(Minghui.org) A todos nos limitan nuestras condiciones de vida, estrato social, educación y otros factores, y podemos formarnos conceptos y entendimientos estrechos en el entorno cotidiano. La gente que siempre vive en las mismas condiciones o entornos puede no percibir tales problemas y, de ese modo, forma apegos que les resultan difíciles de detectar. Por eso, cuando se encuentran en otro ambiente, sus apegos quedarán expuestos.

Obstáculos en la cultivación

Me encantaba leer libros sobre filosofía, psicología e historia antes de aprender Dafa. Me gustaba expresar mi opinión cuando compartía experiencias en mis primeros años de cultivación. Me encontré con muchos intelectuales de este tipo cuando asistía a conferencias internacionales de intercambio de experiencias. A todos nos gustaba hablar y a menudo nos quedábamos hasta tarde; hasta las dos o tres de la madrugada. Había muchos practicantes con másteres o doctorados. Realizaban rigurosos razonamientos lógicos, como si la única forma de creer en Dafa consistiera en probarlo científicamente.

Luego de cultivarme por muchos años y librarme de apegos en innumerables ocasiones, gradualmente comprobé que el pensamiento humano con frecuencia es erróneo. El Maestro combinó ciencia y ciencia humana para explicar las cosas y contribuir a que los practicantes entiendan el Fa. Sin embargo, todo en el mundo humano, incluyendo el método de pensamiento para entender las cosas, y especialmente los procesos de pensamiento lógico y científico son obstáculos para nuestra cultivación. Nos impiden reconocer la verdad de los niveles superiores del universo.

Desde que lo comprendí he tratado de librarme de todo esto. Me limité a creer en el Maestro y en Dafa. De pronto, mis pensamientos se volvieron simples y claros, y la cultivación se tornó más fácil. Todo lo que necesitaba hacer era creer y luego abandonar los apegos. Ahora siento que el mero hecho de escribir acerca de mis experiencias previas es tedioso, inútil e irrisorio.

Ampliando la mira, la mente y el horizonte

A menudo traduzco para los practicantes que recién llegan de China ya que estoy más familiarizado con la cultura dominante de la sociedad occidental. Muchos de estos practicantes son muy denodados, luego de haber sufrido persecución. Pueden meditar por mucho tiempo, y conocen muy bien los principios del Fa.

Sin embargo, noté que muy pocos trataban realmente de aprender inglés; ni siquiera aquellos jóvenes practicantes con educación superior. No se unían a la cultura predominante aún luego de permanecer aquí por más de diez años. Lo que es más importante, algunos no intentaban abrir sus mentes y sus miras, lo cual los afectaba para hacer las tres cosas y validar Dafa.

Yo también provengo de la sociedad totalitaria china, y sé que toda la información surgida de allí estaba distorsionada y filtrada. En estos últimos años de persecución, los pensamientos de los practicantes están enfocados en hacer las tres cosas.

Estamos viviendo en una sociedad normal. Para mostrar la bondad de un Dafa dizi y realmente salvar a la gente, necesitamos abrir nuestras mentes de forma plena y aprender activamente. Necesitamos ampliar conscientemente nuestras miras, nuestras mentes y nuestro horizonte a fin de aprender habilidades técnicas, comportamientos civilizados y comunicación oral, así como la historia y cultura de la sociedad occidental.

Aún más llamativo es que algunos practicantes no eran conscientes de sus propias deficiencias en cuanto a su educación familiar y al uso abusivo del lenguaje, a pesar de haber vivido en Occidente por más de diez años. Esto quedaba expuesto cuando a veces le contaban a la gente china los verdaderos hechos acerca de Dafa, y también cuando interactuaban con otros practicantes. Una buena educación familiar se nota en la conducta y el discurso. Es el prerrequisito para ser una buena persona.

Estos practicantes principalmente se aislaban de los practicantes que los rodeaban y de la sociedad occidental, que no acepta tales comportamientos incivilizados. Siento pena por ellos. Perdieron una buena oportunidad de trasmitir la verdad a la gente, trabajar con los compañeros practicantes y elevarse.

Por supuesto, están aquellos que con valentía enfrentaron sus propias deficiencias. Un practicante que llegó como inmigrante de China tenía una buena voz, así que se dispuso a trabajar en la estación de radio. Pero cuando recién llegaba del exterior, su voz era tensa y sonaba como si estuviera leyendo una sentencia. Unos pocos años más tarde, su voz seguía siendo buena, pero el tono se había tornado tranquilo y pleno. La gente podía sentir la bondad y la rectitud en su corazón.

Nada con lo que se encuentra un practicante es accidental

El Maestro se refirió repetidas veces a las deficiencias de los practicantes que recientemente llegaron de China. Algunos practicantes occidentales de un gran grupo de estudio del Fa también señalaron las faltas de esos practicantes. Si bien algunas cosas que mencionaban eran ciertas, otras eran problemas realmente difíciles de detectar incluso para los mismos practicantes occidentales.

Estas deficiencias provenían de tres fuentes: la primera, entender el Fa desde un punto de vista extremo; la segunda, carecer del entendimiento de la sociedad bajo las reglas del PCCh; y la tercera, usar el Fa para esconder los propios apegos y así interferir con la cooperación necesaria para aclarar la verdad sobre Dafa.

Algunas personas entendían el Fa desde un punto de vista extremo. Pensaban que todos los practicantes chinos estaban fuertemente influenciados por el adoctrinamiento del partido comunista chino (PCCh), y su comportamiento resultaba grosero. Aunque muchos practicantes occidentales no lo expresan así, se les puede detectar en los ojos, el trasfondo de la voz o las risas. Está oculto en sus corazones y causa problemas cuando se hace necesaria la cooperación.

Por ejemplo, durante una reunión de capacitación para la venta de entradas de Shen Yun, unos practicantes chinos que llegaron más temprano se sentaron en el suelo y dejaron las sillas libres para los occidentales. En la reunión, la gente expresó diferentes opiniones. El anfitrión, un occidental, dijo: “Los practicantes chinos no están de acuerdo porque han sido adoctrinados por el partido. El hecho de que todos se sentaran en el suelo en vez de en las sillas lo demuestra”.

Un practicante chino explicó que se sentaron en el piso por consideración hacia los practicantes occidentales. Al escuchar esto, muchos practicantes occidentales no podían parar de reírse. Se olvidaron de que ser capaz de escuchar y entender a otros con una actitud positiva era una prueba del propio xinxing.

Conozco toda clase de practicantes chinos. Algunos sentían aversión por el adoctrinamiento del PCCh. Hay dos clases de aquellos que fueron profundamente engañados por el PCCh. Un tipo es el de los funcionarios de diversos rangos que han obtenido ganancias personales del sistema. El otro es el de los ciudadanos comunes que hacen todo lo posible por obtener ganancias personales del sistema. La complejidad de la situación puede ser difícil de comprender incluso para los chinos; mucho más para los occidentales.

Independientemente de los aspectos culturales, nada con lo que se encuentra un practicante es accidental. Todo está relacionado con su cultivación. El Maestro nos dijo que desarrollemos el hábito de mirar hacia adentro. Ya sea un practicante occidental o chino, si cuando nos encontramos con algo, inmediatamente pensamos: “¿Por qué vi esto? ¿Qué hay en esto para que me cultive? ¿Cómo puedo obtener un impacto positivo? ¿Cuál es el lado bueno de los demás?”, entonces la cooperación entre nosotros será fácil.

El Fa del Maestro no es solo para que se cultiven los practicantes chinos. Es también para los practicantes occidentales. Aunque China se ha visto perjudicada por el adoctrinamiento del PCCh durante décadas, China tiene cinco mil años de cultura divina. Tanto los chinos como los occidentales alguna vez estuvieron divididos en diferentes estratos sociales; distintos antecedentes familiares y educativos; y de educación moral.

Algunas personas son muy tradicionales, algunas más modernas. Todos se ven afectados por la sociedad y las generaciones de vidas anteriores. Por lo tanto, no podemos estereotipar a las personas simplemente llamándolas chinas u occidentales. Los practicantes no queremos ni “orgullo” ni “prejuicio”.

Agradezco mucho que el Maestro me permita cultivarme en diferentes entornos, de modo que pueda ver las cosas desde diferentes ángulos y empatizar con aquellos que son diferentes. De este modo, puedo abrir mi mente y ver mis apegos más difíciles de detectar, y ser advertido por los apegos de los demás. Seré más diligente y salvaré más gente.