(Minghui.org) La mañana del 20 de enero de 2019, mientras andaba en mi bicicleta eléctrica, fui atropellado por un auto y me lastimé la espalda.

El conductor me preguntó si estaba bien. Aunque me dolía y no podía caminar, le dije: "Estoy bien, soy practicante de Falun Dafa. Estoy protegido por mi Maestro, el señor Li Hongzhi. No te pediré dinero, solo necesito que me lleves a casa".

El conductor quería llamar a mi hijo; yo le pedí que no lo hiciera.

"Si quieres llamar a mi hijo, no te dejará ir cuando sepa que me chocaste".

Le conté los hechos sobre Falun Dafa y lo ayudé a abandonar el partido comunista chino (PCCh). El conductor me dio las gracias, pero le dije que era a mi Maestro a quien debía agradecer.

El conductor encontró a una persona que me lleve con mi bicicleta a casa. Le aclaré la verdad a esa persona y también la ayudé a abandonar el PCCh. El conductor me ofreció 1.000 yuanes para reparar mi bicicleta. Después  que me negué a tomar el dinero, me puso 500 yuanes en el bolsillo y se fue. Doné el dinero al sitio local de producción de materiales al día siguiente.

Una recuperación milagrosa en el pasado

Mis dos nietos, ambos estudiantes universitarios, querían que me hiciera un examen en el hospital para asegurarse de que mi lesión no me causara ninguna discapacidad a largo plazo. El padre de mi nuera, que es médico, también me sugirió un examen completo. Mi hijo culpó al conductor por no llevarme al hospital.

Les agradecí por preocuparse tanto por mí. También compartí una historia con ellos. Les dije que tuve otro accidente automovilístico hace unos años. Me golpearon muy fuerte y me rompí el omóplato, los huesos del pecho y la parte superior de la espalda. La costilla rota en mi pecho presionaba contra el pulmón izquierdo y me causaba un dolor insoportable cada vez que respiraba. A pesar de la gravedad de la enfermedad, solo estudié el Fa e hice los ejercicios en casa. Siete días después, estaba muy bien y hasta podía conducir solo.

Cuando los compañeros de mi nuera vinieron a verme, todos se sorprendieron por el milagro de Dafa.

"Si hubiera ido al hospital, ¿me habría recuperado tan rápido?", le pregunté. "Estaría aún con puntos de sutura".

Y agregué: "Si voy al hospital esta vez, los médicos usarán esos instrumentos médicos importados y me harán algunos exámenes innecesarios. Puedo terminar con una cirugía, una inyección, una transfusión y una estadía en el hospital con cuidado en la cama. Si la cirugía no sale bien, puedo quedar paralizado, además costaría miles de yuanes".

Continué diciendo: "Con la llegada del Año Nuevo Chino, ni la familia del conductor ni la nuestra tendrán unas buenas festividades si voy al hospital. Soy un practicante de Dafa y debo tener en cuenta a los demás primero. No quiero causarle problemas y poner una carga sobre el conductor. El Maestro y Dafa cuidarán de mí, estaré bien".

El poder sanador de Dafa      

Después de que el conductor me envió a casa, empecé a orinar con sangre cada dos horas. Esta situación duró entre siete y ocho días. Después del octavo día, empecé a tener evacuaciones intestinales y descargué una mezcla de pus, sangre y moco.

Mi lesión fue grave. Los músculos y ligamentos de ambos lados de mis caderas me dolían mucho. Las vértebras lumbares estaban rotas o dislocadas. Sentía un dolor como un cuchillo cortándome cada vez que me movía.

Yo envié pensamientos rectos muy fuertes de la siguiente manera: "Niego totalmente cualquier arreglo de las viejas fuerzas. Aunque tenga deficiencias en la cultivación, el Maestro velará por mí y Dafa me rectificará. Las viejas fuerzas no son dignas de ningún arreglo en mi cultivación".

Comencé a estudiar el Fa, a practicar los ejercicios y a escuchar las grabaciones del Fa del Maestro el segundo día. A partir del cuarto día, leí el libro Zhuan Falun una vez cada dos días y hacía los cinco ejercicios todos los días.

Durante los ejercicios, experimenté una punzada y casi me desmayé. Hice una mueca de dolor y recité en silencio "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", sin parar. También memoricé "Templando la mente y el corazón de uno" Hong Yin y "Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Me sentí relajado después de repetir las palabras. Sabía que el Maestro estaba soportando el dolor por mí.

Un practicante vino a verme en vísperas del Año Nuevo Lunar Chino, el 4 de febrero. Me sugirió que hiciera los ejercicios dos veces al día. Pensé en mi corazón que ya era muy doloroso practicar una sola vez. Sería impensable el dolor al hacerlos dos veces.

Mientras estudiaba el Fa, el día de Año Nuevo, de repente me di cuenta de que el Maestro había usado la boca de este practicante para recordarme que hacer los ejercicios es la mejor manera de cambiar mi cuerpo. El sufrimiento constante puede ayudarme a eliminar el yeli (karma).

A partir del 6 de febrero, realizaba los ejercicios dos veces al día. Desde entonces, mi salud mejoró muchísimo cada día. Ya no necesitaba usar un bastón o apoyarme en la pared al caminar. Ahora puedo caminar con normalidad.

Para el 10 de febrero, podía subir las escaleras hasta el quinto piso para asistir a un grupo de estudio del Fa. Dafa es simplemente milagroso, de hecho, tiene un enorme poder curativo.

Durante este período de recuperación, los compañeros practicantes enviaron pensamientos rectos para mí. Ellos estudiaron el Fa y compartieron conmigo sus entendimientos del Fa. Su ayuda fortaleció mis pensamientos rectos y me ayudó a pasar la prueba con éxito.

Aclarando la verdad

Muchos parientes y amigos vinieron a visitarme para el Año Nuevo Lunar. Les conté los hechos sobre Falun Dafa y les hice saber que Dafa es bueno.

Cuatro practicantes vinieron a mi casa el 1 de febrero para enviar pensamientos rectos para mí. Dos policías aparecieron de repente y llamaron a mi puerta. Luego de dejarlos entrar por otra puerta, les conté la historia de mi accidente de tránsito y se sorprendieron por mi compasión hacia el conductor y expresaron su admiración hacia los discípulos de Dafa.

"Si hubiéramos sabido de tu accidente, te habríamos traído un regalo", dijeron.

"Muchas gracias, espero que puedan compartir sus pensamientos con sus superiores para que sepan que los practicantes de Dafa son buenas personas y no nos persigan en el futuro".

Los oficiales se fueron con una sonrisa en la cara.

Unos días después, le conté al jefe de policía sobre mi accidente. Dijo: "Hoy en día, la gente se estrella a propósito contra el auto de alguien para sacarle dinero al dueño del auto. Ese conductor tuvo mucha suerte de conocer a una buena persona como tú".

Aproveché esta oportunidad para aclararle los hechos y pedirle que trate a los practicantes de Dafa con amabilidad.

"Sé que estás haciendo esto por mí. Gracias".

Me dio la mano y luego se fue.