(Minghui.org) Cuando era un niño, le pregunté a mi madre: "Si todo el mundo va a morir algún día, entonces, ¿qué sentido tiene vivir?".

Como me resultaba difícil ver la importancia de estar vivo, la muerte nunca me pareció tan aterradora.

Como practicante de Falun Gong, recuerdo haber sido torturado en varias ocasiones por la policía, casi al borde de la muerte. Sin embargo, nunca tuve miedo de morir. A menudo me preguntaba: "Si no tengo miedo a la muerte, ¿entonces qué apegos sigo teniendo?".

Un día mientras caminaba por la calle, una camioneta con varios policías se detuvo junto a mí. Dos oficiales me agarraron, me tiraron dentro y me pusieron una capucha negra sobre la cabeza.

Mientras la camioneta se alejaba, un oficial gritó: "Tienes dos opciones. La primera: si me dices lo que quiero saber, le perdonaremos la vida. La segunda: Si no me lo dices, te mataré y te enterraré y nadie te encontrará jamás". Yo respondí: "¡Entonces elijo la muerte!".

Cuando llegamos a una aldea remota, todos los oficiales comenzaron a torturarme. Pensé: "¡Si continúan así, prefiero morir!".

En la superficie parecía que no tenía miedo a la muerte, pero sí, ¡tenía miedo al sufrimiento!

Cuando miro hacia atrás a ese evento, la muerte no parecía tan aterradora. ¿Por qué? Porque me proporcionó una salida fácil, casi como una vía de escape.

En la superficie, la gente pensaba que había conquistado el miedo a la muerte, que me había iluminado a un alto nivel, o que estaba genuinamente tan desapegado. ¡Lo que no vieron es mi apego al miedo!

Sin embargo, la verdadera iluminación siempre implica la elevación del carácter de uno, o en otras palabras, la renuncia a los apegos humanos... ¡incluyendo el apego al miedo!