(Minghui.org) El 3 de julio de 2019, mientras repartía folletos y le contaba a la gente sobre la persecución a Falun Gong varios policías me arrestaron y me llevaron a la comisaría.

Abusos físicos en la estación de policía

A las 2 de la tarde del día siguiente, unos cuantos oficiales entraron en la habitación donde estaba detenida y trataron de tomar mis huellas dentales, huellas dactilares y de los zapatos por la fuerza. No cooperé y seguí diciéndoles que no hice nada malo, que Falun Gong estaba siendo perseguido injustamente.

Un oficial de civil, que era el subdirector, miró una computadora y vio que no habían podido tomarme las huellas dactilares las dos veces anteriores que me habían detenido. Se enojó y exigió: "Tengo que conseguirle las huellas dactilares; ¡háganlo ahora!".

Cuatro o cinco de ellos se me acercaron. Algunos me sujetaron por los brazos, otros por las piernas y otros intentaron abrirme las manos. Seguí enviando pensamientos rectos y no cooperé con ellos. No pudieron tomar mis huellas dactilares.

Luego trataron de conseguir las huellas de mis zapatos. Cuatro hombres y una mujer me sujetaron e intentaron levantarme las piernas. Envié pensamientos rectos y no pudieron levantar mis piernas. Al final, la mujer quitó mis zapatos, se los puso en sus pies y tomó una huella de mis zapatos.

Me llevaron al centro de detención a las 8 p. m. Sin embargo, el centro de detención no quiso admitirme porque no pasé su examen médico. La policía exigió que el centro de detención me aceptara, por lo que fui perseguida durante otros 15 días. Con el fortalecimiento del Maestro Li (el fundador de Falun Dafa), pasé esa prueba.

Exigir una disculpa como medio para aclarar la verdad

Regresé a casa el 19 de julio. Después de compartir mis pensamientos sobre mi experiencia con otros practicantes, decidí ir a la comisaría para exigir una disculpa y obtener el reembolso de mis gastos médicos.

Primero fui al hospital para hacerme un examen médico. Los resultados mostraron que tenía fracturas de huesos por compresión. Los médicos recomendaron de ingresarme inmediatamente y me inmovilizaron.

Los diagnósticos no movieron mi corazón. Me acordé de que soy una practicante de Dafa y seguí estudiando el Fa y haciendo los ejercicios. Así, me recuperé rápidamente.

El 12 de septiembre, otro practicante y yo fuimos a la comisaría. Llevé la foto de mi tomografía y el registro del examen médico. Le dije al oficial de policía en la recepción: "Soy una practicante de Falun Gong. Estoy buscando al jefe". Me dijo que el jefe estaba en una reunión.

Mientras esperábamos al jefe, le contamos al oficial sobre Falun Gong, la persecución y mis experiencias mientras estaba detenida en la comisaría y en el centro de detención.

Después de entenderlo, me dijo: "No hay mucho que pueda hacer para ayudarte ahora". Mientras señalaba el resultado de la tomografía computarizada en mi mano, continuó: "No creo que paguen sus costos médicos. Nunca he oído que hayan reembolsado a alguien en esta comisaría".

Cuando la reunión terminó, el oficial de policía le habló al jefe sobre mí caso. El director preguntó: "¿Qué puedo hacer por usted?". Le conté mi experiencia en la estación el 4 de julio y le mostré mi tomografía computarizada y mi historial médico.

Le dije: "Nosotros, los practicantes de Falun Gong, nos comportamos de acuerdo con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. No estoy tratando de chantajearlo por dinero. No me quedé en el hospital para recibir tratamiento y no tomé ningún medicamento. Me recuperé de las lesiones porque seguí practicando Falun Gong".

Luego nos dijo que esperáramos mientras iba a revisar el video de vigilancia. Regresó al mediodía y dijo: "El video muestra que usted no cooperó con los agentes y que la hirieron mientras intentaban hacer su trabajo".

Le dije: "El subdirector me hizo daño intencionadamente". Luego preguntó: "¿Qué quieres?".

"Primero, quiero un reembolso por el costo de la tomografía y la cuota de registro médico. Segundo, las personas que me hirieron deben disculparse y prometer que no volverán a herir a los practicantes. Tercero, mi celular es de mi propiedad, y lo quiero de vuelta".

El director contestó: "No puedo tomar la decisión ahora. Discutiremos sus peticiones y le daremos una respuesta esta tarde o mañana".

Más tarde ese día

Por la tarde, volvimos a la comisaría. El oficial de la recepción nos dijo amablemente: "No se hagan demasiadas esperanzas".

El subdirector que me hizo daño pasó en ese momento, me miró y dijo: "¿No fue suficiente detenerte? ¿Por qué vienes aquí? ¿Quieres ir a una sesión de lavado de cerebro?".

Seguimos enviando pensamientos rectos y le explicamos que Falun Gong está siendo perseguido injustamente. Cuando le preguntamos: "¿Qué ley hemos violado?". No se le ocurrió nada y se fue murmurando.

El jefe salió una hora después. Trajo el dinero del reembolso, y mi teléfono celular. También me dijo: "La persona que te hizo daño no está aquí ahora. Te pido disculpas en su nombre y lo reprenderé".

Le dije: "Recuperar mi teléfono celular y que me reembolsen los gastos médicos es secundario. El propósito de nuestra visita es ayudarle a entender que Falun Gong es bueno para que no persiga más a los practicantes. Esperamos que usted sea realmente un buen oficial y que sirva al pueblo".

Recepcionista: "¡Es un milagro!"

Después, el oficial de la recepción exclamó: "Falun Gong es realmente poderoso. ¡Acaba de ocurrir un milagro!".

Esta fue la primera vez, que nos enteramos, que una comisaría de policía da una compensación y se disculpa con un practicante dentro de tan solo a 1 día de la solicitud.