(Minghui.org) Participé en un grupo local que salía cada semana a clarificar la verdad acerca de Falun Dafa (también llamado Falun Gong). Cubríamos áreas que estaban a dos horas en automóvil desde el centro de la ciudad. Hablábamos con la gente y distribuíamos materiales informativos de Dafa.

Un día fuimos a un nuevo lugar que estaba a una hora de manejo desde la ciudad para hablar con la gente acerca de Falun Gong. Nos separamos en dos grupos y fuimos de casa en casa. Vi a un hombre sentado en las escaleras de una casa y le entregué un volante de Falun Dafa. Le dije: "Hola hermano. Me gustaría darte un volante que describe cómo el partido comunista chino (PCCh) pretende estar en contra de la corrupción, pero actualmente es muy corrupto y hace declaraciones falsas acerca de la economía del país".

No parecía entenderme. Continué: "¿Te acuerdas del incidente de las vacunas falsas del año pasado? El PCCh no le mostró misericordia al pueblo chino e hizo cosas que les causaron daño".

Negó con su cabeza y susurró: "me acaban de liberar después de estar 20 años en prisión". Me di cuenta que debió haber cometido un crimen.

Le dije: "Está bien. Los verdaderos criminales son los oficiales del PCCh. Ellos persiguen la Ley Buda, cometen crímenes enormes y fuerzan a la gente a hacer cosas malas. El Cielo seguramente eliminará al partido, así que la gente debe renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles por su propia seguridad".

Me dijo que era un joven pionero. Lo alenté a que renunciara y accedió. Conversamos casualmente y me dijo su nombre. De repente sentí que lo había conocido en el pasado. Él dijo que era casi imposible, ya que había estado en prisión durante 20 años.

Me preguntó: "¿De qué trata este volante?".

Le dije: "Se trata de Falun Gong. Enseña a la gente sobre la importancia de seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Queremos que toda la gente aprenda la verdad". Él dijo: "Oh, hablas acerca de Falun Gong. Yo anteriormente practiqué Falun Gong". Comenzó a recitar el verso que decimos antes de hacer el quinto ejercicio (una meditación sentada): "Shentongjiachifa, vía para reforzar los poderes divinos".

Después me acordé que lo había conocido en un centro de detención 20 años atrás. Le pregunté: "¿Quién te enseñó esto? ¿Cuál es su apellido?".

Él dijo mi nombre. Le dije emocionado: "Hermano, ese fui yo. No es mi apellido, es actualmente mi nombre, uno muy especial".

Otros dos practicantes habían venido a buscarme, y les presenté felizmente al hombre y les dije que todavía se acordaba del verso del ejercicio que le enseñé 20 años atrás.

Lo conocí en 1999 cuando el PCCh recién comenzaba la persecución a Falun Gong. Fui a apelar a Beijing por el derecho de practicar Falun Gong. Fui arrestado y detenido en el centro de detención local. Recordé que este hombre había sido un prisionero agresivo que siempre golpeaba a los otros prisioneros, pero nunca me golpeó a mí.

Recordé que en un frío invierno, había pulgas en nuestra celda de prisión. Al final, me identificaron como la fuente. Él me pidió que me quitara la ropa, removió y mató las pulgas y me dijo: "Si no fueras tú, le arrancaría la piel".

Nunca me dio problemas. En otra ocasión, yo practicaba los ejercicios en el baño. El me vio y no dijo nada, ni me reportó con los oficiales de la prisión.

Él estaba interesado en Falun Gong y me pidió que le enseñara los ejercicios. Era difícil hacer los ejercicios en la prisión, así que a menudo me sentaba y hacía solo la meditación. Una vez mientras estábamos juntos en el turno de la noche, le recité el verso que decimos antes de hacer la meditación sentada, el quinto ejercicio. No esperaba que Shifu lo ayudara a recordar el verso después de 20 años.

Tampoco esperaba que nos volviéramos a encontrar 20 años más tarde y renovar nuestra relación predestinada. Más tarde, fui a su casa a llevarle una copia del libro Zhuan Falun que él me había pedido.

Siento profundamente que Shifu no deja atrás a nadie con relación predestinada, y que Shifu se acuerda de cada uno en este mundo. Como practicante de Dafa, esto me alienta a dejar todos mis apegos, redoblar mis esfuerzos para cultivarme bien, y caminar diligentemente el trayecto final para ayudar a Shifu a rectificar el Fa.