(Minghui.org) Conocí Falun Dafa a los 9 años de edad y crecí con Dafa en mi corazón. Pero después de que comenzó la persecución en 1999 y arrestaron a mis padres por defender su fe, dejé de practicar. Sin embargo, después de ver el espectáculo de Shen Yun en marzo de 2019, decidí volver a cultivarme. Con la ayuda del Maestro y de otros practicantes, pude lograrlo.

Creciendo con Dafa en mi corazón

Comencé a practicar Dafa siguiendo los pasos de mis padres cuando estaba en tercer grado. Estudié el Fa e hice los ejercicios todos los días con ellos, lo que sentó las bases para mi futura cultivación. Después de que la persecución a Falun Dafa comenzó en 1999, mis padres fueron detenidos. Así que dejé de estudiar el Fa y de hacer los ejercicios. Pero aún permanecía firme en Dafa, y Dafa siempre permanecía implantado en mi corazón.

Con el paso del tiempo, crecí y me casé con quien había sido mi compañero de clase en la secundaria. El sabía que mis padres practicaban Dafa y no estaba en contra de que lo hicieran, pero no me permitió practicar. Sin una base sólida para la cultivación, asentí a su pedido. Le dije que todavía creía firmemente en Dafa y lo tenía en mi corazón. Estaba bien con eso mientras no lo practicara. Él fue amable conmigo y me cuidó, al igual que sus padres. Varios años pasaron rápidamente así.

Durante los primeros años de nuestro matrimonio, en algún momento estudié los nuevos artículos del Maestro con mis padres, leí artículos de experiencias compartidas en el sitio web de Minghui y los ayudé con un trabajo de aclaración de la verdad. También, siempre me gustó leer historias sobre la cultura tradicional y las historias de cultivación de Milarepa.

Como había aprendido los principios de Dafa desde que era pequeña, los recordé a medida que crecía, especialmente las palabras de Shifu:

"…si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches".(Séptima Lección, Zhuan Falun).

Debido a eso, desarrollé una personalidad sencilla y no luché por obtener ganancias personales. No tuve ninguna afición fuerte, pero me gustaba estar cerca de Dafa. Debido a mi apego al miedo y la presión de mi esposo, no fui capaz de cultivarme verdaderamente. Aproveché cada oportunidad para contarle a mi esposo sobre Dafa y su maravilla. Sin embargo, no creía lo que le decía debido al envenenamiento a largo plazo de la propaganda del partido comunista chino. Nuestras conversaciones sobre esto siempre terminaban mal.

Viendo Shen Yun

Nuestra familia se mudó a Vancouver, Canadá a fines de 2018 y comenzó una nueva vida. Escuché que Shen Yun Performing Arts iba a venir a Vancouver en marzo de 2019. Estaba muy emocionada y quise llevar a mi familia al espectáculo. Sin embargo, mi marido no quiso ir. Además, tampoco permitiría que yo ni nuestro hijo fuéramos.

Esta vez, me negué a ceder. Una de las motivaciones para mudarme a Vancouver desde la pequeña ciudad que vivíamos era ver los espectáculos de Shen Yun. Le pedí que no restringiera mi libertad. Después de ver mi postura fuerte, me dejó ir sola.

Sabía que los shows de Shen Yun eran formales, así que presté especial atención a mi atuendo. Usé mi mejor vestido a pesar de que marzo en Vancouver todavía estaba frío. Cuando me senté en mi asiento esperando que comenzara el espectáculo, me sentí maravillosa y agradecida de tener finalmente esta oportunidad.

Cuando se abrió el telón, la bella escena me maravilló y mis ojos se llenaron de lágrimas de inmediato. Todo mi cuerpo se sintió tan cómodo durante el show que me recordó la sensación de "sentado dentro de una cáscara de huevo" que el Maestro habló en la Octava Lección de Zhuan Falun.

Mi cuerpo estuvo tibio y derramé lágrimas unas cuantas veces durante el show; el sentimiento era indescriptible. Vi que la señora que estaba a mi lado también derramó lágrimas un par de veces.

Superando tribulaciones para volver a la cultivación

Durante el primer mes después del show, a menudo tuve sueños similares en los que vivía en un lugar desagradable. El sentimiento nauseabundo era tan malo que me desperté en dos oportunidades. Sabía que el Maestro me estaba insinuando a que me cultivara y dejara este mundo humano inmundo. Pero sabía que mi esposo se opondría fuertemente a ello, y no tenía el coraje suficiente para hacerlo. Me sentía muy mal.

Recordé que una practicante vivía cerca, aunque nunca tuve la oportunidad de contactarla. A principios de mayo, junté coraje y la llamé para pedirle consejo. Ella fue muy amable y me presentó a otra practicante que había pasado por problemas similares. También me aconsejó que estudiara el Fa.

Comencé a estudiar el Fa en Internet a espaldas de mi esposo. Mis pensamientos rectos se hicieron más fuertes. También hablé con la practicante que me presentaron, su historia me conmovió y me animó. Mi miedo desapareció gradualmente. Traté de encontrar más tiempo para estudiar el Fa y hacer los ejercicios todos los días.

Una gran prueba llegó después de una semana. Mi esposo descubrió que estaba en contacto con los practicantes y me pidió que me detuviera. Me mantuve calmada y firme. Le dije cómo me sentía, pero él se negó a aceptarlo. Él se dio cuenta de cuán determinada estaba yo.

La tensión entre nosotros duró dos días y tres noches. Durante este período, no retrocedí y aún estudié el Fa e hice los ejercicios. El lloró un par de veces, pero siempre le dije amablemente las razones de mi elección. Finalmente, me dijo que él había tomado la decisión: yo debería dejar nuestro hogar sin nuestro hijo. Invitaría a sus padres a venir de China para cuidar a nuestro hijo.

Me opuse de inmediato. Sabía que no iba a renunciar a mi familia por la cultivación, sin importar lo duro que lo hiciera conmigo. Hacerlo no estaría de acuerdo con Dafa. Los otros practicantes me habían aconsejado que fuera una buena esposa y una buena madre para armonizarme con el Fa.

Me opuse firmemente a él y le dije que sus ideas no tenían ninguna base legal; yo tenía el derecho de seguir mi creencia. Él lloró de nuevo. Sin embargo, finalmente cedió y me permitió practicar Dafa, pero me pidió que no lo hiciera delante de él y de nuestro hijo.

Para evitar irritarlo de nuevo, accedí. Pero me arrepentí de haber accedido con demasiada facilidad. Desde entonces, tuve un ambiente de cultivación en casa. Ya no necesitaba esconderme cuando estudiaba el Fa y hacía los ejercicios. Estaba muy agradecida con el Maestro y con la ayuda de otros practicantes.

Me atreví a no aflojar mi cultivación, ya que me costó tanto esfuerzo llegar hasta aquí. Hice los cinco ejercicios en la mañana. Cada vez que aflojaba, la interferencia sucedía.

El Maestro nos dijo:
"El sendero de cada uno, y pienso que todos han visto esto, es ciertamente muy estrecho. Si te desvías aunque sea un poco no podrás estar a la altura de un Dafa dizi" (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York).

Tuve pruebas todos los días, algunas grandes, otras pequeñas. Un día, mi esposo tomó algo de alcohol y comenzó a decirme cosas hirientes cuando supo que había ido a la casa de una practicante ese día. Le expliqué amablemente mi situación, pero él seguía hablando, incluso amenazando con sacarme de mi casa sin un centavo a mi nombre. Le dije: Nunca dije que tendría a Dafa sin mi familia. Él rió, y no dijo mucho más desde que vio mi determinación. Yo supe que había pasado la prueba ese día.

Hubo pequeñas pruebas casi todos los días. Nunca vacilé y estuve decidida a cultivar hasta el final. Estudié el Fa todos los días y entendí más principios del Fa. Sentí que el Maestro me protegía todos los días y me alentaba; A menudo no pude evitar tener lágrimas en mis ojos mientras leía el Fa. Le agradecí al Maestro por darme la oportunidad de ser practicante.

Mi entorno de cultivación se hizo cada vez mejor, ahora también estoy haciendo un trabajo de aclaración de la verdad. Una practicante también me elogió por hacerlo bien. Sabía que era el estímulo del Maestro. Continuaré haciendo las tres cosas bien y me esforzaré por cultivar mi xinxing y hacerlo bien en la rectificación del Fa.

Estoy compartiendo mi historia para animar a otros que también podrían estar pensando en volver a la cultivación. El Maestro nos ayudará cuando estemos decididos. Nunca me hubiera imaginado que sería capaz de manejar todos estos obstáculos y reanudar mi cultivación. Además, no perdí nada en el camino a excepción de mis apegos.