(Minghui.org) 2018 no fue un año fácil para mí. A veces en mi cultivación sentía como si estuviera trepando una colina escarpada, donde los requisitos aumentaban todos los días. Sin embargo, fui capaz de llevarlo a cabo con la ayuda del Maestro Li, y también de salvar a la gente en el proceso.

Así empezó todo.

Llevaba trabajando 20 años para una empresa de informática, a la que había entrado después de terminar la universidad. El negocio de la informática marchaba bien, así que no veía ninguna razón para cambiar de ocupación. Trabajaba a tiempo parcial y, aparte de que me proveía económicamente, me permitía tener tiempo suficiente para trabajar en proyectos y participar en eventos de Dafa.

Parte de mis responsabilidades en el trabajo consistían en contabilizar las horas que dedicábamos a los proyectos para nuestra empresa matriz en el extranjero. A principios de aquel año, esta tarea se volvió particularmente exigente, ya que debía hacer un resumen y concretar el total de horas para cerrar el año.

Para mi sorpresa, en medio de la gran carga de trabajo, mi jefe me preguntó si sería posible facturar más horas, que no estaban incluidas en las hojas de trabajo. No lo entendí bien, así que solo respondí: "Técnicamente es posible, pero necesitamos los detalles de las horas a facturar". Como no dijo nada más al respecto, tampoco le di más vueltas a aquello.

Sin embargo, algunos días después, mi jefe me pidió que creara una serie de datos falsos para facturar dos proyectos. Aunque no me dijo de inmediato que serían falsos, estaba bastante claro, porque los datos no reflejaban nuestros servicios, y cuando le pregunté al contable y al jefe de proyecto, me respondieron quedándose en silencio e incluso me presionaron para que no preguntara: "simplemente hazlo".

Me negué, porque hubiera sido mentir, algo que no podía hacer como practicante. También era ir en contra de la ley, algo punible por las autoridades estatales. Aunque hoy en día estos "pequeños" fraudes contables probablemente se dan en todas partes, me negué a participar.

Le expliqué mis razones a mi jefe. Traté de comportarme como un practicante y sentir compasión por él, para que no hiciera algo malo y dañara su futuro.

Unos días después mi jefe me pidió que fuera a su oficina. Me dijo que estaba despedido.

Resultó ser un duro golpe. Muchos miedos aparecieron en mi mente: temía no tener suficiente para vivir, temía que mi entorno de cultivación hasta ahora estable se viera afectado, temía perder mi estatus social, temía que me vieran como un "desempleado", etc.

Al mismo tiempo, traté de mirar racionalmente la situación desde la perspectiva de un practicante: era, definitivamente, una forma de persecución de las viejas fuerzas, que veían algunos de mis apegos y querían "quitármelos" a su manera. Mientras estaba leyendo el Fa del Maestro, me detuve en este pasaje:

“Cuando el qi realmente está bloqueado, esto no causa ningún problema, frecuentemente es el resultado de nuestros propios factores mentales, además escucha a esos maestros falsos de qigong decir que cuando el qi sube a la coronilla aparecerá alguna desviación y le da miedo. Este miedo suyo quizás realmente pueda traer problemas” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Las viejas fuerzas actuaban como los "falsos maestros de qigong", inculcándome pensamientos de miedo. Decidí no aceptar esta prueba de las viejas fuerzas y negar este tipo de persecución financiera. Me puse a pensar: "Bien, ¿quieres perseguirme financieramente? Ahora voy a buscar un trabajo y usar las oportunidades para salvar a la gente, para aclararles la verdad. Definitivamente voy a quitar mis apegos en el proceso, cultivarme de acuerdo con el Fa del Maestro y aceptar únicamente los arreglos del Maestro". De repente, sentí ante mí un futuro brillante.

Esta situación también tuvo un aspecto positivo. Dado mi salario, no estaba seguro de si podría viajar a los EE. UU. para asistir a la conferencia del Fa y participar en las actividades, pero cuando me despidieron, me dieron una indemnización, que me facilitó mucho pagarme el viaje. Y sobre todo, no debía dar cuentas a nadie de cuanto tiempo iba a permanecer de vacaciones.

Sin embargo, la decisión de ir a los Estados Unidos no me resultó fácil. ¿Elegiría ir la conferencia o elegiría ahorrar el dinero, para garantizar que podría sobrevivir en el futuro? Después de compartir con otros practicantes, me di cuenta de que mi noción de ahorrar dinero provenía del miedo y que mi esposa, que también es practicante, y yo podíamos haber recibido este dinero para ir a los EE. UU. y progresar más rápidamente en nuestra cultivación. También debo decir que no gastamos todo el dinero, y lo que quedó era suficiente para que abordáramos el futuro con cierta confianza.

También comencé a buscar otro trabajo. En 20 años no había buscado trabajo, así que tenía que refrescar algunos de mis conocimientos. Comencé a enviar mi currículum vitae. Aunque envié muchos currículums y cartas, pronto descubrí que había pocos puestos que se ajustaban a mis calificaciones, básicamente ninguno. No recibí ni una sola respuesta.

Sin embargo, surgió una idea de mi mente. Aunque el enfoque principal de mi trabajo anterior era la gestión de calidad, tenía un conocimiento limitado de desarrollo web. La mayor parte de lo que sabía sobre el desarrollo web provenía de los proyectos de Dafa en los cuales participaba y para los cuales creaba páginas web. Pero no sabía si sería suficiente para conseguir un trabajo.

Me animaron positivamente cuando empecé a enviar mi currículum para trabajos relacionados con el desarrollo web y me citaron a entrevistas.

Sin embargo, para ser honesto, pronto descubrí que mis conocimientos eran terriblemente escasos.

Después de unas cuantas entrevistas quedó claro que podía conseguir un trabajo con mis conocimientos actuales, pero sería un trabajo de bajo nivel.

Cuando lo pensé, lo vi como una analogía de mi cultivación. Durante bastantes años había permanecido en el mismo nivel, sin ascender. Era como dice el Maestro:

“Entonces, siempre que al refinar gong no podamos atravesar los pasos y el qi no pueda bajar, busquemos la razón en el xinxing para ver si nos hemos estancado en ese nivel por un tiempo ya demasiado largo, ¡pues ya se debe elevar el xinxing! Cuando eleves verdaderamente tu xinxing, verás que el qi puede descender” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Decidí abordar el asunto como un cultivador y utilizar esta oportunidad para mejorar mis habilidades. Investigué qué tecnologías tenían una gran demanda y comprobé qué habilidades podría perfeccionar en los próximos meses. También traté de seleccionar las habilidades que serían útiles para mi futuro trabajo en los proyectos de Dafa.

Aparte de aprender las nuevas tecnologías, seguí estudiando las enseñanzas del Fa y memorizando el Fa todos los días. También hacía los ejercicios. El estudio de las enseñanzas me permitió ver las cosas de una manera positiva. No puse mis esperanzas en la gente común y lo vi más como un proceso en que podía salvar a la gente y al mismo tiempo abandonar mis apegos.

Mientras tanto, seguía enviando mis currículums. En muchas entrevistas, me sentía como si hubiera ‘perdido la cara’ completamente. Recuerdo una en particular, en la que me pidieron que creara un programa para una tarea sencilla, pero no pude. El entrevistador me miró un poco desconcertado y me dijo: "¿Po qué dices que puedes programar?”. En ese momento, solo quería desaparecer.

Cuando pensé en esta situación más tarde, me di cuenta de que lo que más me trastornaba era que me preocupaba lo que el entrevistador y sus acompañantes en la entrevista pensaran de mí. No poder programar no me preocupaba mucho.

Descubrí que esto era un gran apego al nombre y la reputación.

En realidad, más tarde en esa entrevista tuve la oportunidad de hablar sobre Shen Yun Performing Arts, y les conté a los tres lo maravilloso que es el espectáculo. Fue porque, después de haber perdido la cara completamente con respecto a mis calificaciones laborales, sentía que todavía podía esforzarme como practicante. Fui capaz de comportarme con normalidad y como un practicante.

Aunque no conseguí ese trabajo –como podían imaginar– sentí que hice lo que debía hacer como practicante y también gané más confianza para las entrevistas posteriores, probablemente porque descubrí mi apego a la fama y empecé a quitármelo.

En Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010, Shifu nos dijo:

“Pero yo deseo que después de las caídas y de los tropiezos ustedes aprendan el lado positivo de la lección y no siempre aprendan el lado negativo. Aprender del lado negativo de la lección quiere decir pensar los problemas con el corazón humano, ser astuto, malicioso, perspicaz, entonces uno se malogra”.

Y también:

“Tienes que pensar los problemas desde el lado positivo, después de las caídas tienes que buscar la causa desde la perspectiva de un cultivador: ¿dónde lo hice mal? Mídete con el Fa, así puedes aprender del lado positivo de la lección, si puedes hacerlo verdaderamente, seguramente vas a hacerlo bien”.

Me propuse no aprender las lecciones negativas de las entrevistas. Después de cada entrevista fallida, resumía los puntos y preguntas en los que fallaba y los estudiaba. Aunque había muchos sentimientos a veces (como "eres incompetente, tus conocimientos son demasiado limitados para conseguir un buen trabajo"), traté de superarlos y de tomarlo como un cultivador. Traté de no tomármelos a pecho y solo traté de aprender las lecciones positivas. Como nos dijo el Maestro, siempre debemos aprender algo nuevo o abandonar algún apego recién descubierto.

Los entrevistadores a veces se mostraban arrogantes cuando pensaban que me faltaba conocimiento. Cuando más tarde buscaba en mi interior, descubría que yo también tendía a despreciar a la gente, como si yo supiera más o yo fuera más de lo que ellos reconocían en mí. Empecé a eliminar este apego con pensamientos rectos.

Había una compañía que quería contratarme. Sin embargo, cuando visité su sitio web, vi que muchas jóvenes estudiantes trabajaban allí. Empecé a preocuparme: "Si hay tantas chicas jóvenes a mi alrededor, ¿no despertará en mí el apego a la lujuria?”. Este miedo era bastante fuerte y casi me hacía rechazar cualquier oferta potencial. Pero después de compartir con otro practicante, comprendí que no debía tomar una decisión basada en mi miedo. Primero debería eliminar el miedo, y solo entonces decidir qué hacer.

Mientras estaba leyendo el Fa, llegué a la siguiente sección:

“… el primer pensamiento que le vino fue: «No soy una persona común, soy una persona que refina gong; ustedes no me traten de esta manera, yo cultivo Falun Dafa». Apenas salió este pensamiento, ‘shua’, de repente no quedó nada, porque todo era originalmente una ilusión transformada (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Empecé a ver la situación de manera diferente. Antes me veía como una víctima: "¿Qué puedo hacer si hay tantas jóvenes alrededor?”. Ahora empecé a percibir la situación como "soy un practicante". Mi palabra es la que cuenta. Si se comportan indecentemente, puedo decirles que me dejen en paz. Habrá maneras de manejarlo".

Me sentí muy aliviado por este nuevo entendimiento. También sentí que mi nivel mejoró. Realmente, tomé en serio la oferta de trabajo de esta compañía, pero mientras le daba vueltas (porque en algunos aspectos no cumplía mis expectativas) recibí una llamada telefónica de otra compañía, a la que había enviado mi currículum antes.

Quien me llamó dijo que lamentaba la demora. Explicó que habían extraviado mi currículum y que acababan de encontrarlo. Aunque le dije que no tenía mucho tiempo y que ya tenía algunas ofertas, me respondió que sería rápido y me citó para una entrevista a la mañana siguiente.

Durante el encuentro hice uso de muchas cosas que había aprendido de mis otras entrevistas. La atmósfera fue muy abierta. Después de la entrevista, ese mismo día, recibí la oferta. Las condiciones eran mucho mejores que las del trabajo que estaba considerando, así que la acepté.

Realmente sentí que había recorrido un buen trecho del camino de cultivación en mi búsqueda de un nuevo trabajo. Al final parecía como si el trabajo me llegara. Sentí que había soltado un montón de apegos a lo largo del camino. Me sentía mucho más ligero.

Mi búsqueda de trabajo me llevó unos seis meses. Gracias a los arreglos compasivos del Maestro, mi participación en los proyectos de Dafa y en otras actividades de Dafa no se vio interrumpida.

Mi nuevo trabajo me permite seguir colaborando en los proyectos, incluso mientras mejoro mis habilidades en el desarrollo web, volviéndome más profesional, así que también será útil para los proyectos de Dafa. Agradezco al Maestro este arreglo.

Añadiré dos experiencias recientes de cultivación.

Mi trabajo no es mío

Recientemente en el trabajo, creé parte de un programa. Durante una reunión con mis compañeros, resultó que mi parte del programa no se usaría e incluso me pidieron que la rehiciera, lo que me hizo pensar que tendría que empezar de cero. Mi compañero comentó: "Es un desarrollo inteligente. Lo hacemos paso a paso y lo cambiamos si es necesario".

Fue difícil para mí aceptar que el trabajo que hice no se usaría. Cuando miré en mi interior, descubrí que me había apegado al trabajo, como si fuera "mío" o hecho "por mí".

Me di cuenta de que tenía un apego al trabajo que hiciera, fuera lo que fuera. Como practicante, debería hacer el mejor trabajo posible sin apegarme a él. Recordé la historia de Milarepa que leí en Minghui: tuvo que demoler repetidamente el templo que acababa de construir. Vi algunas similitudes con aquella historia. Demoler parte de nuestro trabajo o hacerlo de nuevo no es una tarea fácil, no por el trabajo, al menos para mí, sino por los apegos que se forman. Aunque vivimos en una época diferente y no estamos construyendo un templo, también estamos "hechos para" deshacernos de nuestros apegos en nuestra mente.

Después de identificar el apego y utilizar pensamientos rectos para afirmar que estos pensamientos no eran mi verdadero yo, mi compañero dijo que podía encargarse de rehacerlo. En realidad, para él no representó una gran carga y lo hizo muy rápidamente.

Fresas

Me gustaría compartir un incidente más. Se trata de las fresas. Fui al supermercado con mi esposa, y ella tomó un paquete de fresas frescas. Aquello no me gustó nada. En mi cabeza, tenía la idea de que las fresas eran del extranjero, que eran artificiales, etc. Traté de disuadirla para no comprarlas, pero ella realmente las quería, así que las compramos. De alguna manera comencé a sentirme enojado con mi esposa. Cuando se comía las fresas esa misma noche, me sentía muy molesto. Le comenté que probablemente no eran tan buenas como aparentaban. Mi esposa no dijo nada y siguió comiéndoselas.

Sentí que aquel enojo con mi esposa no estaba bien. ¿De dónde venía? Más tarde esa noche me vino una palabra, "envidia". Pero no podía entender por qué, porque realmente no tenía ganas de comer fresas esa noche.

Mientras pensaba en esto más profundamente, me di cuenta de que la envidia se disfrazaba intensificando las nociones de "las fresas son del extranjero", etc. Sin embargo, para ser honesto, envidiaba a mi esposa por el placer que obtenía al comerse las fresas. Sentía que para ella las cosas eran "más fáciles" y "más cómodas” que para mí. Mis celos intensificaron las nociones de "aún no están maduras" y “son del extranjero", de modo que pareciera razonables tratar de forzar mi punto de vista sobre mi esposa e intentar persuadirla de que no las comprara.

Sin embargo, a un nivel más profundo, encontré un problema más profundo. Cuando me dejo influenciar por la envidia, hay una parte de mí que cree ver la situación desde una perspectiva más elevada y parece saber "mejor" que los demás cómo manejarla.

Shifu dijo:

“Entonces, dentro de su corazón Shen Gongbao se desequilibró: «¿Por qué razón lo mandan a él a conceder títulos a los dioses? Mira cuán formidable soy yo, Shen Gongbao, si mi cabeza es cortada, aún puedo volver a colocármela. ¿Cómo no me dicen a mí que vaya a concederles títulos a los dioses?». Él se volvió tan envidioso que siempre le causaba problemas a Jiang Ziya” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

¿No me estaba comportando como Shen Gongbao? ¿Estresándome por algo tan insignificante y causando problemas a mi esposa?

En ese momento olvidé que era un practicante y que el Maestro había arreglado aquella situación para mí.

En cierto sentido, esos celos me hicieron pensar que yo era mejor que el Maestro, y que la forma en que yo veía las cosas era la correcta. Hay de nuevo una similitud con la historia de Shen Gongbao, que consideraba que su punto de vista era correcto y estaba por encima de los del resto.

Aunque la situación era, en realidad, algo distinta. Cuando más tarde hablé de aquello con mi esposa, me dijo que solo quería probar las fresas frescas. Si yo realmente practicaba: Verdad-Benevolencia-Tolerancia y quería validar el Fa, debía dejar que mi esposa se las comiera y solo tener pensamientos positivos al respecto.

La envidia puede esconderse detrás de nociones "inocentes" sobre cómo otros "deberían" comportarse y lo que "deberían" hacer. Nosotros, como practicantes, no tenemos derecho a juzgar lo que otros "deberían" hacer. Tal vez lo que están haciendo fue arreglado por el Maestro, en su sabiduría omnipotente, para que veamos nuestros apegos. No debemos quejarnos de que los demás tengan algún tipo de apego, ¡sino más bien apresurarnos y quitar el nuestro! Tal vez, después de que nuestro apego desaparezca, la situación se resuelva de la manera más armoniosa.

Lo que he compartido está limitado por mi entendimiento. Si algo es inapropiado, por favor, tengan la bondad de señalarlo.

Gracias, Maestro. Gracias, compañeros practicantes.

(Compartido en la Conferencia de Intercambio de Experiencias Checa y Eslovaca de Falun Dafa en 2019)