(Minghui.org) Cuando leí el libro Zhuan Falun por primera vez en 1997, cada palabra era amarilla dorada. Unos días más tarde, las palabras del libro tenían los colores del arco iris, como luces de colores.

La alegría de obtener Dafa

Cuando comencé a practicar Falun Dafa, no sabía qué representaban las palabras fo y dao, ni cómo cultivarme. Pero seguí todo lo que dijo el Maestro.

Nací en el campo y asistí a la escuela, pero era semianalfabeta. No conocía la mayoría de las palabras del libro Zhuan Falun. Así que escribía las palabras que no podía leer en un pedazo de papel y le preguntaba a mi esposo sobre estas palabras cuando llegaba a casa. A veces, mi hija también me ayudaba. Estudiaba el Fa siempre que tenía tiempo. Cada vez que estudiaba, me sentía tranquila, y las lágrimas de alegría corrían por mi rostro.

Una noche, doce días después de empezar a asistir al grupo del estudio del Fa, vi muchos Falun azul, verde y de otros colores, girando en mi casa. Durante el día, vi en mi cuerpo y brazos una esfera conectada a una raya, otra esfera conectada a una raya, y así sucesivamente, todas estaban conectadas. Cuando mi esposo llegó a casa, vi que su cuerpo también era así. Supuse que era la estructura molecular del cuerpo de la que había hablado que el Maestro. También vi que los practicantes estaban cubiertos de luz blanca— me quedé asombrada. Supuse que era su campo de energía. Me sentí muy ligera mientras caminaba, como si alguien me empujara por detrás. Mi tez también se volvió clara, rosada y fina.

El Maestro dijo:

“Por otro lado, es porque Sakya Muni es un fo. De acuerdo con esto, lo que él enseñó es lo que sustenta la naturaleza fo” (FALUN FOFA, Exponiendo el Fa en Sidney).

Cuando leí esta frase, inmediatamente vi al Maestro de pie en una sotana amarilla, sosteniendo una palma erguida. Mi alegría en ese momento fue más allá de las palabras.

Cuando medité por primera vez, crucé las piernas en la posición de medio loto durante 15 minutos. Cuando miré a los demás, todos tenían sus piernas cruzadas en la posición de loto completo. Me preguntaba por qué no podía hacer eso. Estaba decidida a cruzar mis piernas como lo hacían los demás. Al día siguiente, medité durante media hora, aunque fue extremadamente doloroso. Me esforcé por meditar así todos los días, y después de tres o cuatro meses, finalmente pude meditar con mis piernas en la posición de loto completo. Un día, el dolor en las piernas, mientras meditaba, era insoportable, pero continué y, después de un tiempo, ya no me dolieron. Parecía que los huesos de mis piernas habían desaparecido, sentía que mis piernas eran suaves y cómodas, y todo mi cuerpo se sentía maravilloso. Dafa es realmente increíble.

El Maestro purifica mi cuerpo

Después de obtener el Fa, estudié diligentemente e hice los ejercicios todos los días. Sin darme cuenta, me recuperé de todas mis enfermedades. Los bultos en las mamas desaparecieron, mi menstruación volvió a la normalidad, el dolor en mi espalda baja se detuvo, y así sucesivamente.

Cuando el Maestro me curó los calambres estomacales, el estómago me dolió mucho toda la noche. Al día siguiente, fui a trabajar y vomité líquido verde. Cuando llegó el momento de ir a casa, después del trabajo, estaba lloviendo mucho. Me sentí incómoda, pero fui a casa en bicicleta, de todos modos.

Mi madre estaba preocupada. Dije: "Estoy bien. Me pondré bien en un rato. Leí Escrituras esenciales para mayor avance. Incluso antes de terminar de leer el libro, todos los síntomas habían desaparecido. Mi madre dijo: "¡Es tan milagroso!". Le dije: "El Maestro ha soportado mis tribulaciones por mí. Dafa es omnipotente siempre y cuando uno crea en el Maestro y en el Fa. Los practicantes no tienen enfermedades".

En una ocasión, un colega y yo subimos un total de 6.400 ladrillos en dos camiones. Cuando subía los ladrillos del segundo camión, me sentí un poco incómoda. No le hice caso. Apenas pude caminar a casa después de cargar los ladrillos. Al entrar en mi vecindario, quise sentarme y tomarme un descanso. En este momento, me dije: "No, soy una cultivadora, tengo al Maestro. El Maestro siempre me protege y me ayuda. Así que puedo caminar a casa". Mi casa está en el segundo piso, y fui derecho, sin descansar. Al día siguiente, me recuperé y me sentí fresca y enérgica.

Validando Dafa

El 20 de julio de 1999, cuando la persecución acababa de comenzar, fui junto con algunos practicantes a la capital provincial para aclarar la verdad sobre Dafa. A partir de entonces, la policía y los agentes de la calle a menudo me visitaban en casa y me acosaban. Sin embargo, no tenía miedo. Cuando llegaban a mi casa, les hablaba sobre la mejora de mi salud después de obtener el Fa. Aclaré los hechos a la gente dondequiera que iba.

Colaboré con otros practicantes. Dos de nosotros distribuimos materiales de aclaración de la verdad de Dafa y colgamos banners. Hicimos la mayoría de los banners y materiales de aclaración de la verdad nosotros mismos. Nuestro objetivo era hacer saber a la gente que Dafa es bueno. Siempre estaba llena de energía.

En 2008, mi marido sufrió una hemorragia cerebral repentina. En el hospital, aclaré la verdad a la gente cada vez que tuve una oportunidad. Pero, poco a poco, aflojé sin darme cuenta, y no pude seguir el ritmo de la práctica y el estudio del Fa.

Mi marido murió en 2010, y me derrumbé. Fui a los practicantes llorando y les pedí que estudiaran el Fa conmigo. Miré hacia adentro y me pregunté: "¿Realmente me cultivé diligentemente? ¿Dejé todo tipo de apegos? ¿Cuánta fama, ganancia y afecto puedo dejar ir?". Parecía ser bastante diligente, pero en realidad necesitaba mejorar mi xinxing y cultivarme. Me arrepentí de no haberme cultivado bien después de darme cuenta de lo mucho que necesitaba mejorar.

Establecí un sitio de producción de materiales con la ayuda de otros practicantes. Más tarde, un practicante fue arrestado. Los policías trataron de encontrar mi casa y arrestarme, pero no pudieron encontrarla o fueron a la puerta equivocada. Esto fue lo que me dijo más tarde el jefe del equipo de seguridad del estado. Una vez, cuando estaba en el balcón, los vi acercándose. Entonces los oí tocar el timbre de mi vecino y diciendo: "No hay nadie en casa". Ya no regresaron después.

Me alegra seguir al Maestro y hacer lo que se supone que debo hacer.