(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 2003. Soy parte del equipo de limpieza de una gran corporación estatal y fui responsable de limpiar la zona cercana a los baños detrás de la cocina de la cafetería.
Un supervisor me preguntó en una ocasión si podía encargarme de limpiar el baño de hombres ya que dos de los empleados habían renunciado. Me sentí incómoda porque se sabía que este baño era el lugar más sucio del edificio. Entonces recordé al Maestro Li (el Fundador de Falun Dafa) diciendo que pasar por dificultades es algo bueno, así que acepté la solicitud.
El baño no era demasiado grande, pero aun así era mucho trabajo porque estaba haciendo el trabajo de dos personas. Apenas tenía tiempo de tomarme un descanso. Aunque fui la única persona que limpió el baño durante veinte días consecutivos, no me quejé. La jefa del grupo dijo: "Últimamente has estado muy ocupada. Deberías tomar un descanso. No te apresures y tómate tu tiempo".
Varios días después la jefa inspeccionó el baño. Estaba sorprendida por lo limpio que estaba. La persona de limpieza anterior solo rociaba con un aromatizante de ambientes para cubrir el olor. Los urinarios tenían problemas de drenaje, dejando olor a orina.
Me felicitó por un trabajo bien hecho. Al día siguiente, el gerente inspeccionó mi trabajo y también le pidió su opinión al personal de la cocina. Todos quedaron impresionados, y el gerente asignó a otra persona para que rotara conmigo al limpiar el baño.
En ese tiempo estudiaba mucho el Fa y memoricé poemas de Hong Yin mientras trabajaba. Me recordaba que era una practicante y difundí la bondad de Falun Dafa a través de mi trabajo. Aproveché esta oportunidad para ayudar a muchas personas a retirarse del partido comunista chino (PCCh) y de sus organizaciones afiliadas.
Aclarando la verdad a los compañeros de trabajo
Primero hablé con la jefa del grupo sobre Dafa y la persecución. Ella lo apoya y manifestó: “Entonces, practicas Falun Dafa. No es de extrañar que seas tan amable”. Cuando le pregunté sobre su renuncia al partido, se negó por miedo.
Le clarifiqué pacientemente la verdad y le dije: “Nadie lo sabrá excepto tú, la divinidad y yo. No te preocupes Esta es una gran oportunidad para garantizar tu seguridad cuando el PCCh se derrumbe”. Luego aceptó abandonarlo.
También hablé con otros dos encargados de grupo y ambos renunciaron al PCCh. Con la excepción del gerente de la cafetería, todos en mi equipo conocían los hechos sobre la persecución y se habían retirado del partido.
Un día, cuando estaba limpiando el baño de mujeres, la gerente de la cafetería se me acercó y me dijo: "Usted hace un buen trabajo aquí". Siempre puedo decir quién estuvo aquí desde el último turno. No pienses que no somos conscientes. Podemos ver tu duro trabajo".
Pensé que era una buena oportunidad para hablar con ella, así que le dije: "Soy practicante de Falun Dafa y nuestro Maestro nos enseña a ser buenas personas dondequiera que vayamos".
Quedó sorprendida. Le pregunté si había oído hablar de renunciar al PCCh y respondió que sí. Dije: “Falun Dafa es una práctica de cultivación de la Escuela Buda y es beneficiosa para tu mente y tu cuerpo. No creas la propaganda que escuchas en la televisión. El partido comunista será responsable de sus crímenes en un futuro próximo, y tendrás un futuro brillante si ya no eres parte de él. ¿Quieres estar a salvo de las calamidades?”. Entonces quiso renunciar.
Le agradecí al Maestro por fortalecer mis pensamientos rectos, ya que durante mucho tiempo había querido aclararle los hechos. Más tarde entendí que la gente está esperando para ser salvada y que el Maestro tiene todo planeado; solo necesitamos hacerlo.
Después aclaré los hechos a diez personas de la cocina y los ayudé a renunciar al PCCh. Me resultó más fácil hablar con trabajadoras que con hombres. Me di cuenta de que para aclarar mejor la verdad, necesitaba estudiar más el Fa y mejorar más rápidamente.
No rendirse
La mayoría de los cocineros eran hombres jóvenes. Una vez comencé una conversación con uno de ellos, pero él dijo que Falun Dafa era una superstición. Antes de que pudiera decir más, un grupo de chefs pasó caminando y no tuve la confianza de seguir hablando. En su lugar decidí enviar pensamientos rectos.
Una tarde vi a un chef sentado en el sofá sin nadie alrededor. Pensé que debería ir a hablar con él porque no lo había hecho antes. Comencé con una pequeña charla antes de preguntarle si había oído hablar de renunciar al partido.
No tenía ninguna expresión, así que continué: "Renunciar al PCCh te salvará la vida. ¿Eres miembro del partido comunista, la liga juvenil comunista o los jóvenes pioneros? Solo necesitas renunciar al PCCh en tu corazón. No necesitas decírselo a nadie y serás bendecido".
Y respondió: "No soy un miembro del partido. Pero soy parte de la liga juvenil y de los jóvenes pioneros". Le dije que le ayudaría a renunciar con un seudónimo, pero manifestó que quería hablar primero con su esposa.
Luego le aclaré más la verdad y finalmente accedió a renunciar a las organizaciones juveniles comunistas.
Antes de irme le conté que los dioses y los Fo realmente existen. También le expliqué que el PCCh había matado a más de 80 millones de chinos en varios movimientos políticos desde que llegó al poder. Le enseñé a recordar que "Falun Dafa es bueno y que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Sonrió y me dio las gracias.
Me gustaría decirles a los compañeros practicantes que tienen dificultades para hablar cara a cara con las personas, que sean valientes porque Shifu está siempre a nuestro lado. Mientras nos acerquemos a las personas con sinceridad, Shifu nos dará la sabiduría para decir lo que necesitamos decir. Muchas personas esperan ser salvadas, por lo que deberíamos salir y salvarlos. Este es el destino y el voto de todo practicante. Cultivémonos bien y sigamos al Maestro de regreso a casa.
Gracias Maestro. Gracias, compañeros practicantes.
Todo el contenido publicado en este sitio web tiene derecho de autor y pertenece a Minghui.org. Minghui realizará compilaciones de su contenido online de forma regular y/o en ocasiones especiales.
Categoría: Aclarando la verdad