(Minghui.org) Me mudé a Brooklyn, Nueva York, con la familia de mi hija en enero de 2016. Viendo que nadie estaba repartiendo el periódico La Gran Época a los peatones, decidí hacerlo.
En mi primer día, me paré junto a la entrada del metro y me llevó media hora que alguien aceptara mi primer periódico. En ese momento, mucha gente no entendía la importancia de este periódico; algunos lo tiraban sobre un montón de nieve, dejándolo volar por todas partes. Sentí una gran responsabilidad de ayudar a la gente a entender su importancia porque habla de la persecución a Falun Dafa.
Ofrecí La Gran Época en la entrada del metro todos los días, y habitualmente me llevaba más de una hora terminar de repartir una pila de 50 ejemplares. Ha pasado un año y cada vez más y más personas han comprendido la verdad, y el periódico es rápidamente aceptado por los transeúntes.
Uno de los empleados de la taquilla del metro es originario de Hong Kong. Me preguntó cuánto me pagan por repartir el periódico. Le dije que era voluntario y aproveché la oportunidad para aclararle la verdad sobre Falun Dafa. Él quería leer Zhuan Falun, así que le traje un ejemplar del precioso libro. Dijo con entusiasmo: "¡Voy a echar un buen vistazo!".
Un coordinador me dijo que en un sitio turístico faltaban practicantes y me necesitaban allí. Terminé de entregar los periódicos y estaba listo para partir hacia el lugar tomando el metro. De repente, mis lágrimas fluyeron sin razón.
Me di cuenta de que no podía dejar de repartir La Gran Época aquí porque había seres conscientes esperándome para ser salvados. Decidí acudir más temprano para repartirlos antes de dirigirme al sitio turístico todos los días.
Más tarde, se estableció un nuevo proyecto para distribuir La Gran Época a las empresas, así que me cambié a ese proyecto.
Al principio no quería hacerlo porque pensé que sería demasiado para mí ir de puerta en puerta. Pero después de que el periódico estableció un departamento de difusión que se dedicaba a su distribución a las empresas, me di cuenta de la importancia, y decidí superar mi miedo al sufrimiento, al cansancio y a caminar, y me uní a él.
Siento que mi xinxing y mi fuerza han mejorado gradualmente a través del proceso. Al principio, solo podía distribuir 50 copias porque tenía que ir en bicicleta a las calles asignadas; estaba en mis 70 años, y me dolían las piernas al subir y bajar de la bicicleta.
Pero sabía que debía seguir adelante. Mis calles originalmente asignadas eran 20 th Avenue y Kings Hwy, pero descubrí algunas tiendas en 10th Avenue, 65th Street y 23rd Avenue, y las visité también. Con el paso del tiempo, mi distribución total aumentó a 240 ejemplares.
Las panaderías abrían temprano y los supermercados tarde, por lo que tuve que hacer dos viajes y pasar un total de tres horas al día para terminar mi distribución. La lluvia o la nieve lo hicieron más difícil. Aunque la tarea era muy exigente físicamente, mi corazón se sentía a gusto porque sabía que debía hacerlo por el bien de los seres conscientes.
De no estar dispuesto a visitar las tiendas a romper con mis nociones; de sentirme agotado con 50 ejemplares a pedir 240 ejemplares; de hacerlo como un trabajo a cumplir con mis deberes y misión; de alguien que solía pensar que podía evitar la lluvia o la nieve, a darse cuenta ahora que tengo que seguir haciéndolo, llueva o brille el sol, sin miedo a sufrir, mi xinxing ha mejorado sin que yo me dé cuenta, y mi fortaleza física ha hecho un gran avance.
Me siento como si estuviera en mis 20 o 30 años andando en bicicleta y nunca me siento fatigado. Entregar el periódico y salvar a la gente es mi camino de cultivación.
Me he encontrado con todo tipo de personas y mis experiencias con ellas son muy variadas. Algunos están agradecidos. Por ejemplo, una pareja mayor me da un pulgar hacia arriba cada vez que me ven y me dicen: "Tu periódico está mejorando cada vez más ¡Gracias!".
Algunos rechazaron mi trabajo. Por ejemplo, el dueño de una tienda al principio lo rechazó. De todos modos pasaba diariamente para ofrecerlo. Un día dijo: "Tengo que leer el periódico por tu persistencia". A partir de entonces, pidió un ejemplar a diario.
Un día después de una gran tormenta, al verme empujar la bicicleta en la nieve con gran dificultad, el propietario de una lavandería me recibió en la puerta y me dijo: "¡Extraordinario! ¡Gracias!".
En el proceso de la distribución del periódico, aclaré los hechos a la gente y les ayudé a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. Sentí que el Maestro arregló muchas de las oportunidades para la clarificación de la verdad, y aproveché cada una de ellas.
Un día, el dueño de un supermercado llegó tarde al trabajo y todos los empleados estaban esperando en la puerta. Aproveché esta gran oportunidad para aclararles los hechos y les dije que La Gran Época era un medio de comunicación que dice la verdad. También les dije que La farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen fue escenificada y acerca de la Piedra con los Caracteres Ocultos en China que predice la caída del PCCh.
Algunos me preguntaban: "¿Cuánto te pagan por entregar el periódico todos los días?". Le dije: "Soy voluntario. Hago esto para que la gente comprenda la verdad y esté segura". Les hablé sobre la renuncia al PCCh y sus organizaciones afiliadas, y una persona aceptó renunciar.
Otra persona quería aprender Falun Dafa, así que le llevé un ejemplar del precioso libro Zhuan Falun y la música de los ejercicios la vez siguiente que nos vimos, y estaba encantada. Algunas personas no creían la historia de la Piedra con los Caracteres Ocultos, así que les traje algunos volantes más tarde.
Un día, una persona me pidió una ejemplar de La Gran Época. Mientras que persuadía a una persona para que renunciara al partido y a sus organizaciones afiliadas, una mujer se acercó y me dijo: "¡Gracias! El otro día me ayudaste a abandonar el partido y sus organizaciones afiliadas con el nombre de An Kang. Más tarde me operaron y seguí recitando: '¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno', y la cirugía fue muy exitosa. ¡An Kang es un gran nombre!".
Ella le dijo a la persona con la que yo estaba hablando: "Debes renunciar. Estarás a salvo". Esa persona aceptó renunciar.
Una clínica dental y un negocio de tutoría estaban en mi camino y recibían el periódico todos los días. Los dueños querían pagarme para que agregara sus volantes de presentación a mis periódicos como suplementos. Les dije: "Soy voluntario. El periódico es para que la gente entienda la verdad. No puedo añadir otros anuncios". Expresaron admiración. Habían estado leyéndolo todos los días.
También he conocido a personas que me maldijeron y me hablaron mal. Por ejemplo, el dueño de una farmacia no solo lo rechazó, sino que también me empujó físicamente. Intenté aclararle los hechos, pero no me escuchó. Mi corazón no se movió. Cuando lo volví a ver, lo saludé con una sonrisa y me miró sorprendido.
Algunas personas aceptaron inicialmente mi periódico, pero lo rechazaron más adelante y no escucharon la verdad. Sentí que mi cultivación no era lo suficientemente sólida para salvarlos y me preocupé por ellos.
Comprendí que debía estudiar bien el Fa para poder llevar a cabo bien este proyecto.
El Maestro dijo:
“Piensen todos, ya dije que si lo que haces no tiene una base en el Fa, si no tiene el poder del Fa y tú no te has cultivado bien, no podrás hacer bien ese asunto. Tal vez sí hiciste tal asunto, pero eso simplemente no genera efecto, y simplemente no puede salvar gente, porque tú tampoco puedes generar el efecto de disolver los factores perversos. Por eso estudiar el Fa es aún lo más importante, lo más importante, esa es la garantía más básica de todas las cosas que quieres hacer. Si no puedes alcanzar el estándar en el estudio del Fa, entonces todo estará acabado” (Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa).
Todos los días, asistía a un grupo de estudio del Fa en línea durante dos horas, memorizaba el Fa por mi cuenta otras dos o tres horas y estudiaba las conferencias del Fa del Maestro impartidas fuera de China durante una hora. En este último año, he recitado Zhuan Falun dos veces y he terminado de leer todas las conferencias del Fa en el extranjero.
Con suficiente estudio de Fa, sentí que mis pensamientos rectos eran fuertes y cosas como el dolor en las piernas o la fatiga no me molestaban.
En mi entendimiento, solo con fuertes pensamientos rectos se puede estar motivado y ser capaz de hacer bien el proyecto, de lo contrario, con insuficiente estudio del Fa o el envío de pensamientos rectos, uno se sentiría fácilmente con falta de confianza, cansado e indefenso cuando se encuentra con contratiempos, tales como si alguien acepta el periódico un día y al siguiente lo rechaza.
A menudo me encontraba con aquellos que no aceptaban el periódico o que no escuchaban mi aclaración de la verdad.
El Maestro dijo:
“Si resuelves los factores que están detrás, mira, ¿cómo será la superficie? Sin los factores que están detrás, la gente hace lo que tú le digas. Tú eres un cultivador, tú sí tienes esa capacidad, tú eres una vida atravesando el camino de un dios; él es una persona común, él ciertamente no tiene fuerza. Por eso, no fijen siempre los ojos en la superficie, resuelve los factores que están detrás, recién entonces podrás resolver los problemas desde la raíz y hacer que la situación cambie, y esto causa que a la gente le ocurran cambios” (20 años enseñando el Fa).
Llegué a comprender que debo seguir los requisitos del Maestro para tratar el asunto con pensamientos rectos a fin de salvar a esas personas.
Así que envié pensamientos rectos más frecuentemente hacia aquellos que no querían escuchar la verdad, y le pedí al Maestro que los fortaleciera. Poco a poco, algunos de ellos comenzaron a aceptar el periódico nuevamente y otros han mejorado sus actitudes.
El dueño de una panadería y sus empleados se habían negado repetidamente a escuchar la verdad. Envié fuertes pensamientos rectos todos los días para desintegrar el mal detrás de ellos, y agregué un pensamiento para hacerles saber que Falun Dafa es bueno y que deberían aceptar La Gran Época.
Al principio, dejé solo un ejemplar en su tienda mientras enviaba pensamientos rectos. Unos días después, dejé ocho periódicos un día y dos horas después, descubrí que habían desaparecido. Sospeché que el dueño o los empleados los habían quitado, pero inmediatamente rechacé este pensamiento negativo.
Ahora dejo quince ejemplares cada día en su tienda y nadie se opone. Sus clientes obtienen un ejemplar como en cualquier otra tienda.
Había un centro de ancianos en mi recorrido. Pero sin importar cuántas veces lo intentara, la persona a cargo no aceptaba mi periódico ni escuchaba mi aclaración de la verdad. Envié pensamientos rectos para ella durante unos días.
Un día, fui nuevamente y le dije: "¿Puedo dejarle algunos ejemplares del periódico?". Y respondió: "Puedes ponerlos ahí". Me alegré por ella. Al día siguiente, me dijo que agregara algunos ejemplares más. He sido testigo del poder de los pensamientos rectos y he comprendido el Fa del Maestro aún mejor:
“El hecho es que en este momento, los Dafa dizi tienen que hacer cosas divinas, pues para los Dafa dizi la cultivación personal ya no es lo primero y principal” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos).
También me he dado cuenta de que mientras estemos cimentados en el Fa y nuestros pensamientos sean rectos, el Maestro nos ayudará y los milagros sucederán. Estaba ventoso en Nueva York, y a veces el viento era muy fuerte. Sin embargo, cuando estaba recorriendo las calles varias veces al día para entregar el periódico, sin importar en qué dirección pedaleara, siempre había un viento de cola que me ayudaba a seguir adelante. Al principio estaba un poco sorprendido, pero inmediatamente me di cuenta de que el Maestro me estaba ayudando.
De vez en cuando soplaba un viento en contra que hacía más difícil andar en bicicleta y yo decía: "Viento favorable, viento favorable, por favor". Un momento después, cambiaría a viento de cola. A veces oía su sonido, pero no lo sentía en mi bicicleta.
Un día, hubo un fuerte viento de costado mientras cruzaba la calle. Me preocupaba que volara mis periódicos al medio de la calle y no pudiera alcanzarlos, entonces sentí inmediatamente un torbellino que me llevó al otro lado de la calle. Dije: "Gracias, Maestro", antes de darme cuenta.
El Maestro dijo:
“Algo más, esta cosa que fue infundida por largo tiempo por la cultura comunista es verdaderamente muy seria; la manera de pensar, el comportamiento humano, no encajan para nada con la gente de este mundo” (Fahui de Nueva York 2016).
En el proceso de entregar el periódico, he detectado elementos de la cultura del partido en mi manera de pensar y de comportarme.
Por ejemplo, el dueño de una tienda me dijo que cambiara de usar nuestro propio puesto de periódicos a un estante nuevo que acababan de hacer. Sospeché que esta era su excusa para rechazarlos. Empecé a sentirme mal y miré hacia adentro. De repente, me di cuenta: "¿No es esta la mentalidad de sospecha de la cultura del partido? Debo eliminarla y solo pensar en cosas buenas".
Cambié a un pensamiento positivo, y resultó que el dueño de la tienda nunca tuvo la intención de no aceptar nuestro periódico. De ahí en adelante, pensaría positivamente en cosas similares y el resultado fue bueno.
También descubrí la cultura del partido en mi comportamiento. Por ejemplo, durante un tiempo, mientras no viera ningún vehículo (porque era temprano), cruzaría la calle aunque hubiera una luz roja. Un día de repente me di cuenta de que saltarse un semáforo en rojo y romper las reglas es la ¡cultura del partido! Me vería muy mal con La Gran Época en mi bicicleta. ¡Debo corregirme! A partir de entonces, me detengo en los semáforos en rojo y espero a que se active la señal de caminar.
Con esto concluye mi experiencia de compartir la entrega de La Gran Época. Por favor, tenga la amabilidad de señalar cualquier cosa inapropiada.
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Categoría: Aclarando la verdad