(Minghui.org) Me hice practicante de Falun Dafa cuando era pequeña. Pero cuando llegué a la escuela secundaria y a la universidad, poco a poco dejé de practicar Dafa mientras perseguía altas puntuaciones y calificaciones que me hicieran ver bien. Era agotador tanto física como mentalmente, ¡estaba amargada!

Ahora, estoy decidida a cultivar Dafa otra vez. Tuve la oportunidad de estudiar un doctorado en el extranjero. Creo que Dafa me dio la sabiduría y la habilidad para lograrlo. Me di cuenta, sin embargo, que mi apego a perseguir la fama y la reputación se volvía aún más fuerte. Este apego estaba en mis pensamientos y acciones: ¡Se había convertido en mi hábito de fondo! Durante un reciente examen en mi trabajo, fui capaz de reconocer el apego y eliminarlo.

El Maestro Li nos dijo:

"Pero una vez que él sobresale entre sus semejantes, se suele dejar interferir fácilmente por la fama y el beneficio; él siente que aún tiene un largo camino en sus años de vida y todavía quiere avanzar y luchar para alcanzar alguna meta de la gente común" (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Persiguiendo la reputación y temerosa de perder

El apego a perseguir la reputación hace que la gente se preocupe por la ganancia y la pérdida. Me sentí deprimida y sufrí una fuerte ansiedad en vísperas de un examen en mi trabajo. Incluso quería dejar el empleo, porque pensaba que no podría aprobarlo.

Como no podía superar mi ansiedad, aumenté el tiempo que dedicaba a estudiar el Fa, porque solo Dafa podía ayudarme a eliminar tales sustancias negativas. Llegué a sentir que había entidades que introducían la ansiedad y la preocupación en mi cabeza.

Era extraño que una evaluación tan trivial pudiera estresarme tanto. Ni siquiera la gente común la tomaba tan en serio. ¿Por qué estaba tan asustada? Era obvio que las viejas fuerzas estaban interfiriendo conmigo. Como seguí estudiando el Fa y enviando pensamientos rectos, pude descubrir pensamientos negativos.

También creo que todavía me aferraba al adoctrinamiento del partido comunista chino (PCCh). Nuestros maestros siempre nos dijeron que debemos estudiar bien y entrar en la universidad, como si nuestras vidas se arruinaran si no lo hacíamos.

Apego a la fama y a la lujuria

Durante ese tiempo, me enteré por un amigo que un compañero de trabajo mostraba interés por mí. Una felicidad y excitación repentinas se apoderaron de mí. Cuando me di cuenta de tales emociones hice todo lo posible por contenerlas. Recordé los ejemplos del Maestro sobre el demonio de la lujuria. Me dije: "No soy una persona común. Soy una practicante de Falun Dafa. No dejaré que el demonio de la lujuria interfiera conmigo".

Aunque estaba casada, la felicidad que sentí al oír hablar de lo que decía aquel compañero de trabajo era muy fuerte. Hice todo lo posible para mantener la mente clara y resistir esa emoción. Envié pensamientos rectos continuamente hasta que se eliminó.

Me di cuenta de que mi felicidad se debía, en parte, a que el aprecio que sentía el compañero de trabajo por mí, satisfacía mi búsqueda de fama. Lo vi como un reconocimiento de que yo era una persona destacada. En la sociedad común, ser atractivo para los demás significa que eres sobresaliente y capaz. Así es como la búsqueda de la fama se manifiesta a través de la lujuria.

Buscando reputación con miedo a la crítica

Normalmente se invitaba a un grupo de expertos a nuestras evaluaciones de trabajo. Una compañera de trabajo dijo que solo dos expertos estaban previstos para venir a la suya. Le dije: "¿No es genial? Sería más fácil pasar la evaluación ya que menos gente criticaría tu trabajo".

Mi compañera de trabajo respondió: "Pero, es realmente bueno que más expertos den su opinión. De esa manera, mi proyecto podría mejorar. No tenemos la oportunidad de que nos brinden críticas a diario mientras trabajamos". Sus palabras me despertaron.

Sentirme molesta cuando oía hablar de que alguien era criticado se debía a que tocaba el apego a la reputación, que persigo. Crees que te están criticando, pero en realidad están tratando de ayudarte a mejorar.

El Maestro nos enseñó:

"A los maestros de qigong ortodoxos tampoco los respeta más y sus oídos se llenan de cumplidos de otros sobre cuán capaz es él. Si alguien habla mal de él, se pone infeliz; le surgen todos sus corazones de fama y fortuna y considera que él es más capaz que otros y que es extraordinario. Él piensa que le han dado este gong para que sea un maestro de qigong y haga grandes fortunas cuando, en realidad, es para que él haga el xiulian. Apenas surge el corazón de fama y fortuna, su xinxing, de hecho, cae" (Tercera Lección, Zhuan Falun).

El apego a perseguir la reputación cambia nuestra forma de trabajar. El propósito de los exámenes es mejorar nuestros proyectos. Mi objetivo, sin embargo, era pasar la evaluación sin que se dañara mi reputación. No me importaba si el proyecto acababa completándose o no.

Los estudiantes suelen hacer pruebas para ver si dominan los conocimientos. Pero con el apego a la reputación, ¡la única meta es ser el estudiante número uno! Se trata de competir con otros por tu fama.

Eliminar el apego a 'perder la cara'

Soy introvertida, lo cual solía preocuparme. Mientras leía las enseñanzas del Maestro, aprendí que ser reservada no era malo ya que cultivamos nuestra habla. Poco a poco me di cuenta de que no había nada bueno o malo en ser introvertido o extrovertido. La razón por la que no me gusta hablar mucho es porque tengo miedo a 'perder la cara': mi búsqueda de fama.

Tengo miedo de acabar siendo juzgada y despreciada. Trato de mantener una buena imagen frente a la gente y cuido de no molestar a nadie. Para evitar decir algo malo, hablo muy poco.

Esto también demuestra que a menudo juzgo, lo cual no es algo bueno. Juzgar a la gente por sus palabras, acciones, ropa, estatus, etc. es totalmente erróneo. Me impide ofrecer salvación a las personas que conozco. Tengo que estudiar más el Fa y enviar pensamientos rectos para eliminar este apego.