(Minghui.org) Empecé a cultivarme en Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, en 1996 con mi madre, cuando todavía estaba en la escuela primaria. Cultivar Falun Dafa es lo mejor que me ha pasado y Dafa ha cambiado mi vida por completo.

Era una niña maliciosa antes de empezar a cultivarme. No solo siempre me metía en problemas, sino que a menudo tenía las peores calificaciones en mi clase y me enfermaba con frecuencia. Aunque soy mujer, yo era muy competitiva y siempre disfrutaba cuando me destacaba. También tenía peleas con mis amigos; era la única chica del vecindario que peleaba con los chicos. A muchos adultos no les gustaba que sus hijos jugaran conmigo porque en mi vecindario me veían como una paria.

La gente decía que siempre tenía una expresión fea en mi cara por mi arrogancia. Cuando era chica, tenía una niñera que cada vez que salíamos a jugar permanecía alejada de mí, porque parecía que yo no era accesible. En la primaria, mis compañeros de clase gustaban mucho de algunos de nuestros estudiantes profesores. Una de las estudiantes de magisterio nos hizo regalos a todos. Cuando fui a recibir mi regalo, ella dijo: "No quiero dártelo". Le pregunté: “¿Por qué no? Le diste uno a todos los demás”. Ella dijo: "Porque no me gusta tu conducta". Cuando regresé a mi salón de clases, las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. El director dijo: “Es extraño. Todos los buenos estudiantes siguieron a los futuros profesores. Solo los estudiantes con malas calificaciones se quedaron adentro”. Eso me molestó aún más.

Sin embargo, tras empezar a cultivar Falun Dafa, seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y comencé a ser una mejor persona. Al elevar mis estándares morales y cultivarme, mi apariencia y comportamiento cambiaron completamente, mejoraron.

En el pasado, mis maestros y padres nunca creyeron lo que decía porque siempre mentía. Tras convertirme en cultivadora, me deshice de mi mal hábito de mentir. Pude contenerme y no mentir. Si no hubiera sido por Dafa y por seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, nunca hubiera podido deshacerme de este mal hábito. En la vida diaria, las mentiras y el engaño eran "la manera habitual de negociar", por lo que siempre había considerado la mentira como "normal". Cuando mentía y engañaba a otros, mi corazón se sentía muy pesado. Ahora, al seguir el principio de "Verdad", mi corazón ya no se siente pesado. En lugar de eso, soy más sincera y compasiva. Estoy dispuesta a comunicarme sinceramente y ayudar a las personas que lo necesitan. He aprendido a ser considerada con los demás en lugar de enfocarme en cómo me siento yo. He hecho verdaderos amigos ahora.

Solía ser muy débil. Durante la temporada de gripe, siempre tomaba medicamentos o me internaban en el hospital. Tras empezar a cultivarme me fortalecí y le ahorré a mi familia mucho dinero. En el invierno, casi todos mis compañeros de clase se contagiaban de gripe. En ese momento, éramos seis en el dormitorio, incluyéndome a mí. Incluso con mis cinco compañeras de cuarto tosiendo y estornudando, nunca me enfermé. Muchas de mis compañeras de clase se sorprendían de cómo lograba mantenerme tan sana.

Dafa elevó mis estándares morales y mis expresiones faciales también cambiaron. Parecía de menor edad y tenía más energía que otras personas de mi edad. Recordé una vez cuando una vecina le dijo a mi madre: “De todos los niños del vecindario, su hija es quien ha cambiado drásticamente. Ella solía ser grosera y siempre parecía enojada, ¡pero ahora es gentil, tranquila y encantadora!".  Le dije a la señora: “Esto es porque seguí a mi madre en la cultivación de Falun Dafa y cumplo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Quería ser una mejor persona y ello realmente cambió mi vida”. La vecina respondió: “¡Sí! ¿Quién hubiera adivinado que alguien con calificaciones tan bajas en la escuela primaria terminaría en la cima al obtener su título? Aproveché la oportunidad para aclararle la verdad y ella renunció al partido comunista chino (PCCh).

Todos los que viven en mi edificio de apartamentos trabajan en el mismo lugar. Una vez, en el vestíbulo, comencé a charlar con un hombre que resultó ser muy cercano a mis familiares. Durante nuestra conversación, preguntó por mi edad y se sorprendió bastante cuando se enteró de que tenía 30 años. Él dijo: "Pareces una adolescente, de no más de 20". Comencé a aclararle la verdad y lo ayudé a renunciar al PCCh. Él estuvo de acuerdo y yo sabía en el fondo que todo esto era posible porque había comenzado a cultivarme joven.

Cuando voy al aire libre o viajo, gente de todos los caminos de la vida charla conmigo porque parezco relativamente joven. Les hablo a las personas sobre Falun Dafa con compasión, entonces aceptan lo que digo. Muchos también renunciaron al PCCh. Algunas veces en las que era difícil para mi aclarar la verdad, miraba hacia adentro y me daba cuenta de que no tenía pensamientos rectos o en ese momento estaba impaciente. No me rendía con la persona y fortalecía mis pensamientos rectos y era más sincera. Así la gente se conmovía con mis palabras, y de buena gana renunciaban al PCCh.

Antes de empezar a practicar Dafa, en la escuela obtuve las peores calificaciones. Nunca sabía cómo responder las preguntas de mis exámenes o de mis tareas. Esto nos preocupó a mis maestros, a mis padres ya mí, porque no importa cuánto lo intentara, simplemente no mejoraba. Mis padres me buscaron tutores, pero todo fue una pérdida de tiempo y dinero. Me quedaba en blanco en clase y tardaba mucho en responder.

Tras empezar a cultivarme, pude sentarme en silencio y escuchar las clases de mis profesores y me esforzaba por trabajar más duro. Estaba deseosa de tomar la iniciativa para responder preguntas. Aunque mis calificaciones no cambiaron en gran medida, todos mis maestros vieron que había cambiado. Todos se sorprendieron por mi transformación y les decía que era porque cultivaba Falun Dafa.

En la secundaria, empezó a gustarme hacer bosquejos y dibujar. Muchas de mis piezas artísticas se exhibieron en la escuela. Por estar interesada en el arte, decidí asistir a una escuela secundaria de bellas artes y me convertí en representante de la clase. Seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y puse las necesidades de los demás antes que las mías. Llegaba a la escuela temprano y me iba tarde, y no me molestaba ensuciarme o cansarme.

También me esforcé en concentrarme más en mi dibujo y trabajar más arduamente. Mis dibujos a menudo retratan aquello a lo que me he iluminado en mi cultivación. En clase, el profesor montaba dos naturalezas muertas, una fácil y otra difícil, y yo siempre intentaba dibujar la difícil. En la escuela secundaria, estaba de moda tener una relación. Varios de mis compañeros expresaron su interés en mí, pero yo decía sin rodeos: "Lo siento, ¡ahora solo quiero concentrarme en mi arte!". Cuando hice el examen de arte, obtuve mejores calificaciones de lo habitual. Mi profesor de arte, que solía ser muy estricto, me felicitó. Estaba muy tranquila y sabía que era Dafa quien estaba ayudando y arreglando el camino más recto para mí.

Después de graduarme de la escuela secundaria, estudié en una universidad de las artes. Seguí los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y me aseguré de dar lo mejor en cada pieza artística en la que trabajaba. También tenía la iniciativa de aprender cosas nuevas, y mis maestros me felicitaron por mi impulso para mejorar. Al estudiar Zhuan Falun y las conferencias de Shifu, mi conocimiento aumentó y pude entender las cosas a un nivel más alto y más profundo. Si tenía tiempo extra, participaba en trabajo social de la localidad. Mi clase se convirtió en la clase más destacada de la universidad.

De haber sido “el patito feo” malicioso, me he convertido en una joven alegre y dueña de sí misma. Cuando yo era la representante de arte, ayudaba a mis maestros, ayudaba a mis compañeros de clase y hacía todo de manera desinteresada. Fui la primera estudiante de mi escuela en recibir una beca nacional y mis calificaciones fueron las más altas de la escuela. Mi maestra me dijo que, debido a que había ganado tantos premios, podía tener la beca de mi elección. Sin embargo, di esta oportunidad a otras personas cuyo trabajo también fue sobresaliente. Dafa me ha permitido ser desinteresada y siempre considerar primero a los demás. Varias de mis piezas de arte se convirtieron en parte del plan de estudios de los libros de texto y muchas de mis obras se exhibieron en la escuela.

Después de graduarme de la universidad, me aceptaron en un programa de maestría en otra institución. Mientras estudiaba mi maestría, tuve más tiempo para aclarar la verdad y también imprimí materiales de aclaración de la verdad. Decidí no vivir en el campus. Asistía a la escuela durante el día y en la noche hacía llamadas telefónicas para aclarar la verdad. Distribuía información de Falun Dafa todos los días. Pude aclarar la verdad a mucha gente y muchos estaban dispuestos a renunciar al PCCh.

Seré más diligente en mi camino de cultivación, haré bien las tres cosas que debemos hacer, tendré pensamientos rectos más fuertes y seguiré a nuestro gran y benevolente Maestro de regreso a casa, donde realmente pertenezco.