(Minghui.org) Falun Dafa se ha practicado en todo el mundo por más de dos décadas, y muchas personas han sido testigos de su poder.

No mucho después de que entré en contacto con Dafa, yo personalmente fui testigo del poder de Dafa. Un día, después del desayuno, sentí dolores punzantes y agudos en el abdomen y en la espalda alrededor del área de los riñones, acompañados de náuseas y vómitos. Acostada en la cama con los ojos cerrados, gemía de dolor, y mi familia entró en pánico.

Siendo nosotros mismos médicos, mi marido y yo reconocimos los síntomas de los cálculos renales con sus característicos y severos dolores punzantes que venían en oleadas. Estaba embarazada, por lo que muchos de los tratamientos convencionales se consideraban inadecuados. Mi esposo, quien era practicante de Falun Dafa, me dijo muy preocupado: "Si sinceramente recitas 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno', el Maestro de Dafa definitivamente se ocupará de ti".

Asentí con la cabeza, pero era escéptica: ¿cómo podría recitar unas palabras para deshacerme de los cálculos renales? No hace falta decir que mi condición no mostró ninguna señal de mejoría a lo largo del día. Cuando mi marido volvió a casa de la clínica por la noche, se apresuró a mi lado. Viendo que yo todavía tenía dolor, me leyó una historia sobre un no-practicante que se recuperó después de recitar "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y le pidió ayuda al Maestro.

Esa historia me dio esperanza. Me sentí un poco mejor cuando abrí los ojos y sentí que mi fe en el Maestro de Dafa crecía. Decidí que yo también le rogaría al Maestro que me salvara. Con la mayor sinceridad, empecé a recitar las palabras en mi mente: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". En pocos minutos, pude sentir una gran mano que daba unas palmaditas sobre mi dolorosa espalda unas cuantas veces e instantáneamente el dolor en el abdomen y la espalda desapareció.

Me senté de golpe, asombrada y encantada. Después de escuchar lo que pasó, mi esposo dijo: "He sido testigo del poder de Dafa de esta manera durante mis años de practicar Falun Dafa. En los momentos críticos, cualquiera que es sincero y tiene fe en el Maestro y en Dafa será salvado por el Maestro. Así es como pueden ocurrir los milagros".

Más de 100 millones de personas comenzaron a practicar a pocos años de que Falun Dafa fue presentado. Casi todos los practicantes de Dafa han experimentado el poder de Dafa y por eso mucha gente se ha sentido atraída por Dafa.

El Maestro tiene la última palabra

Mientras que mi marido estaba detenido ilegalmente por las autoridades chinas debido a su creencia, mi cuñada y yo fuimos a visitarlo a la cárcel un día. Aunque habíamos solicitado la visita, después de largas horas de espera no logramos verlo. Recién cuando los guardias de la prisión se retiraron ese día, la persona a cargo nos informó que la visita había sido negada por el "comportamiento insatisfactorio" de mi esposo. Sabía que se referían a que mi marido se negaba a renunciar a su creencia, pero eso no era razón suficiente para negarle las visitas de la familia.

El giro de los acontecimientos nos tomó por sorpresa. Mi cuñada llamó frenéticamente desde su teléfono móvil a sus contactos para pedirles ayuda. Yo, por el contrario, permanecí muy tranquila. Habiendo sido una practicante de Dafa por más de cinco años, reconocí los trucos usuales de las viejas fuerzas. Pensé: "Esta decisión no depende de ustedes, guardias de prisión, sino del Maestro. Solo aceptamos los arreglos hechos por el Maestro". Mientras enviaba fuertes pensamientos rectos, negaba los arreglos de las viejas fuerzas y deseaba aceptar sólo los arreglos del Maestro. En ese momento, tenía completa fe en el Maestro, y no tenía nada más en mi mente.

Poco después, escuché que llamaban el nombre de mi marido dentro del salón de recepción. Mientras me dirigía a la sala, un guardia me dijo: "Tú debes ser de su familia. Podrás verlo pronto". Emocionada, llamé a mi cuñada con la buena noticia y le expliqué cómo le había suplicado ayuda al Maestro. Ella dijo con alivio: "¡Tu Dafa trabaja rápidamente! Todavía no me he comunicado con nadie por teléfono. ¡Es increíble!".

Con la ayuda del Maestro, pudimos ver a mi esposo ese día. Este incidente ha fortalecido mi fe en el Maestro y también ha permitido que mi cuñada no practicante sea testigo del extraordinario poder de Dafa.

No seguir los estándares de Dafa

Una vez tuve que darle una inyección a un paciente que estaba resfriado. El día anterior, acordamos una droga específica que había sido efectiva en él en el pasado. Sin embargo, cuando llegó el día de la inyección, nos habíamos quedado sin la droga solicitada. Me tomé la libertad de usar una droga sustituta porque pensé que había poca diferencia entre las dos drogas. Cuando le administré la medicación, la familia del paciente preguntó si la droga que se estaba usando era la solicitada.

Creí que no notarían la diferencia y que no hacía daño mentir. "Sí, por supuesto". Tan pronto como dije eso, un fragmento de vidrio se disparó a mi ojo. Instintivamente cerré los ojos pero sabía que no debía frotarlos con la mano o me dañaría el globo ocular. Pensé que esperaría hasta después de la inyección para sacarme el fragmento de vidrio frente a un espejo.

Casi de inmediato me di cuenta de que el accidente era un severo recordatorio para mí. No me estaba comportando de acuerdo al estándar requerido para un practicante de Falun Dafa. No debí haberle mentido a mi paciente. "Maestro, me equivoqué. Eso fue en contra de los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia".

"Hay un fragmento de vidrio en su pierna", me señaló mi paciente de repente. Siguiendo su mirada, encontré el fragmento de vidrio en mi pierna. En ese momento, sentí el ojo bien de nuevo.

El pequeño accidente fue la forma en que el Maestro me dio a entender que yo estaba haciendo algo malo, así como también me hizo ver la naturaleza seria de la cultivación. El Maestro siempre está ahí vigilándonos, haciendo uso de los eventos cotidianos para recordarnos e instruirnos.

Mis ojos se llenan de lágrimas cada vez que recuerdo estos eventos. Gracias Maestro por tu inmensa misericordia al ofrecer la salvación a tus discípulos, aunque a veces no cumplamos tus expectativas.