Le dije adiós a mi tanque de oxígeno y a mi silla de ruedas

(Minghui.org) Mi nombre es Liu Jieming y este año tengo 75 años [2001]. He practicado Falun Dafa por más de seis meses. Durante este período he experimentado tremendos cambios físicos y mentales. La benevolencia del Maestro y el inmenso poder de Falun Dafa me dieron una nueva vida.

Antes de empezar a practicar Falun Dafa, me encontraba en una situación crítica, afligida por numerosas enfermedades. De hecho, no había una sola parte de mi cuerpo que no me doliera. Mi función pulmonar era aproximadamente del 30% de la de una persona normal y dependía de un tanque de oxígeno para respirar. Era difícil para mí comer y hablar, ya que estaba extremadamente débil y dependía de un tanque de oxígeno y una silla de ruedas.

Además de problemas pulmonares, también tuve enfermedades del corazón, angina, hipertensión arterial, úlcera estomacal, estrechamiento del esófago, proliferación ósea y gota, entre otras enfermedades. Sufrí durante décadas y mi condición empeoró a medida que fui envejeciendo. No podía cuidarme y tuve que contratar a una enfermera para que me ayudara a caminar, comer y ducharme. Vivía en un dolor extremo que me destrozaba el cuerpo constantemente. Estaba luchando para seguir con vida.

Hace unos seis meses mi hija me introdujo a Falun Dafa y me habló de su fundador, el Sr. Li Hongzhi. Sentí que era estupendo de inmediato. Desde entonces, he estado en el camino dorado de la práctica de Falun Dafa.

Mi concepción del mundo cambió cuando leí Zhuan Falun. Mi comprensión de los principios de Falun Dafa mejoró y me volví una mejor persona. Comprendí el significado de la vida y traté de asimilarme a los principios universales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, de purificar mi mente con Falun Dafa, de comportarme de acuerdo con los estándares de Dafa, y de ser una verdadera practicante de Falun Dafa. 

Cuando empecé a practicar, era muy difícil para mí hacer el ejercicio de la meditación sentada, y menos aún los ejercicios de pie. Apenas podía quedarme quieta o incluso seguir las fórmulas antes de cada ejercicio. No tenía suficiente fuerza para juntar las dos manos al final de cada ejercicio. Fue agotador para mí hacer el segundo ejercicio cuando tuve que levantar los brazos durante mucho tiempo, y me dolía mucho la espalda cuando me inclinaba durante el cuarto ejercicio. Mis rodillas estaban débiles y experimentaba dolores repentinos al hacer los ejercicios. Me sentía tan débil y adolorida que apenas podía terminar. Ese fue mi primer día haciendo los ejercicios. Si no fuese por el inmenso poder de Dafa, no habría podido continuar, pero persistí y mi salud mejoró día a día.

　　Antes, tenía todo tipo de dispositivos médicos y servicios de atención domiciliaria, ya que dependía de muchas personas para que me cuidaran cada día. Después de que empecé a practicar Falun Gong, suspendí los servicios y le ahorré al gobierno una gran suma en gastos médicos y otros costos. La práctica de Falun Dafa es muy beneficiosa para cualquier individuo, familia o país. Tal como dice el Maestro en la primera página del libro Zhuan Falun: "Yo, en todo el proceso de transmitir el Fa y el gong, me baso en ser responsable para con la sociedad y para con los estudiantes, el resultado obtenido es bueno y la influencia en toda la sociedad también es bastante buena". La práctica de Falun Dafa me ha permitido decirle adiós al tanque de oxígeno y a la silla de ruedas, como así también a la enfermera a domicilio. Falun Dafa ha mostrado su poder milagroso y me ha traído de vuelta de la antesala de la muerte. El Maestro y Dafa me han dado una nueva vida.

He estado tan feliz desde que pasé de ser una persona gravemente enferma a una practicante de Falun Dafa. Mi familia y mis amigos se sorprendieron gratamente por los cambios que ocurrieron en mí. Mi apetito se ha incrementado y ya no necesito evitar ciertos alimentos. Duermo bien y me vuelvo más saludable cada día. A partir de ahora, aprovecharé al máximo mi tiempo, mejoraré genuinamente y avanzaré diligentemente en la cultivación en Dafa.

Nota del editor: 

Publicado en el libro: Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa
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