(Minghui.org) La semana pasada estaba subiendo unas colinas no muy lejos de casa, escuchando las enseñanzas de Shifu en audio. Era un día hermoso. No muy caluroso, no muy frío. El bosque estaba verde, el aire claro. De repente, un enjambre de moscas me rodeó, unas 100 o 200 de estas. Volaban alrededor mío y no se iban, ya sea que estuviera quieto o caminando, que intentara espantarlas y que dejara mis brazos abajo.

Era demasiado raro para que sea una coincidencia, así que intenté mirar hacia dentro y tener pensamientos rectos. Me di cuenta de que si mi estado mental declinaba por unas moscas, significaba que mi fuerza de voluntad era débil. No había razón para que deje que me afecte. También pensé que podría ser algún yeli que debía para eliminar o apegos que no me había tomado en serio.

Luego vi una familia caminando delante de mí a un paso más lento. Decidí aminorar mi paso para que las moscas no fueran hacia ellos. También les hubiera resultado extraño a ellos ver una persona caminando en medio de una nube de moscas.

Un rato después noté algo: a pesar de que había cientos de moscas dando vueltas sobre mí e incluso en mi ropa, ninguna se apoyó en mi cara o en la piel de mis brazos. Ni siquiera se acercaron a mi rostro. Así que decidí enviar pensamientos rectos y seguir caminando con buen ánimo.

Unos 30 minutos después, pasé por unos arbustos, y cuando salí del otro lado, las moscas habían desaparecido.

Luego intenté descifrar cuál era el mensaje. Me llevó unos días, y luego llegó el entendimiento: era una metáfora para el xiulian en la Rectificación del Fa. Sin importar la tribulación o cómo se sienta, con pensamientos rectos no puede dañar mi verdadero yo. Cuando sirvió su propósito, pasa.

Es como Shifu describe en la Sexta Lección, Zhuan Falun:

“… abrieron un grifo de agua para que oyera el sonido de las gotas cayendo. Esta persona creyó que era su sangre la que goteaba y después de un rato murió. En realidad no la hicieron sangrar en absoluto, lo que goteaba era agua corriente, fue el factor psicológico lo que causó su muerte”.

Cuando sé la verdad, estas cosas no pueden verdaderamente herirme. Tengo el Fa para evaluar las cosas, y soy una partícula de Dafa. Siento que Shifu me estaba alentando para ver cómo son realmente las cosas, que mantenga mis pensamientos rectos y mi rostro sonriente y siga transitando el camino a casa.

Unos días después, se publicó el nuevo poema de Shifu:

“El Cielo y la Tierra nítidos, el enredo del demonio rojo
Una gran y poderosa nación, los fraudes provocan desastres
Sacuden a la sociedad, el corazón del pueblo se enfría
¿Cuándo volverán la rectitud y la conciencia?” (Las elecciones generales).

Me di cuenta de que mi experiencia también era una metáfora de la primera oración. Leyendo los intercambios de los practicantes en Minghui, me di cuenta a diferencia de la gente común que está asediada por estos eventos, nosotros tenemos el Fa. Nosotros sabemos el resultado final, sin importar las tribulaciones en el proceso. Nosotros asumimos el rol principal de salvar seres conscientes y salvaguardar el cosmos.

Vivo en un país occidental pero no en los Estados Unidos. Unos días atrás después de las elecciones en los Estados Unidos, en una cena familiar, la gente me preguntó sobre China, mi país, y las elecciones en los Estados Unidos. Les compartí mi entendimiento. Luego esa noche, algunos de mi familia me dijeron: “Tienes que contarles estos a los políticos [hablé de los peligros de trabajar con el PCCh y sus colaboradores]. Puedes tener un impacto real en el país”. Sentí que Shifu me estaba dando una pista muy directa sobre mi rol y el verdadero impacto que los discípulos de Dafa pueden tener.

Como siempre, tenemos que hacer nuestra validación de Dafa con sabiduría. Los cultivadores no participan de las políticas de la gente común. Pero “con sabiduría” no puede ser una excusa para no enfrentar nuestra misión y la continua batalla entre el bien y el mal.