(Minghui.org) Hubo un momento en el cual pensé en renunciar a seguir viviendo. Me pasó cuando tenía 48 años. Estaba trabajando en el campo como de costumbre –soy la esposa de un granjero– cuando, de repente, mis cuatro extremidades me fallaron. Mi esposo me llevó rápidamente al hospital, donde encontraron que había tenido un derrame cerebral y necesitaba cirugía para recuperarme.

Mi marido pidió dinero prestado por todas partes. Después de pagar 20.000 yuanes al hospital, accedieron a operarme de la hemorragia cerebral. No obstante, no me desperté después de la operación; permanecí 24 días en coma.

Cuando recobré la conciencia, no podía hablar ni moverme. En este deplorable estado, el neurocirujano le dijo a mi familia que ya estaba lista para ser dada de alta.

Desde ese momento, permanecí postrada en la cama. Dependía de mi marido para que hiciera todo por mí ya que era incapaz de comunicarme con nadie. Durante la temporada de siembra, él tenía que trabajar el campo y cuidarme, mientras yo me sentía cada vez más incapaz y desesperanzada. ¿Cuándo terminaría todo esto? No podía hacer nada más que llorar.

Un día, mi esposo regresó con un folleto de Falun Dafa y me pidió que lo leyera. Como no tenía nada que hacer, lo hice.

Leí muchas historias de gente que resultaron bendecidas por creer en las bondades de: "Falun Dafa es bueno", las cuales disfruté auténticamente. Desde aquel momento, mi marido me traía volantes y folletos de Falun Dafa, y los leía a todos.

También comencé a tratar de recitar las frases como hacía la gente de las historias que leía: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”.

Poco a poco, mi capacidad para hablar comenzó a mejorar, empecé haciéndome entender y acabé hablando tal y como lo hacía antes del derrame cerebral. Un día, ¡hasta encontré que podía levantarme y caminar lentamente al baño sin ninguna ayuda!

Mi marido quedó encantado al ver mi mejoría; la ansiedad y preocupación que lo asediaban comenzaron a disiparse. Él siempre me recordaba que recitara las palabras mágicas –incluso cuando le decía que ya las estaba recitando.

Mi salud mejoraba día a día, y me sentía llena de alegría. Quiero decirles a todos que aunque pueda sonar alocado, ¡todas las historias en esos folletos son reales! ¡He vivido mi propia experiencia personal que las prueba!

Mi marido también dijo que todos nosotros debemos aprender de los practicantes de Falun Dafa, y que son gente buena que no deberían estar siendo perseguidas. Ambos renunciamos a los jóvenes pioneros del partido comunista al que nos afiliamos en algún momento de nuestras vidas.

¡Quiero darle las gracias sinceramente al Maestro Li! He sufrido una parálisis que me mantuvo postrada en la cama durante 8 años, hasta que empecé a leer las historias de Falun Dafa y a recitar las frases. ¡Falun Dafa me ha brindado esperanza y me ha hecho recobrar la salud!

¡Falun Dafa es grandioso! ¡Espero que más gente crean en Él y se beneficien!