(Minghui.org) ¡Saludos, venerable Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Como miembro del equipo de La Gran Época, me gustaría compartir algunas consideraciones sobre cómo elevé mis entendimientos.

Manteniendo pensamientos rectos al hacer llamadas telefónicas

Me uní al equipo de La Gran Época en chino (Dajiyuan) hace un año y medio. Como no tenía experiencia, me preguntaba: “¿De qué forma voy a poder contribuir a La Gran Época?". Después de concluir un seminario de salud organizado por La Gran Época, descubrí que nadie había llamado a ninguno de los asistentes al seminario para preguntarle qué le había parecido. Pensé que era importante, porque así podríamos averiguar si al público le gustó nuestro seminario y cómo podríamos hacerlo más popular para ampliar nuestro círculo.

Como solía trabajar en administración hotelera y tenía experiencia en servicio al cliente, decidí llamarlos y pedirles su opinión. La mayoría de los comentarios resultaron positivos, y muchas personas expresaron interés en asistir a una próxima sesión. Tales reacciones positivas resultan alentadoras para nuestro equipo de ventas y también nos ayudan a crear una relación más estrecha con nuestros lectores.

La naturaleza personal de tales llamadas animó a muchos de los asistentes a compartir sus problemas de salud conmigo. Aprovechando la oportunidad, les daba a conocer los herbolarios o los productos de salud anunciados en La Gran Época.

El Maestro Li señaló:

"También quiero decirles a ustedes que su naturaleza pasada estaba fundada sobre la base del egoísmo e interés personal. De ahora en adelante, cualquier cosa que hagas, deberás primero tener consideración hacia otros, para que así que obtengas la honrada iluminación de desinterés y altruismo. Entonces de ahora en adelante, en cualquier cosa que hagas o digas, ¡deberás tener en consideración a otros, a las generaciones futuras, como también la eterna inalterabilidad de Dafa!" (La naturaleza fo no tiene ningún punto débil, Escrituras esenciales para mayor avance).

Me preocupo por nuestros lectores. A cambio, quienes asisten repetidamente a nuestros seminarios nos apoyan e incluso animan a sus amigos para que asistan. Así que ahora poseemos un grupo de asistentes fieles.

Es importante que alguien del personal de La Gran Época los llame antes de cada seminario. A veces, llamo hasta a 10 personas, una tras otra, sin ningún éxito. Algunos simplemente no atienden mi llamada, mientras que otros no pueden hacerlo debido a su ocupada agenda. Me pongo ansiosa y tengo que recordarme: "Tales apariencias falsas se deben a interferencias. Debo negarlas". Después de enviar pensamientos rectos, las siguientes personas con las que me pongo en contacto comienzan a reservar entradas. A lo largo de este proceso, entendí la importancia de enviar pensamientos rectos. Independientemente de la actitud de la otra persona, constantemente me recuerdo que quiero salvar a esta persona. Debido a mis esfuerzos, al arduo trabajo de los compañeros practicantes y con ayuda de Maestro, el último seminario fue un gran éxito.

Además de los dos o tres seminarios de salud anuales, nuestro equipo de La Gran Época también organiza pequeñas fiestas de té todos los meses, donde nuestros editores discuten asuntos actuales y comparten información de cultura tradicional. De forma natural, se convirtió en mi responsabilidad llamar a nuestros lectores para que asistan. Debido a que estas fiestas de té eran de menor escala, supuse que habría menos personas involucradas. Sin embargo, después de mi primera fiesta de té, la persona a cargo me pidió que tratara de invitar a un grupo de entre 50 a 60 personas en la próxima. Empecé a sentir resentimiento. "¡Porqué tantas! ¿Crees que reunirlas a todas es fácil?”. Luego reflexioné sobre el asunto. "La persona a cargo ya ha decidido estos números. ¡No puedo negarme a intentarlo!”.

Shifu nos dijo:

"Así les digo a todos que de ahora en más, la persona responsable de cada proyecto, el primer responsable, es el representante de ese proyecto. Esto incluye al primer responsable de la Asociación de Dafa de todas las regiones, él es el representante de este asunto. Lo que sea que él haga, lo que él requiera o decida, hazlo incondicionalmente. (Fuertes aplausos) Empezando ahora mismo" (Sean más diligentes).

Dadas las enseñanzas del Maestro, decidí seguir la directriz de la persona a cargo incondicionalmente, sin importar las dificultades que enfrentara.

Shifu también nos explicó:

"Sí, es verdad. En muchas cosas no deberían ser limitados por nociones humanas. Dices que antes formaste ciertos hábitos. Pero lo que hoy es dado a los Dafa dizi es el estado de dioses. Necesitas progresar hacia el estado de dioses. Puedes hacer bien muchas cosas si las enfocas con pensamientos rectos. Por supuesto, reflexionar sobre las cosas es algo correcto y no hay nada malo en eso. Pero si a menudo tomas demasiado tiempo para reflexionar sobre las cosas y pierdes la oportunidad de establecer tus poderosas virtudes en la rectificación del Fa, entonces tus pérdidas serán mayores que tus ganancias" (Enseñando y explicando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York).

Después de leer las enseñanzas de Shifu, mi convicción y pensamientos rectos se hicieron más fuertes y solté mi resentimiento contra el encargado. Cada llamada se realizó sin problemas y en poco tiempo invité a entre 50 y 60 asistentes a la siguiente fiesta del té, una clara señal de aliento del Maestro. De pie ante la imagen de Shifu, junté mis manos y prometí: "Trabajaré duro y haré lo mejor que pueda para la Gran Época".

Cultivando en medio de tribulaciones

En noviembre de este año, obtuvimos un cliente que acordó patrocinar 10.000 dólares para el siguiente seminario. Este era el mayor patrocinio que ofrecían desde que me uní a La Gran Época. A pesar de mi felicidad, también estaba increíblemente preocupada. Mi trabajo solo involucraba hacer llamadas telefónicas, pero tenía que confiar en los compañeros practicantes que hacían el seguimiento a los clientes. Mis preocupaciones aumentaron, cuando me enteré de que un practicante estaba de vacaciones y los demás estaban muy ocupados. Los compañeros practicantes notaron mi ansiedad y me aseguraron que harían un seguimiento de inmediato. Pese a todo, no pude dejar de lado esta preocupación.

Después de unos días, estábamos listos para emitir al cliente un recibo por el monto del patrocinio. Como no podía contribuir en otras áreas, decidí entregar el recibo al cliente personalmente, para demostrar nuestra sinceridad y mantener una buena relación. Le pedí a una compañera practicante que me acompañara. Para mi sorpresa, dijo: "No tenemos tiempo para eso. Simplemente envíalo por correo electrónico". Más tarde, durante nuestro intercambio de experiencias, comentó que yo era terca y que como sufría el adoctrinamiento del partido exigía que se hicieran las cosas a su manera. Me sentí muy resentida y enojada al escucharla decir aquello, y le comenté la razón por la que quise entregar el recibo en persona, pero se negó a aceptar mi explicación.

Más tarde, me tranquilicé y recordé la enseñanza de Maestro:

"Cuando te topas con conflictos, no importa si estás en lo correcto o estás equivocado, sabes pensar en ti mismo: ¿dónde me equivoqué en este asunto? ¿Verdaderamente surge de mí algo que no es correcto? Que todos piensen de esta forma, en el primer pensamiento piensen en sí mismos y piensen en el problema; quien no lo hace así, no es un cultivador verdadero de Dafa. Esta es el arma mágica del xiulian, esta es una de las características de la cultivación de nuestros Dafa dizi. Cuando enfrentas cualquier asunto, el primer pensamiento es pensar en uno mismo, esto justamente se llama ‘buscar hacia el interior’” (Qué es un Dafa dizi).

¿Qué hice mal? Recordé toda la secuencia de eventos y descubrí que a menudo hablaba con otros en un tono dominante. Posiblemente debido al adoctrinamiento del PCCh, no podía reconocer esta falla. Como practicante de Dafa, quiero asimilarme al Fa y rechazar cualquier influencia del PCCh. A partir de entonces, comencé a prestar más atención a mi tono. Mi corazón se calmó y mi ira desapareció. Le agradezco al Maestro que arreglara estas tribulaciones, a través de las cuales pude mejorar y resolver rápidamente los conflictos con los compañeros practicantes.

Dejar ir los apegos emocionales hacia los padres

Alrededor de marzo de este año, mi madre se encontraba seriamente postrada en la cama por una enfermedad. Mi madre y mis hermanos me pidieron que volviera a visitarlos. Mi madre me dijo: "Si no vuelves a casa, puede que no vuelvas a verme con vida". Sus sentimientos fueron igualmente reflejados por mi padre. A pesar de la intensa presión de mi familia, no pude regresar a China. Sufríamos de una escasez de personal, y no había nadie que pudiera hacerse cargo de mis deberes durante algún tiempo. Además, la sede de La Gran Época había estipulado que los practicantes chinos que regresaran a China perderían automáticamente sus puestos en nuestros medios de comunicación.

Muchos practicantes chinos también habían sido arrestados por el PCCh después de regresar a casa. Además, Shifu había arreglado que trabajara en La Gran Época para salvar a seres conscientes. Decidí no regresar a casa y trabajar para eliminar mi apego emocional por mis padres. Me mantuve firme en mi decisión, a pesar de las súplicas de mi familia. Sin embargo, cada vez que llamaba a mis padres, el dolor me cortaba el corazón como un cuchillo. Mientras discutía la condición de mi madre con los compañeros practicantes, me echaba a llorar. Renunciar a este vínculo familiar fue difícil, y realmente luché.

Todos los días, le rogué a Shifu que ayudara a mi madre a recuperarse. Cuatro meses después, mi madre comenzó a recuperarse y comenzó a caminar sola de nuevo. Mi familia dejó de exigirme que volviera a casa, y sabía que Shifu había dispuesto esto por mí, para poder concentrarme en mi trabajo de La Gran Época. Mi gratitud al Maestro no puede expresarse en palabras y haré bien las tres cosas para compensar los cuidados del Maestro.

La cultivación sólida inspira el cambio en mi hijo

Un día, cuando leía Zhuan Falun, me encontré con una sección que hablaba sobre las relaciones familiares. Shifu dijo:

"Si quieres el xiulian, tienes que dejar el qing humano. Por supuesto, ya que hacemos el xiulian en la sociedad de la gente común, respetar a nuestros padres y educar a nuestros hijos son todos deberes; en todos los ambientes hay que ser bueno y benevolente con los demás, y más aun con tus parientes. Debemos tratar a todos por igual, ser buenos con nuestros padres e hijos y ser considerados con los demás en todos los aspectos; asi, este corazón ya no es egoísta, son todos corazones de bondad” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Llegué a la conclusión repentina de que no había tratado a mi hijo con compasión. Siempre lo maltraté y realmente lo resentí. Aunque había sacrificado tanto para criarlo, lo consideraba irrespetuoso porque me contradecía a cada paso.

Cuando me di cuenta de que no me estaba comportando de acuerdo con el Fa, cambié la forma en que le hablé. Compartí mis opiniones con calma y me abstuve de insistir en que siguiera mi consejo. Hice más esfuerzo para demostrar que me preocupaba por él. Había criado a mi hijo sin ayuda después de la muerte prematura de mi esposo. Tuve varios trabajos para ganar lo suficiente para vivir y tenía poco tiempo para él. A este respecto, le debía a mi hijo hacer un esfuerzo. Empecé a levantarme temprano por la mañana para preparar el desayuno para él y su esposa. Poco a poco, nuestra relación comenzó a mejorar.

Cuando comencé a practicar, mi hijo se opuso. Comenzó a controlar mi paradero, reiteró la propaganda y las mentiras del PCCh sobre Dafa y me trató mal. A pesar de sus esfuerzos, seguí decidida a cultivarme. Más tarde, mi hijo y mi nuera notaron que mi salud había mejorado y dejaron de expresar sus objeciones. Pero seguían sin apoyar mi cultivación. En el pasado, mi hijo y yo apenas hablábamos. Nuestras conversaciones siempre llegaban en argumentos, que me dejaban enojada y triste. Después de comenzar a mostrarle que realmente me importaba, la actitud de mi hijo mejoró. Ahora podemos hablar con calma y él me respeta como su madre.

Este año, mi hijo y mi nuera me sorprendieron al celebrar mi cumpleaños en un restaurante de alta gama e incluso me compraron un regalo. Nunca antes habían hecho algo así por mí. Mi hijo también cambió su actitud sobre Dafa y ahora apoya la práctica. ¡Nuestra familia se ha vuelto muy armoniosa y me siento muy afortunada! Shifu me ha dado muchas bendiciones, mucho ánimo y apoyo. ¡Estoy decidida a trabajar duro, hacer bien las tres cosas y cumplir mis votos para compensar a Shifu!

¡Gracias Maestro y compañeros practicantes!

(Presentado en la Conferencia de Fa de Singapur 2019)