(Minghui.org) Me gustaria compartir mi experiencia al hablar sobre la persecución a los miembros del Parlamento checo. Hace unos 7 años, los practicantes decidieron pedirle a nuestros senadores, que son miembros de la Cámara Alta del Parlamento, que aprobaran una resolución que expresa apoyo moral a los practicantes de Falun Dafa perseguidos y que condenaran la persecución. El objetivo principal era aclarar la verdad a los senadores para que pudieran salvarse y, dado que en cierto modo ellos representan a toda la nación, nos parecía que la resolución desempeñaría cierto papel en la salvación de todo el pueblo de la República Checa.

En ese entonces, cuando les pedí una cita a los senadores, no me atreví a mencionar la palabra “resolución” por miedo a que no quisieran reunirse con nosotros.

En 2012, organizamos una reunión con un senador, el presidente de la Comisión de Peticiones y Derechos Humanos, que estaba estableciendo el Grupo de Amigos del Tíbet en el Senado. Le aclaramos la verdad y todo salió muy bien. Redactamos un borrador de la resolución, que él aceptó sin más modificaciones. Luego nos invitaron a la reunión de la comisión donde se suponía que los senadores votarían por la resolución.

Le pedimos a una practicante china que vivía en Finlandia que viniera a Praga para asistir a esta reunión. Su madre había estado encarcelada en China durante mucho tiempo. Cuando contó la historia de su madre se pudo sentir una energía muy pura, humilde y compasiva que llenaba la sala de reuniones. Sentí que todos los senadores presentes se habían conmovido ante esta energía, que despejó todas sus preocupaciones anteriores sobre las posibles consecuencias de la resolución. Así es que fue aprobada por unanimidad ante la gran sorpresa de todos los demás senadores que no eran miembros de esa comisión.

Encontrando interferencias

Todo comenzó muy fácilmente y sin problemas, pero más tarde las cosas se complicaron. Se suponía que la comisión del Senado aprobaría la resolución a un nivel superior para que fuera discutida durante una sesión plenaria. Esto nunca sucedió y los senadores desistieron diciéndonos que no tenían más tiempo para eso y dejaron de comunicarse con nosotros. Reflexionando sobre esto, ahora puedo ver que probablemente nosotros no habíamos podido elevar nuestros niveles de cultivación, y por eso la resolución tampoco había podido elevarse a un nivel superior. En su momento, caí en la trampa de mirar hacia afuera en lugar de buscar adentro para encontrar una solución al problema al que nos enfrentábamos.

El proceso se detuvo, pero no nos rendimos y escribimos una petición para involucrar al público en general y pedirle a los senadores que aprobaran la resolución.

Cuando habíamos recogido unas 37.000 firmas de la petición, la entregamos a una comisión de peticiones del Senado. En ese momento la mayoría de los senadores habían sido reemplazados, pero la presión sobre ellos que provenía del mal y el espectro maligno del comunismo hasta cierto punto aún persistía. El comité del Senado organizó un par de reuniones donde nosotros, con la ayuda de un investigador extranjero sobre la sustracción de órganos y de practicantes chinos y supervivientes de la persecución, aclaramos los hechos. A lo largo de este proceso a menudo tuve la sensación de que el senador que estaba a cargo de nuestra petición, no era muy honesto con nosotros, decía una cosa y pensaba otra, y a veces no estábamos seguros de qué lado estaba. Una vez, por ejemplo, canceló un debate solo una semana antes de la fecha. Como estaba planeado con mucha antelación, habíamos invitado a un par de personas del extranjero para que asistieran. Así que los billetes de avión y la habitación del hotel ya estaban pagos.

La razón por la cual canceló la mesa redonda fue que la embajada china y otras personas que se suponía eran de un partido de la oposición no habían confirmado su participación en el debate. Mi primera idea al escuchar esta noticia tan escandalosa fue no aceptar el arreglo de las viejas fuerzas y solo aceptar el arreglo de nuestro Shifu en este asunto. Cuando nos calmamos y empezamos a pensar por qué había sucedido, nos dimos cuenta de que el Senado podría no haber cooperado bien con nosotros porque en ese entonces el cuerpo de practicantes no cooperaba bien entre sí.

Durante mucho tiempo, había habido un grupo de practicantes en la capital checa bastante aislado del resto. Lo que sucedió en el Senado me llevó a mí y a otros practicantes a entender que ya era hora de que abandonáramos todos los pensamientos del pasado y empezáramos a cooperar mejor con este grupo de practicantes. Tal vez, debido al cambio en nuestras mentes y en el cuerpo de los practicantes, ocurrió un pequeño milagro. La mesa redonda, que había tardado meses en organizarse en el Senado y había sido repentinamente cancelada, se reorganizó en solo dos horas en la Cámara de Diputados; la Cámara Baja del Parlamento checo. La visita de nuestros huéspedes extranjeros fue finalmente un éxito; no vinieron en vano.

La siguiente sorpresa que nos preparó el senador a cargo de nuestra petición fue su proyecto de resolución. Nos invitaron a una reunión donde leyó el borrador de la resolución que había escrito. Al oírlo, sentí que toda la energía que habíamos invertido en este asunto había sido en vano. El proyecto de resolución era, al menos desde mi punto de vista, muy breve, diplomático y vacío. No expresaba ninguna postura o posición y solo se transfería la responsabilidad a otras autoridades. Más tarde le pedimos al presidente de la comisión que reescribiera el borrador, pero nos dijeron que no cambiarían nada, y que si queríamos podíamos proponer una enmienda durante nuestra intervención en la sesión plenaria antes de la votación de la resolución.

Era claro que los senadores temían criticar al régimen chino o incluso dar apoyo moral a los practicantes de Falun Dafa. En ese entonces también discutimos sobre quién hablaría en nombre de la Asociación de Falun Dafa durante la sesión plenaria. Éramos tres practicantes que podíamos hacerlo. Esperaba no ser yo y acordamos que otro practicante hablara si fuera posible. Más tarde comenté con otra practicante sobre lo que debía decirse en el discurso y ella me dijo que sentía que yo era la persona indicada para hacerlo. Esta sola idea despertó en mí un miedo que casi me paraliza.

No pude dormir esa noche y cuando lo hice tuve una pesadilla. Comprendí que si yo tenía tanto miedo, entonces, ¿cómo podrían los senadores no tener miedo de enfrentarse al régimen chino? Así que al día siguiente empecé a eliminar este miedo y rechacé en mi mente el arreglo de las viejas fuerzas que implantaron en mi hace mucho tiempo este miedo a hablar en público. Al final, fui yo quien tuvo que dar el discurso.

Preparé mi discurso. Quería que los senadores me escucharan y me pareció que si les hablaba de memoria en lugar de leyendo un papel, pondrían más atención. Así que decidí memorizar mi discurso. Me sorprendió que fuera tan fácil, sin mucho esfuerzo.

Al mismo tiempo, tratamos de llamar a todos los senadores uno por uno y les pedimos que propusieran una enmienda al proyecto de resolución para que la resolución expresara al menos apoyo moral a los practicantes de Falun Dafa. Por último, encontramos a dos senadores que tuvieron el valor de hacerlo y, en poco tiempo, redactaron una enmienda justo un día antes de la votación.

Llegó el día en que el Senado iba a celebrar conversaciones y votar por la resolución. Pasamos casi 6 horas en el Senado esperando nuestro turno porque otros temas de la agenda se prolongaron durante horas. Fue algo bueno porque un grupo de practicantes sentados en la sala de conferencias pudieron todo este tiempo hacer FZN para limpiar el campo.

Finalmente el presidente nos invitó y el Senado comenzó a discutir nuestra petición. Intenté hablar con claridad desde mi corazón, apelar a la conciencia de los senadores presentes y aclararle los hechos sobre la persecución a Falun Dafa. Gracias al campo recto que los practicantes formaron allí, al final, fue mucho más fácil de lo que esperábamos. Un practicante sentado en el banquillo me dijo más tarde que había sido el mejor discurso que había escuchado. Luego 5 senadores, uno tras otro, aclararon los hechos sobre la persecución contra Falun Dafa y la sustracción de órganos y repetidamente suplicaron a sus colegas que apoyaran la resolución. La energía recta llenó una vez más la sala e influyó en los senadores. Casi todos votaron a favor de la resolución. Después de la votación, un par de senadores se acercaron a nosotros para felicitarnos y darnos las gracias de todo corazón. Consideramos que fue un día importante para la República Checa.

Hacia delante

Actualmente estamos instando a la Cámara de Diputados del Parlamento checo a que apruebe una resolución similar. Visitamos a los miembros del Parlamento y les contamos los hechos sobre la persecución. Si mantenemos fuertes pensamientos de rectos y determinación, normalmente es muy fácil concertar una cita con ellos.

En una ocación fui a una de estas reuniones y me sentí un poco nerviosa. Me di cuenta de que probablemente era porque me preocupaba demasiado por mí y si lograría manejar bien la reunión. Así que intenté pensar más en la persona con la que iba a encontrarme, en concentrarme en el deseo de que pudiera ser salvada, en lugar de preocuparme por mi ego. En ese momento logré transformar el nerviosismo en compasión.

Ahora más y más diputados conocen los hechos sobre Falun Dafa y la persecución, y cuando la historia que les contamos toca sus corazones, quieren ayudarnos a difundir la información o darnos un buen consejo. Este viaje se está volviendo cada vez más sencillo. Pero aún tenemos que superar las interferencias más pequeñas o más grandes, internas o externas.

Durante este proceso de aclarar la verdad a los miembros del Parlamento he aprendido a negar activamente los arreglos de las viejas fuerzas, a mantener la calma y a no luchar contra la gente cuando se producen interferencias, a soltar capas de mi ego, a trabajar persistentemente, a no rendirme y a confiar en mí.

Gracias Shifu por arreglar este viaje y ayudarnos a caminarlo.

(Presentado en la Conferencia Europea de Intercambio de Experiencias 2019)