(Minghui.org) Una practicante visitó a su hijo en otra ciudad durante las vacaciones de Año Nuevo Chino. Durante su estadía allí, salió a hablar con la gente sobre Falun Dafa y les dio información al respecto.
La policía la vio a través de una cámara de vigilancia y la detuvo en la estación de tren de camino a casa. La policía registró y saqueó la casa de su hijo y lo amenazaron, diciéndole que por culpa de su madre, no conseguiría ascensos en el trabajo y sus hijos no podrían ir a la universidad y así sucesivamente.
Él estaba intimidado y para evitar sufrir pérdidas, llevó a su madre a su ciudad natal y la denunció en la policía local. Les pidió que la arrestaran y la obligaran a dejar de practicar.
Pero resultó que la policía de la ciudad natal de su madre conocía bien la verdad sobre Falun Dafa. Después de recibir repetidas solicitudes del hijo, cinco agentes de policía se presentaron en su departamento. Uno de ellos lo regañó: "¿Qué clase de hijo eres? ¡Es el Año Nuevo Chino! ¡¿Quieres enviar a tu madre a prisión?! ¡No eres digno de ser su hijo!".
Otro oficial trató de consolar a la madre: "No culpes a tu hijo. Está preocupado por su futuro y el de sus hijos".
La madre aprovechó la oportunidad para contarle más a la policía, sobre Falun Dafa. Todos se fueron con una sonrisa en la cara.
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