, Ming me pidió que le ayudara a descargar las grabaciones de las lecciones del Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) a su reproductor de MP3. También me pidió que no se lo dijera a nadie.

En ese momento, estaba completamente postrado en cama. Después de empezar a escuchar las conferencias del Maestro, su visión del mundo y su comprensión de su enfermedad cambió. Llegó a entender el propósito de la vida y fue capaz de dejar ir el miedo a la muerte.

Se volvió más optimista. También decidió devolver gran parte de las donaciones que recibió, guardando solo una pequeña cantidad para ayudar a cubrir los gastos médicos que su familia no podía pagar. Cada día se sumergía en el estudio de Dafa y olvidaba completamente que estaba al borde de la muerte.

Milagrosamente, fue capaz de levantarse solo y caminar con la ayuda de otras personas. Finalmente fue capaz de caminar sin ayuda, y la fiebre que le había asolado durante casi seis meses desapareció. Sus análisis de sangre mostraron que todo era normal. Su cáncer se había curado.

La historia de Ming se ha hecho muy conocida entre el personal del hospital. Las personas ingresadas más o menos al mismo tiempo que él han fallecido, aunque algunas de ellas ya recibieron un trasplante de médula ósea. Ming ha estado saludable por más de 10 años.

Ahora, con la propagación del coronavirus y el aumento del número de muertos, los amigos de Ming que conocían su historia pidieron a sus amigos que aprendan sobre Dafa e incluso empiecen a practicar.