(Minghui.org) Recientemente experimenté una prueba a mi xinxing que me conmovió profundamente.

Me he cultivado por más de diez años y he estado haciendo las tres cosas consistentemente. Pero no siempre pude mantener el xinxing con mi familia. Por los principios del Fa, sabía que debía cultivar mi apego al sentimentalismo. Mis familiares también son discípulos de Shifu y debemos llevarnos en armonía. Pero todavía no podía mantener mi xinxing delante de ellos incluso después de cultivarme durante tantos años. Fue un incidente reciente que finalmente me llevó a un nuevo entendimiento.

Mi suegra

Mi suegra también es practicante. Pero a veces pensaba que era demasiado brusca, incluso cuando le contaba a la gente los hechos sobre Dafa. Ella actuaba de la misma forma en casa. Le recordé que mejorara sobre su tono de voz y que es demasiado directa muchas veces, pero ella dijo que cambiaría gradualmente.

No estaba feliz con su actitud, pero no dije nada. Creía que la cultivación era un asunto tan serio que debía ser estricta consigo misma en lugar de tomárselo lentamente. No podía dejar de lado su actitud y siempre quería que ella cambiara. En este sentido, ya tenía un fuerte apego.

Un día, cuando estábamos hablando de la apelación pacífica del 25 de abril, ella se volvió muy brusca. No aguanté más y le dije: “Eres tan directa que haces que los demás se sientan incómodos. Además, tus puntos de conversación son inconsistentes. ¿Cómo alguien te va a creer?". Ella dijo: "lo haré lentamente". Estaba tan enojada que simplemente me alejé.

Lamenté no haber mantenido mi xinxing y no poder controlarme, pero no quería disculparme con ella. De hecho, siempre supe que su comportamiento era en realidad una señal para que me deshiciera de mi apego. Siempre quise imponer mis propias ideas y quería que la otra persona cambiara. Estaba demasiado apegada a mí misma. Para ser honesta, desde la perspectiva del Fa, debería haber dado las gracias a mi suegra. No sabía por qué no podía pasar estas pruebas.

Yo era muy terca, nunca estaba dispuesta a admitir que estaba equivocada, incluso desde pequeña, y nunca estaba tranquila al respecto. Prefería no decir nada y dejar que la otra parte me culpe, o arreglar las cosas haciendo algo al respecto. Pero no podía disculparme y solo podía hacer algo al respecto después del hecho. En particular, nunca me disculpé con mi familia. Durante mucho tiempo creí que si demostraba con mis acciones que lo lamentaba, no era necesario que lo dijera en voz alta. Después de todo, ¿no dicen que "las acciones hablan más que las palabras?".

El poder de una disculpa

Me sentí muy mal por lo que había hecho y decidí disculparme con mi suegra, pero no pude hacerlo. Luego, cuando estaba hablando con mi esposo, ella entró y me salió decirle: "Yo estaba equivocada. Por favor, no me hagas caso". Ella dijo: "No te preocupes por eso".

En ese momento, sentí que mi campo dimensional se volvía particularmente claro. Todas las cosas malas que se habían formado debido a mis malos pensamientos sobre ella desaparecieron. Cuando más tarde me habló con dureza, ya no me sentía molesta y lo dejé ir fácilmente. Sentí que mi capacidad para tolerar verdaderamente se había expandido. Realmente experimenté lo maravilloso de encontrar la luz al final del túnel.

Shifu dijo:

“Si en un momento ustedes descubren la verdadera razón dentro de sí mismos, se atreven a reconocerla y afrontarla, encontrarán que el asunto ha cambiado y que el conflicto ha desaparecido de una vez. De repente, por razones desconocidas, pareciera como si nunca hubiera pasado ningún conflicto o nada entre tú y la otra persona. Es porque para un cultivador no existe tal cosa como coincidencia, y no se permite que ninguna ocurrencia accidental interrumpa el curso de tu cultivación" (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).

No estaba dispuesta a disculparme porque no me atrevía a enfrentar o admitir mis errores. Los malos pensamientos y el yeli de pensamiento no eran realmente míos, pero los escondía en lugar de exponerlos. Debido a eso, Shifu no pudo ayudarme a limpiarlos, por lo que los conflictos seguían ahí.

Después de reconocer esto, presté atención a cómo hablaba con mi hija. Cuando no le hablé amablemente y me di cuenta, me disculpé. Aunque ella no creía que fuera un gran problema, quería disculparme con ella en ese momento. Recientemente, he notado que mi hija realmente ha cambiado. Incluso si ella ocasionalmente causa problemas, puedo contener mi temperamento fácilmente. Como resultado, su comportamiento mejoró rápidamente.

Me he dado cuenta de que, como cultivadores, sin importar con quién tengamos un conflicto, debemos buscar nuestros propios problemas, reconocer nuestros errores rápidamente y ser lo suficientemente valientes como para pedir disculpas a la otra parte. Cuando mantenemos nuestro xinxing y estamos en un estado mental de rectitud, Shifu puede ayudarnos a eliminar por completo las cosas malas en nuestro campo dimensional.

Espero que mi experiencia pueda ayudar a los practicantes que tienen el mismo apego que yo.