​El embajador plenipotenciario de los Estados Unidos: “Los EE.UU. lideran el esfuerzo mundial para presionar a China sobre sus violaciones a la libertad religiosa”

(Minghui.org) En una teleconferencia sobre las acciones de los Estados Unidos contra los violadores a la libertad religiosa, el 8 de diciembre de 2020, Samuel Brownback, el embajador plenipotenciario de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, condenó al partido comunista chino (PCCh) por sus violaciones de los derechos humanos. Hizo un llamamiento a otros países para que se unan a los EE. UU. a presionar al PCCh para que detenga sus abusos a los derechos humanos.

El embajador plenipotenciario de EE.UU. Samuel Brownback

El embajador Brownback dijo que la libertad religiosa internacional es una prioridad clave de la política exterior de Estados Unidos.

Mencionó que hace apenas seis días, Mike Pompeo, el Secretario de Estado de Estados Unidos, ha designado a China, Birmania, Eritrea, Irán, Nigeria, Corea del Norte, Pakistán, Arabia Saudita, Tayikistán y Turkmenistán como Países de Interés Particular (PIP) por sus violaciones o tolerancia a las violaciones de la libertad religiosa.

Elogió a Sudán y Uzbekistán por las reformas que realizaron para ampliar la libertad de religión en sus naciones, por lo que ambos fueron eliminados de la lista de Países de Interés Particular.

Cuando se le preguntó acerca de los enfoques específicos que van a adoptar contra China, el embajador Brownback observó que se aplicaría "una amplia gama de sanciones" cuando fuera posible y que la mayoría de las sanciones tendrían un doble efecto.

"Una vez que se hace la designación de PIP, el Secretario en un momento futuro podría aumentar las sanciones cuando se haga esa designación, y esas tienen una completa... hay una amplia gama de sanciones que se pueden aplicar bajo la autoridad presidencial, donde la autoridad para esto vendría", dijo.

Dijo que antes de que el PCCh le negara su visa a China en represalia por sus críticas a la China comunista, dio un discurso en Hong Kong. Dijo que el PCCh está en guerra con: "toda la gama de personas religiosas", incluyendo budistas, musulmanes, cristianos y Falun Gong, pero es una guerra que no ganarán.

Añadió que los EE. UU. ha liderado el mundo en presionar a China sobre las violaciones a la libertad religiosa y que: "una serie de sanciones a China, ya sea visados o productos que entran en los Estados Unidos o las exportaciones de los Estados Unidos están prohibidas". También pidió a otros países que se unieran a los Estados Unidos para sancionar al PCCh.

Citó a Lobsang Sangay, el presidente de la Autoridad Central del Tíbet, quien dijo que o la comunidad mundial cambiará a China o China cambiará al mundo. China necesita actuar como una nación normal y seguir las reglas, incluyendo la libertad religiosa.

El embajador Brownback enfatizó que la libertad religiosa es un derecho humano específico reconocido por la ONU y en la constitución china. "La comunidad mundial tiene que presionar fuertemente a China para que cambie, o China cambiará al mundo".

También mencionó la situación en Xinjiang, donde es: "terrible lo que sucede en esa área" y un millón de personas están retenidas en centros de detención. "Siguen teniendo literalmente un estado policial para todos los demás, con cámaras e inteligencia artificial y sistemas de tipo de puntuación de crédito social que, si eres un adherente religioso, vas a ser castigado -en un centro de detención o no podrás trabajar en la economía o conseguir un apartamento o ir a la escuela".

Cuando Chen Quanguo era el presidente del partido [comunista] en el Tíbet, creó un sistema de persecución masiva para atacar a los budistas tibetanos, y ahora, como jefe del partido [comunista] en Xinjiang, está haciendo lo mismo para atacar a los residentes de Xinjiang.

El embajador Brownback concluyó: "Lo que se va a necesitar para detenerlos, creo, es que la comunidad global va a tener que dar un paso adelante y unirse a los Estados Unidos para presionar a China para que sea una nación civilizada". Cada vez hay más países que dan un paso adelante y dicen que sabemos que China es una nación rica con muchos recursos con los que intimida a la gente, pero tiene que parar".