(Minghui.org) Después de leer el artículo, "A los jóvenes practicantes: atesoren la oportunidad de cultivarse", me sentí profundamente conmovida. Una vez fui una joven practicante de Dafa. Me cultivé por un tiempo, pero con el paso del tiempo, me separé poco a poco del Fa, usando como excusa lo académico. Fui enterrada en la gran tina de tintura de la sociedad humana común por varios años, pero en el fondo de mi corazón me propuse cultivarme en Dafa.

1. Mi relación predestinada con Dafa

Mi relación predestinada comenzó cuando tenía tres años con mi abuela materna. En ese momento, mi abuela ya estaba cultivándose. Un día, vi a mi abuela practicando el segundo ejercicio de Falun Dafa; tenía mucha curiosidad y quería seguirla. Cuando levanté mis brazos, sentí algo tremendo girando dentro de mis brazos y me mareé. En ese momento no sabía que era un Falun, así que seguí diciendo que estaba mareada. Después de eso me caí en el sofá.

La salud de mi madre no era muy buena y muchas enfermedades ginecológicas la afectaron. Siempre confiaba en la medicina. Cuando los médicos de medicina china no podían curarla, probaba con la medicina occidental. Probó muchos tipos diferentes de medicina todos los días y nada funcionó. Mi abuela fue capaz de convencerla para que se cultivara. Toda mi familia vio los milagros de Dafa y mi madre ya no está enferma.

Me cultivé con mi madre y mi abuela a una edad muy temprana. Con el paso del tiempo, me enterré más y más profundamente en la sociedad común, alejándome gradualmente de Dafa. Recuerdo un sueño que tuve sobre la segunda serie de ejercicios de Falun Dafa con mi madre. Estábamos paradas paralelamente en la fila pero yo era muy diminuta, parada solo llegaba hasta los tobillos de mi madre. Había una voz que decía: "Te has vuelto más pequeña porque no has estado practicando". Me desperté llorando. Ahora que lo pienso, era el Maestro quien me lo insinuaba. No continué practicando porque mi calidad de iluminación era bastante pobre entonces.

Aunque no continué cultivándome, sabía que Falun Dafa era bueno. Cuando mi madre me lo pedía, hacía lo mejor para ayudar a los practicantes a descargar los materiales de Dafa. También ayudé a los practicantes a reunir documentos para sus demandas contra Jiang Zemin, exjefe del partido comunista chino, por iniciar la persecución a Falun Dafa. Me conmovió mucho leer las historias de cultivación de los practicantes y las noticias sobre la persecución a los practicantes.

2. Regresando a Dafa

Me resfriaba mucho cuando era estudiante universitaria, lo que provocó latidos irregulares del corazón, haciéndome sentir muy incómoda. Estar sentada durante largos períodos de tiempo cuando estudiaba también provocó una columna vertebral débil. Un día, estaba moviendo algo pesado y me torcí la espalda. Tenía tanto dolor que tuve que permanecer en la cama durante dos meses y medio y no pude sentarme por mucho tiempo. Estaba muy frustrada y preocupada porque todavía era joven. Mi madre me animó a cultivarme ya que creía que yo tenía una fuerte relación predestinada con Dafa. No me tomé sus palabras en serio y mis pensamientos comunes prevalecieron.

El Maestro me ayudó a iluminarme a algo mientras hacía la meditación un día. Por mis pensamientos comunes, pensé que me dolía la espalda por estar sentada por mucho tiempo, pero en realidad, no me dolía. Al contrario, se sentía muy cómoda. Hasta el día de hoy, estoy muy agradecida al Maestro por cuidarme todavía, una cultivadora perdida en la sociedad común. Las lágrimas rodaban por mis mejillas cuando pensaba en lo que había pasado.

Un día, durante el ejercicio de meditación, sentí de repente una poderosa vibración en mi espalda, seguida de una ola de aire fresco. Lloré en seguida. Sabía que el Maestro estaba limpiando mi cuerpo. Desde el fondo de mi corazón, agradecí sinceramente al Maestro que lo soportó todo por mí. Mi espalda experimentaba los mismos síntomas cada vez que meditaba. Ahora mi espalda está completamente bien y mi ritmo cardíaco también se normalizó. Me siento realmente cómoda.

Mis experiencias con las maravillas de Dafa fortalecieron mi fe en la práctica.

3. La cultivación no es una cosa fácil

Después de poner mi mente en cultivarme de verdad, mi primera tribulación fue el yeli de pensamiento. Muchos malos pensamientos aparecieron en mi mente cuando hice los ejercicios, como no respetar al Maestro y al Fa. Me afectaron mucho.

Un día mi madre dijo que soñó que cuando era joven, mi ropa era toda blanca y hermosa. Le respondí abruptamente: "Eso no es nada, ¿qué sentido tienen los sueños?" Mi madre dijo: "No, entiendo que eres pura y que vienes de un nivel bastante alto. ¡Deberías cultivarte bien! ¡No te descuides!". Después de escuchar, asentí, sabiendo que el Maestro me insinuaba que lo hiciera bien.

Mi cultivación no era muy sólida, así que cuando el yeli de pensamiento apareciera me asustaría. Luchaba todos los días con estos malos pensamientos y en un momento dado incluso pensé en dejar la cultivación. Mientras enviaba pensamientos rectos, el yeli de pensamiento apareció y tuve mucho miedo. No sabía cómo llegaron estos pensamientos y empecé a luchar con ellos. Me volví muy inquieta y ansiosa. Le dije al Maestro: "Maestro, estoy muy cansada. No puedo soportarlo más". El Maestro dijo:

"Una vez que aparece, es justamente para ver si uno mismo puede vencer estos malos pensamientos o no. Para aquellos que pueden mantenerse firmes, el ye puede ser eliminado" (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Al día siguiente, ya no estaba controlada por este pensamiento y me sentí mucho mejor. Sé que el Maestro me ayudó al ver que estaba decidida a eliminar este pensamiento. Hasta ahora todavía tengo mucho yeli de pensamiento, pero trato de suprimirlo.

También me falta autoestima. Siempre pensé que los milagros y las maravillas que les sucedieron a otros practicantes de Dafa nunca me sucederían a mí. Siento que me falta cultivarme. Si hay principios del Fa que no entiendo, leo las experiencias de los practicantes en los artículos de Minghui. En cada ocasión, los artículos que leía siempre se referían a mis problemas. Sé que el Maestro me ayuda a iluminarme, siempre resolviendo mis problemas desde la raíz.

Siempre que pienso en no cultivarme, me siento muy avergonzada por la compasión del Maestro hacia mí.

4. El Maestro está a nuestro lado

Vivo en una pequeña ciudad de Norteamérica donde no hay muchos chinos. Al principio de mi cultivación, me preocupaba mucho cómo iba a aclarar la verdad a los chinos. Por lo que sé, solo hay un pequeño supermercado chino donde vivo. Normalmente iba al supermercado local y raramente a la tienda china. Durante ese tiempo, mi esposo siempre me preguntaba si había algo que necesitara comprar en el supermercado chino. Yo le decía que no.

Más tarde, me di cuenta de que el Maestro me animaba a aclarar la verdad a los chinos. Preparé un conjunto de materiales para la aclaración de la verdad. Cuando estaba en la caja del mercado chino, empecé a hablar con el dueño. Me recordé en silencio que debo sonreír y parecer feliz, tener compasión y mantener la Verdad, Benevolencia y Tolerancia en mi corazón. Debido a mi carácter tímido, me recordé no tartamudear.

Con la ayuda del Maestro, empecé a charlar libremente con el dueño. Cuando me enteré de que no sabía nada sobre la renuncia al partido comunista chino, aceptó mi material de aclaración de la verdad sin problemas. Le dije: "Si lo piensas bien, podré volver y contarte más". A mi primera aclaración de la verdad le seguía faltando. Después de leer más conferencias del Maestro, aprendí qué decir y cómo decirlo".

La segunda vez, llegué al mercado chino local, y cuando llegamos a la caja, mi marido me preguntó si quería ir a comer sushi. Normalmente nunca comemos sushi. Cuando empezamos a escoger el sushi en los estantes, oí a dos cocineros chinos hablando. Mis ojos brillaban. Sabía que el Maestro me estaba insinuando, haciéndome saber que hay que aclarar la verdad en esta pequeña ciudad. Siento que el Maestro siempre está a nuestro lado y nos vigila. Mientras creamos en el Maestro y en el Fa, Él siempre arreglará lo mejor para los practicantes.

Todavía tengo muchos apegos y mi comprensión del Fa es todavía muy superficial. Como nueva practicante, todavía tengo mucho que mejorar. Seguiré los principios del Fa para progresar diligentemente en la cultivación y ser una verdadera discípula de Dafa. Aunque empecé a cultivarme hacia el fin de la rectificación del Fa, el Maestro no se ha dado por vencido conmigo. No hay palabras para expresar mi gratitud al Maestro; todo lo que puedo hacer es estudiar mejor el Fa, hacer las tres cosas para ayudar al Maestro en la rectificación del Fa y salvar a los seres conscientes.

Gracias, Gran Maestro benevolente. Como una discípula de Dafa, le expreso mi más sincera gratitud.

También me gustaría decirles a los jóvenes practicantes como yo: por favor, no pierdan esta oportunidad. ¡Ayudemos al Maestro a rectificar el Fa y regresemos a casa con el Maestro!