(Minghui.org) Por casualidad, descubrí el artículo de Minghui,El mar del sufrimiento y la lujuria visto en otra dimensión”. Uno de los parágrafos me provocó un vuelco en el corazón y me recordó mi experiencia de eliminar la lujuria a lo largo de los años:

“Todo discípulo de Dafa que pudiera atravesar el mar debía ser puro. Cualquier discípulo que ocultara algo de lujuria o deseo sentimental en su interior, sería arruinado por el mar y engullido junto con su embarcación, sin otra oportunidad de reencarnar. Los millones y miles de millones de años de espera, junto con la misericordiosa salvación del Maestro, habrían sido en vano”.

El Maestro dijo:

“En el pasado, si un monje o una monja cometían un pecado en este asunto, ya no podían cultivarse más. Si alguna divinidad guiaba a sus dizi a cultivarse en las montañas y alguno cometía este error, entonces estaría acabado para siempre. Es un asunto así de severo y serio" (Enseñando el Fa en Manhattan, Colección de enseñanzas del Fa, Vol. X).

Las palabras del Maestro fueron como un martillo pesado que golpeó mi alma profundamente. He leído esta frase muchas veces a lo largo de los años.

El apego a la lujuria llamó mi atención

Lo que me llamó la atención sobre mi apego a la lujuria fue un incidente que sucedió hacía más de diez años durante una actividad de promoción de Dafa, donde encontré algunos obstáculos. Mi esposo me dijo que yo no estaba en el mejor momento y me dijo cosas feas que me hirieron. Tomé una botella de agua, se la lancé y le di una fuerte patada. El mantuvo su xinxing y no respondió en absoluto.

Esa noche durante un sueño, vi serpientes por todo el pabellón. Me asusté y me desperté del sueño. Vi a mi esposo a mi lado convulsionando; tenía los dientes apretados y estaba sudando mucho. Rápidamente lo levanté y conseguí que mantuviera la palma erguida. Yo también envié pensamientos rectos. Le dije que repitiera conmigo los versos del Fa. Tomé el retrato del Maestro y le pedí que lo salvara.

Le confesé al Maestro: “Maestro, lo hice mal durante el día. No debí enfadarme. No dedo lanzar cosas a tu discípulo”. Bajo la protección del Maestro, mi esposo recuperó rápidamente la consciencia.

Desde ese día, juré que cambiaría. Este incidente me dejó una lección importante: la ira y la furia fortalecerán la lujuria. Un practicante de Dafa que se comporta mal puede poner en peligro a sus compañeros. Guardé este incidente en mi corazón.

Cultivando mi mente a diario

Más tarde leí el artículo de un practicante que compartió sobre cómo deshacerse de la lujuria. Siempre que le aparecía un pensamiento lujurioso, recitaba el Fa del Maestro:

“El deseo sexual, la lujuria, todas estas cosas pertenecen a los corazones humanos de apego, todas estas cosas deben ser eliminadas” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Él recitaba la frase anterior muchas veces hasta que su mente se calmaba como agua estancada. Su experiencia me ayudó.

Vivimos en una isla, durante los meses de verano los habitantes y los turistas visten ropa ligera. Repartí información en la playa para explicar a la gente sobre Falun Dafa y la persecución. Con mi estado de cultivación en ese momento, no podía quitar el ojo a la gente que se exponía, así que recité repetidamente en mi mente el Fa del Maestro.

Esa noche, cuando llegué a casa, escribí “Falun Dafa es bueno” en una hoja de papel varias veces y recité las palabras en silencio. Las seguí recitando hasta que mi mente y mi corazón se aclararon.

Un practicante me recordaba muchas veces que mi apego al sentimentalismo era muy fuerte. Así que siempre que era interferida por la emotividad, recitaba en mi corazón lo que el Maestro dijo:

“Si este qing no se corta, no puedes realizar el xiulian. Cuando el hombre salta afuera de este qing, nadie es capaz de tocarlo, los corazones de la gente común ya no pueden moverlo y el qing se reemplaza con la misericordia, que es algo más noble” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Pasé un año centrada en eliminar los apegos al sentimentalismo y a la lujuria. Para evitar que el demonio de la lujuria se aprovechara de mí mientras mi conciencia principal dormía, miraba fijamente al demonio de la lujuria con los ojos abiertos antes de acostarme, recitaba el verso de la rectificación y pensaba que el demonio moría. El cuerpo de un discípulo de Dafa no es algo con lo que el demonio de la lujuria pueda interferir.

Durante muchos años, recité repetidamente estos párrafos del Fa y mis pensamientos rectos se fortalecieron. Se manifestó en algunas cosas pequeñas.

Una vez, fui a casa de mi cuñado. Nos dábamos un abrazo y un beso según el saludo occidental. Aunque he estado en el país durante muchos años, no me he acostumbrado a ello. Ese día, memoricé y recité el Fa durante el viaje hacia allí. Cuando llegué a casa de mi cuñado, se levantó rápidamente y extendió sus manos para saludarme. Sin pensarlo mucho, envié un pensamiento desde el fondo de mi corazón: “¡Por favor, siéntate, no te muevas!”. Se sentó enseguida, con una mirada aturdida y no sabía lo que había pasado. No esperaba que mi pensamiento involuntario tuviera un efecto real.

Siempre que estaba en buen estado para recitar el Fa, el Maestro me animaba. A veces, soñaba que daba un paseo en un helicóptero con el Maestro, yo llevaba una armadura dorada y una corona púrpura y dorada, andando por una estrella dorada y luchando contra un oso negro feroz. Lo echaba a patadas sin miedo.

Pero existen pruebas y tentaciones cuando nos cultivamos en este mundo. Debido a mi trabajo a menudo necesito buscar en Internet en los medios de comunicación. Una vez, vi un programa de entretenimiento en la New Tang Dinasty, donde entrevistaban a un apuesto actor coreano. Me llamó la atención.

Lo busqué en Internet y de repente me di cuenta que el apego a la lujuria me llevaba a hacer esto y me detuve. Esa misma noche, soñé que perseguía a una pitón amarilla con una espada en la mano. Me desperté de repente del sueño y me sorprendí. Había mirado al actor durante un instante, pero lo que parecía un comportamiento lujurioso trivial en esta dimensión se manifestó en otra dimensión a lo grande. Mi corazón se estremeció.

Siempre que quiero ver películas y programas de televisión, recuerdo las palabras del Maestro:

“Los Dafa dizi son dioses que han bajado al mundo terrenal con la responsabilidad de asistir a Shifu y salvar a los seres conscientes; están encargados de la responsabilidad de salvar a los seres conscientes en los mundos bajos” (Fahui de Nueva york 2016).

El Maestro ya ha puesto a los Dafa dizi en la posición de Dioses. No debo confundirme con la gente común. A veces la tentación de la lujuria es abrumadora y mi cabeza se llena de imágenes de una estrella de cine en particular. Miraba fíjamente la imagen de la estrella y pensaba, “Tienes buen aspecto. Esa es una bendición de tu vida pasada. Me alegro por ti, pero no practicas Dafa y esa bendición será fugaz. Bajo esta piel, no eres más que carne y hueso. Tu belleza no es nada más que eso”.

Una vez que los pensamientos positivos aparecen, los pensamientos lujuriosos se eliminan rápidamente. Después de cultivarme de esta forma durante algún tiempo, sentí que esas estrellas de cine estaban muy lejanas y que me creaba indiferencia cuando veía sus fotos. Un día, recordé lo que dijo el Maestro:

“Sin embargo, después de abstenerse del alcohol no se puede beber más” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Comprendí que una vez que renunciamos a un apego, no podemos hacerlo de nuevo. Este principio establecido por el Maestro es para la protección de todos los seres conscientes. Somos responsables de los elementos rectos del universo. Desde que entendí el significado de este “principio”, perdí todo el interés en el cine y en la televisión. Ha sido duro para mí deshacerme de este apego hasta este punto.

Sé que fue el compasivo Maestro quién me ayudó a eliminar esa capa de sustancias. A veces, me conecto a la página web de Shen Yun y miro a los artistas hablar de sus experiencias de entrenamiento en la danza y sus historias de dificultades. Sus experiencias de cultivación a menudo me inspiran.

El poder del Fa erradica la capa restante de la lujuria

En mi corazón, cuando abro los libros de Dafa siempre he creído que como practicante, me encuentro con capas de fo, dao y dioses creados por Dafa. Debo afrontarlos con un corazón puro, en homenaje a la infinita compasión del Maestro. A pesar que no puedo ver claramente con mi ojo celestial, así es como pienso.

Fui consciente de la eliminación de la lujuria, pero los pensamientos lujurioso aún se reflejan en mi mente de tanto en cuanto. Estaba angustiada. Este febrero durante el estudio del Fa de repente vi la luz cuando leí el siguiente parágrafo:

“Les he dicho antes que detrás de cada palabra hay fo, dao y dioses, capa tras capa. Tampoco puedes entender el significado de cuando Shifu dijo que todo ha sido comprimido en el libro del Fa, ya que en este momento, con tus pensamientos humanos, no puedes entender esa frase. Todo puede obtenerse allí” (Enseñando el Fa en el Fahui internacional de Gran Nueva York 2009, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IX).

Leo los libros de Dafa y los fo, dao y dioses están detrás de las palabras. Verdad, Benevolencia, Tolerancia, que recito a menudo, crearon el cosmos. Medito y mi cuerpo creará un pequeño universo en el futuro, llevando miles de cosas dadas por el Maestro. Este cuerpo también creará un infante cultivado, querubines y muchos seres vivientes. ¡Uau, cuan sagrado es este cuerpo!

En ese momento, una descarga me atravesó de pies a cabeza. Me di cuenta desde el fondo de mi corazón que ya no era una persona común. Este cuerpo ya no me pertenecía a mí sino a todos los seres conscientes de mi reino celestial. El Maestro compasivo ha desarrollado todo esto para sus discípulos y para la seguridad de todos los seres.

El poder del Fa erradicó la última capa de lujuria. La velocidad de desintegración me impactó. Desde entonces, he estado dispuesta a hacer voluntariamente el ejercicio de meditación de pie (sosteniendo la rueda del Fa) durante una hora, sin aflojar.

Conclusión

La lujuria lleva a los apegos de los celos, la competitividad y el resentimiento. Al mismo tiempo, los celos también fortalecen la lujuria, la codicia y el resentimiento. Estos apegos van en grupo, a veces afloran juntos y a veces afloran separados.

Es muy confuso. Puedes pensar que te has librado de ellos, pero los pensamientos lujuriosos pueden aflorar otra vez por los cauces de los celos, el resentimiento, la codicia y la ira. Por lo que la clave para erradicar una mente lujuriosa es cultivar tu mente a diario, captando cada pensamiento sutil. Si persistes durante un tiempo, verás que cultivar la mente para eliminar un apego es fantástico, es como matar dos pájaros de un tiro o incluso cuatro pájaros de un tiro.