(Minghui.org) Maria Meyer, practicante australiana de Falun Dafa de 60 años de edad, vive en un pueblo remoto llamado Dimbulah, que significa el gran pozo de agua en la lengua aborigen local. Tras cultivarse durante 15 años, envió saludos al fundador de Falun Dafa deseándole un Feliz Festival de Medio Otoño.

"¡Tengo que expresar sinceramente mi gratitud por el Maestro, el señor Li Hongzhi por traer al mundo esta práctica de cultivación tan valiosa y conmovedora para el alma!".

La practicante australiana Maria Meyer le desea al Maestro Li un Feliz Festival de Medio Otoño

El pueblo de Maria está a 60 kilómetros de Mareeba, 76 kilómetros de Atherton y 121 kilómetros de Cairns. Maria es la única practicante en su pequeño pueblo, pero eso no afectó su fe en la cultivación.

"Desde 2005, leo a diario Zhuan Falun y conferencias del Maestro Li. Esta es la única enseñanza que me da el verdadero significado de la vida. Es la diferencia entre mi anterior vida egoísta y una vida guiada por los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, donde la abnegación y el pensamiento en los demás es la clave", dijo.

Una nota que cambia la vida

Un día de 2005, un profesor le dejó una nota a Maria, informándole que se estaban realizando clases de ejercicio libre en Mareeba a las que podría estar interesada en asistir. Maria fue a las clases dos veces y le parecieron estupendas. El practicante que dirigía las clases aceptó ir a Dimbulah cada domingo para enseñarle a un grupo de residentes locales los ejercicios de Falun Dafa. El practicante hizo esto diligentemente durante casi un año antes de mudarse a Sídney.

Mientras Maria estudiaba el libro, experimentaba cambios todos los días. "Me sentí asimilando lenta y genuinamente estos principios universales. El proceso de identificar mi propio egoísmo profundamente oculto y lo difícil que es romper con estos hábitos, nociones y apegos que se convirtieron en una segunda naturaleza, es realmente un proceso doloroso e igualmente humillante".

"La paz interior, la alegría y la satisfacción que experimenté después de dejar de lado la necesidad de demostrar un asunto, ser combativa, celosa, envidiosa, enojada o triste, e incluso todas las demás emociones y sentimientos que me dejaron eufórica o abatida se equilibraron poco a poco. Tengo que decir que estas palabras no pueden transmitir verdaderamente, a nadie que lea este intercambio, lo profundo y transformador que puede ser esta práctica, hasta que uno mismo decida y tenga el deseo de cambiar desde el interior hacia el exterior", dijo.

Presentando a Falun Dafa en su comunidad

Aunque es la única practicante en su municipio rural, Maria participa regularmente en sesiones de estudio grupal en Mareeba. También instala un estand en eventos comunitarios para presentar Falun Dafa y exponer la persecución por parte del partido comunista chino.

Maria presenta Falun Dafa en un festival local

María y un compañero de práctica establecieron un nuevo sitio de práctica en un parque que tiene un centro de información turística, un centro de arte y un centro histórico. Este nuevo sitio resultó ser donde los chinos y otros turistas van a refrescarse después de un paseo en globo aerostático. Maria y el otro practicante notaron que algunos de los turistas chinos los observaban tranquilamente mientras que otros pasaban rápidamente para evitarlos.

"Un grupo de jóvenes se acercó a hablar con nosotros. Un joven explicó que su madre practicaba, pero él no. Trató de convencernos de que el Maestro Li estaba recaudando dinero de los practicantes y acumulando riqueza. Le señalé amablemente que nunca conocí al Maestro Li en persona y que nunca le envié dinero. Le expliqué que nos enseñan a eliminar nuestro apego a la fama, a la ganancia personal y a la riqueza material, y a tomar todo eso con ligereza", dijo Maria.

Experimentando los milagros

María tuvo varias experiencias milagrosas. Ella dijo que solo las personas que se asimilan genuinamente a Falun Dafa entenderán los principios y las maravillas de la cultivación.

"Durante una meditación sentada, experimenté una energía que atravesaba mi cuerpo en zigzag horizontalmente desde los pies hasta la cabeza".

"Una vez tuve que viajar 121 kilómetros a Cairns para hacerle un servicio a mi auto. El mecánico levantó el auto en un elevador y allí en la rueda trasera derecha había un agujero en forma de cometa del tamaño de un puño. Los dos estábamos sorprendidos. El Maestro me salvó de tener un accidente por un reventón de neumático".

"En el pasado tuvimos cuatro ocasiones en las que pequeños canguros llamados walabíes corrían a los lados de nuestro auto y causaban miles de dólares en daños. Una mañana, al salir de casa, vi que algo se movía muy rápido hacia mi auto. En ese momento supe que no podría detenerme para evitar la colisión con este walabí. Al mirar hacia arriba, noté que una fuerza invisible agarró al walabí por el cuello y lo sostuvo el tiempo suficiente para que yo pudiera pasar a salvo. ¡Gracias Maestro Li!".

Profunda gratitud

Maria está profundamente agradecida al Maestro por su protección desde hace 15 años. "Seguiré cultivándome y mejorando, ya que es la única manera genuina que conozco de devolver al Maestro el inmenso y desinteresado cuidado que brinda a cada cultivador y ser consciente de este mundo", dijo.

"A los ciudadanos de China, quiero expresarles que los practicantes de Falun Dafa de todo el mundo tienen genuinamente en mente su bienestar y su situación actual [coronavirus]. Desde hace 20 años, los practicantes en China arriesgan sus vidas y sus medios de vida para tratar de transmitirles lo genuino de esta Gran Ley (Dafa) de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Dafa nos enseña a ser desinteresados y a pensar en los demás antes que en nosotros mismos".